CUMPLEAÑOS

El hombre más viejo del mundo cumple 112 años y celebra con su familia en Tokyo

El japonés Sakari Momoi, para el Libro Guinness de los Récords el hombre más viejo del mundo, festeja este 5 de febrero su 112 cumpleaños, rodeado en Tokyo, donde vive, de una familia que componen un centenar de descendientes, incluídos trastataranietos y choznos.

Momoi alcanzó la categoría del hombre más longevo del mundo después de que el año pasado el polaco residente en Nueva York, Alexander Imich, falleció.
Momoi alcanzó la categoría del hombre más longevo del mundo después de que el año pasado el polaco residente en Nueva York, Alexander Imich, falleció.

Nacido en 1903, en la localidad de Minamisoma, en la prefectura japonesa de Fukushima, ha sido reconocido como el más anciano del planeta en agosto pasado, todo lo que ha agradecido, además de los saludos de cumpleaños “todo con una sonrisa” declaró su tercer hijo Hiroo, que tiene 66 años, a la agencia japonesa de noticias Kyodo.

Según su familia, Momoi ha llevado siempre una vida “tranquila y en paz”. Profesor de química agrícola, fue director de centros educativos en localidades como Fukushima y Saitama. De sus aficiones, la principal es su gusto por la lectura, en particular de la poesía china.

Actualmente, cumple con todas sus comidas de forma convencional y luego realiza actividades como jugar a la pelota y más tarde hace prácticas de caligrafía japonesa, y su máximo deseo es “seguir teniendo la vida en paz que he llevado desde siempre que pude”.

Sin embargo el humano más longevo es una mujer

Aunque Momoi alcanzó la categoría del hombre más longevo del mundo después de que el año pasado el polaco residente en Nueva York, Alexander Imich (que tenía solo un día de diferencia con el japonés) falleciera, el ser humano más longevo es una mujer.

Misao Okawa, compatriota de Momoi, tiene 116 años documentados y su próximo cumpleaños es el 5 de marzo.

Japón tiene también el récord de un ciudadano al que se considera el hombre más anciano de todos los tiempos: Jiroemon Kimura, fallecido en 2013, llegó a los 116 años y 54 días de vida. Era el último hombre vivo nacido en el siglo XIX. También había llevado una vida tranquila; funcionario postal por 40 años y agricultor después, hasta sus últimos días, leía el periódico con lupa y seguía los debates en la televisión. Afirmaba que comer pequeñas porciones de comida era el secreto de la larga vida.

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