Involucran a Forlán en evasión fiscal multimillonaria del banco HSBC que lo atribuye a “fallas en su subsidiaria suiza”

En las listas de clientes que habrían escapado a las direcciones impositivas de países europeos, aparecen más de 60 personalidades públicas del mundo, incluyendo al futbolista uruguayo Diego Forlán, actualmente jugando en la segunda división de Japón. Se desconoce sin embargo el tipo de cuenta, o el nexo comercial que el compatriota mantenía con la institución.

Además de Forlán, aparecen en la nómina de personalidades los ídolos de la canción  David Bowie y Tina Turner, los reyes de Marruecos y de Jordania. El campeón mundial  de motociclismo Valentino Rossi, y el piloto de Fórmula I, Fernando Alonso. También la modelo Elle McPherson, el diseñador Valentino, el actor John Malkovich y el empresario Fabio Briatore.

El banco debió admitir lo ocurrido y lo atribuye a “fallas” en Suiza

«Reconocemos y somos responsables de fallas de cumplimiento y de control en el pasado”, dijo un comunicado emitido en Londres por el banco, que atribuye a faltas de controles en su filial suiza la parte central del problema.

Según HSBC, la subsidiaria suiza fue comprada en 1999, y desde entonces aún no se ha logrado integrarla por completo al banco central, lo que ha permitido que siguiera estándares de seguridad para evitar evasiones “significativamente menores” que los del resto de las instituciones que cumplen normas de la casa matriz en Londres. HSBC atribuyó particularmente al anterior sistema bancario suizo –famoso por sus cuentas secretas- el que se hayan mantenido algunas disposiciones que permitieron a “un número de clientes”, dejar de cumplir de manera parcial al menos con “obligaciones impositivas”. Sin embargo dijo que la filial suiza había tenido “cambios sustanciales” en los últimos tiempos para prevenir las “fallas”, en una declaración de cuatro páginas emitida la noche del domingo. El banco argumentó que en razón de estar “cooperando con las autoridades” para prevenir esta evasión fiscal, ha pedido la filial suiza ha perdido casi las dos terceras partes del total de cuentas en menos de siete años.