Atentado a convoy policial atribuido a la guerrilla deja ocho heridos pero no interferirá en negociación de paz

«Nos afectó cinco compañeros, que afortunadamente están fuera de peligro, más tres personas civiles que pasaban por el sitio, afortunadamente ninguna de gravedad, pero sí era un explosivo de alto poder. Algunas de las explosiones que han pasado recientemente en Bogotá tienen similitud con otras que en el pasado el ELN ha hecho: los sistemas de ignición, la forma de colocar los explosivos, tienen mucha similitud”, dijo momentos después de arribar al lugar, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Humberto Guatibonza. “Estas ratas atacaron a la Policía cuando estaban cumpliendo con su deber. Se están realizando las respectivas investigaciones”, concluyó.

El ELN aún no atiende posibilidad de acordar la paz

A diferencia de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (de línea pro guevarista) ha desestimado aceptar de momento negociaciones con el Gobierno para un alto el fuego, e incluso aumentó algunas de sus acciones guerrilleras. Si bien se establecieron algunos contactos en primera instancia procurando mayor acercamiento, la situación no cuajó debidamente y las aspiraciones gubernamentales para lograr un acuerdo con los dos mayores grupos guerrilleros, de forma simultánea han fracasado.

El ELN está comandado por Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino” quien preside el Comando Central, que ha mantenido hasta ahora acciones en Arauca, Antioquía, Cauca Nariño y Cesar, principalmente.

En relación a un posible acuerdo de paz la última carta del grupo al Gobierno fechada en “las montañas de Colombia”, concluye que “observamos la postura reiterada del presidente Santos, de rechazar cualquier aporte a la paz, que salga de niveles diferentes a su mismo gobierno, que hasta hoy solo ha expresado una postura guerrerista y pacificadora, lo cual bloquea valiosos aportes a la paz de Colombia, expresados por importantes organizaciones nacionales y de gobiernos, interesados en la paz para nuestro país. Ante esa realidad, pensamos que sería más conducente, que las partes nos planteáramos la Tregua Bilateral, en el marco de una mesa de diálogos y dentro de una agenda de salida política al conflicto, que a su vez abarcara otros asuntos sustanciales, tanto en el respeto al Derecho Internacional Humanitario, en la atención a los reclamos y luchas populares, como parte esencial del camino de superación definitiva del conflicto, hacia la justicia y equidad social, la democracia y la soberanía”.