SALUD

Vivir entre aire contaminado aumenta 25% posibilidades de un accidente cerebrovascular

El “Journal of the American College of Cardiology” presenta un estudio consensuado durante la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, donde se confirma que la vida en áreas contaminadas aumenta los riesgos de ictus o infarto cerebrovascular.

Vivir entre aire contaminado aumenta 25% posibilidades de un accidente cerebrovascular

“Quienes respiran a diario aire contaminado” están más expuestos a la estenosis de la arteria carótida, hasta en un 25%, además de mayores riesgos de eventos cerebrovasculares, por limitación de las cantidades de oxígeno en el cerebro.

Si bien existen anteriores trabajos sobre la incidencia de la contaminación del aire en la salud cardiovascular, el nuevo estudio es considerado un aporte casi sin precedentes, en materia arterial a nivel de cabeza y cuello.

Los investigadores del NYU Langone Medical Centear (EE.UU.) vincularon los datos de unos 300.000 pacientes en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, con los niveles de contaminación medidos por la Agencia de Protección Ambiental, en el quinquenio 2003-2008. El vínculo mostró que hay hasta un 24% más de posibilidades de sufrir estenosis de arteria carótida, entre quienes viven en las zonas con más altos índices de contaminación. El estudio añade que el problema más importante está vinculado con las llamadas “partículas finas” (de menos de 2,5 micrómetros de diámetro), producidas básicamente por los automóviles y por la combustión de carbón o madera. El especialista doctor Jonathan D. Newman, jefe del equipo investigador puntualizó que los resultados “nos convocan a prestar mayor atención a las estrategias para reducir la contaminación aérea en áreas urbanas”.

Deterioro del crecimiento cognitivo en niños

La investigación surge a poco que un informe sobre el mismo tema vinculada la contaminación del aire, a el menor crecimiento cognitivo de los niños que asistían a escuelas afectadas por su cercanía a núcleos de tránsito vehicular intenso.

El estudio publicado en “PLOS Medicine”, apunta que los escolares que concurren a escuelas con niveles altos de contaminación aérea, tanto en la clase como en el patio, tuvieron menor crecimiento de las funciones cognitivas esenciales para el aprendizaje, del 7% contra del 11%, respecto a las escuelas menos contaminadas, al cabo del año lectivo. La contaminación por partículas “finas” incidió en una baja de hasta el 13% en crecimiento de la memoria de trabajo, índice clave en el rendimiento escolar.

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