Análisis de ADN a las deposiciones de los perros en la calle para identificar al dueño y multarlo
El distrito Barking and Dagenham de Londres, se propone erradicar definitivamente el problema de las defecaciones perrunas en las calles, cuando los amos de los animales no cumplen con las normas de recogido e higiene posterior, y están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias de lo permitido por la tecnología más allá de sus costes. Los concejales apuestan ahora a un archivo de ADN perruno, a partir del cual, de comprobarse que una defecación en la vereda es de determinado animal, perseguirán al propietario y le aplicarán una multa mínima de 100 euros, según consigna la agencia DPA.
El problema –que no es exclusivo de Montevideo, sino que el primer mundo también lo padece- ha obligado a los encargados de higiene municipal a aguzar el ingenio buscando que quienes no cumplen, se hagan definitivamente responsables. En esa línea el concejal del distrito Barking and Dagenham, Darren Rodwell, ha presentado el proyecto que cuenta con el aval de sus pares. “Queremos ser y vamos a ser el primer distrito del país que lucha decididamente contra los excrementos de perro y los dueños de animales que no se comportan de manera social”, afirmó Rodwell.
4 millones de dólares al año solamente en un barrio
El concejal fue consultado acerca de la magnitud de las multas (80 libras, unos140 dólares) y dijo que el asunto es completamente controlable por los dueños de mascotas, que no hay razones para que no se hagan cargo de las heces de sus animales.
“La mayor parte de los dueños de perros en Barking und Dageham son socialmente responsables. Por desgracia hay un par de egoístas que piensan que está bien dejar sin limpiar los excrementos de sus mascotas. Las heces de perro no sólo ensucian nuestras calles, sino que son un peligro sanitario, sobre todo para los niños pequeños”, sentenció el concejal en un comunicado dado a conocer por su despacho.
Los concejales recordaron también a los vecinos que retirar los excrementos de perro, le cuesta a la comunidad casi 2,3 millones de libras, unos 4 millones de dólares, cada año, los que se podrían invertir en otras mejoras más necesarias, advirtieron.
Ahora, las autoridades anuncian que desarrollarán un plan piloto en septiembre del año próximo, para lo cua emprenderán antes una campaña de identificación de ADN de los perros del vecindario que conformará el archivo de datos de referencia. Los inspectores municipales, recogerán las cacas en infracción, las llevarán a laboratorio, y la multa llegará a destino en cuestión de días, estiman los técnicos.
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