Ejército jordano confirmó la muerte del piloto que habría sido incinerado vivo por Estado Islámico

Desde hace varios días el gobierno jordano exigía una prueba de que su piloto Moaz al Kassasbeh seguía con vida antes de proceder, como pedía el grupo yihadista, a la liberación de la prisionera iraquí, Sajida al Rishawi, condenada a muerte en Jordania por su implicación en la comisión de atentados en este país en 2005.

Jordania ejecutaría a Sajida al-Rishawi, por la que los yihadistas pedían el intercambio del piloto y del japonés Kenji Goto antes de que se supiera la muerte de ambos.

El piloto participó en los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos cerca de la capital de facto de ISIS, Raqqa.

El rey, Abdullah II condenó el asesinato del piloto y declaró que el militar murió defendiendo su país y la religión islámica. También pidió al pueblo jordano mantener la unidad y demostrar determinación, según informó CNN en español.

Previamente el gobierno jordano había asegurado a través de un portavoz que el crimen “no se quedará sin respuesta” y que “la barbarie demostrada por ISIS (el grupo extremista islámico) debe ser la prueba  del salvajismo que profesa esta organización terrorista”.

El intercambio

El Estado Islámico pedía a Sajida al Rishawi a cambio de al Kassasbeh. Esa demanda fue realizada a través del periodista japonés Kenji Goto, quien también fue capturado y ejecutado por el grupo extremista, imágenes que se difundieron el pasado sábado.

Goto fue asesinado, según un video publicado el sábado, antes de que pudiera ocurrir cualquier intercambio.