En bancarrota, iglesia de Tarragona ofrece “apadrinar” tejas antiguas del techo y recauda ya 30.000 euros

Según publica el diario español La Vanguardia, la iglesia ha logrado superar en medio de la crisis los reveses de obras como iluminación y acondicionamiento básico, pero no pudo avanzar en algo determinante: la iglesia “se llueve” debido a filtraciones en rajaduras, cuyo presupuesto de reparación está más allá de cualquier donativo posible.

Los arquitectos han dicho que la estructura de la parroquia no corre peligro real de provocar un desastre, pero el arreglo del techo costará al menos 100.000 euros.

“Hace tiempo que estamos haciendo pequeñas intervenciones que han supuesto una mejora importante de la iglesia pero hace como un año y medio que vemos que el tejado está fatal. Ya se arregló la parte que estaba peor, la de las capillas laterales y la de la cúpula, donde había goteras, pero quedaba pendiente una superficie enorme y eso ya superaba cualquier presupuesto”, dijo a La Vanguardia, Josep Ribot, rector de la parroquia de Sant Francesc, situada en la Rambla Vella de Tarragona.

El ingenio, y la Fe, pueden más que todo

El apadrinamiento de las tejas, surgió como una idea que no parecía tendría más andamiento que su buena voluntad, pero resultó. Quien quiera contribuir, puede aportar 20 euros para una teja: podrá entonces firmarla, o dejar cualquier inscripción personal e incluso los dibujos que le parezca.

Las tejas antiguas, unas 600, que deben ser retiradas para sustituirlas por nuevas, están ahora a la vista de los fieles junto a la entrada del templo, y los domingos de mañana voluntarias y voluntarios concurren a explicar a los feligreses la intención que les anima para lograron los 12.000 euros totales que piensan recaudar. Las tejas quedarán luego exhibidas en un sitio aún no determinado.

La parroquia, ubicada en el centro de Tarragona, es considerada uno de los referentes de ayuda social más importantes en la región: además de dar a los “sin techo” de la ciudad, lo que para muchos es la única comida caliente en el día, instruye en los idiomas castellano y catalán a inmigrantes que no logran inserción laboral, además de ayudar a los pobres en general del pueblo.