Acusado de estafa mata en Palacio de Justicia al juez, un abogado, un imputado, otra víctima y escapa

Un empresario identificado como Claudio Giardiello, de 57 años, que está imputado en un caso de bancarrota fraudulenta, llegó al céntrico Palacio de Justicia, donde (sin ser cacheado de armas), logró llegar al tercer piso, donde se estaba celebrando una audiencia del juicio en su contra. Sin mayores inconvenientes, llegó hasta la sala donde se cumplía el proceso y se sentó entre el público, escuchando las acusaciones contra su accionar al frente de la sociedad inmobiliaria “Magenta”.

En determinado momento –según varias versiones de testigos- el hombre se puso de pie, sacó un arma y disparó primero contra su ex abogado, Claris Appiani. De inmediato comenzó a tirar apuntando a los demás, y le pegó al imputado Giorgio Erba, que sería poco después trasladado a un hospital donde murió. Otra persona murió también en el lugar, aunque no han trascendido más datos de la misma.

Mientras se producía una avalancha de gente intentando salir del lugar, y de policías que pretendían entrar, el ya para entonces homicida logró escapar del lugar, y se dirigió al segundo piso del edificio. Allí está el despacho del juez que se ocupa de las quiebras empresariales: el magistrado Fernando Ciampi fue baleado por el empresario y murió en el acto.

Burla a la policía y escapa: crisis de seguridad sin responsables

El diario italiano La Repubblica, señala que la policía cerró de inmediato los accesos al edificio, y permitió solamente evacuar a las mujeres, en tanto quería atrapar al asesino que sabía era un hombre. Pero Giardiello se mantuvo escondido en Tribunales, y una hora después logró salir sin ser advertido y huyó a bordo de una motocicleta.

Horas después no obstante el ministro de Interior, Angelino Alfano, confirmó que había sido detenido por los carabineros a unos treinta kilómetros de Milán. “El presunto asesino de Milán fue detenido en Vimercato. Ahora está en el cuartel de los carabineros», escribió el secretario de Estado en su cuenta de Twitter.

De inmediato una ola de indignación por la falta de seguridad en los tribunales locales, se esparció en los medios y la población italiana, máxime cuando dentro de un mes comenzará en Milán la Exposición Universal, sobre la que se aguarda haya una cobertura de vigilancia extrema.

«Hay que ver quién ha sido responsable, qué ha permitido que se haya podido introducir un arma en el tribunal», dijo el propio primer ministro Matteo Renzi, sobre el tema.

“Este episodio señala una disfunción del mecanismo de seguridad. Ahora estamos intentando comprender cómo ha podido ocurrir”, dijo por su parte el subsecretario del Ministerio del Interior, Filippo Bubbico, en declaraciones al canal de televisión Sky.