Mueren en 48 horas tres periodistas que investigaban vínculos de Washington en el 11-S

La noticia que en principio fue tomada como un “hoax” de pésimo gusto, fue confirmada al menos en los fallecimientos, lo que abrió una interrogante general, primero en el gremio de la prensa norteamericano y a medida que se divulgaba en los centros de poder mundiales. Desde el gobierno de Washington no ha habido de momento comentario alguno. Las cadenas Rusia Today y Telesur, han encabezado la información y apuntan que los fallecidos, tenían casi listo un documental que implicaba al gobierno norteamericano, en los ataques a las Torres Gemelas. Los cronistas murieron con menos de una semana de diferencia, afirman las fuentes.

Todas las posibilidades siguen abiertas y sin respuestas

El primer muerto fue el 10 de febrero: el corresponsal de la cadena NBC, Ned Colt, de 58 años, murió de un derrame cerebral masivo. Después de una prolífica carrera, había destacado en los últimos años por su trabajo en el Comité Internacional de Rescate a los Refugiados de Naciones Unidas.

El mismo día, David Carr uno de los columnistas más prestigiosos del The New York Times, murió en el Hospital St Lukes Roosevelt, después de desmayarse en su oficina del periódico. No hubo mayor información desde el diario oficialista norteamericano sobre las causas de la muerte de su cronista.

El corresponsal, y presentador Bob Simon, del programa 60 Minutos de la cadena CBS, fue el tercero que murió. Fue el 11 de febrero en un accidente de tránsito en Nueva York, sobre el que curiosamente el Departamento de Bomberos, que debió intervenir dijo que los dos ocupantes del vehículos chocado “tenían heridas que no ponían en peligro sus vidas”. Simon murió horas después en el hospital. Tenía 73 años y había ganado como periodista más de 27 Premios Emmy, en medio siglo de coberturas, en escenarios informativos de máximo destaque.

Los tres periodistas, más Brian Williams, tenían desde este año una agencia independiente de noticias, y pensaban presentar su primer documental con “los archivos más secretos del Kremlin”, donde se probaba “indudablemente” la participación del Gobierno de Washington, en los atentados contra las Torres Gemelas, de septiembre de 2011.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que tiene esos archivos probatorios de la complicidad del gobierno de Bush en el peor atentado de la historia en territorio norteamericano, y que está dispuesto a darlos a conocer.