Holanda: joven de 19 años asalta armado TV oficial y exige ante cámaras leer una proclama

El joven ha sido identificado como Tarik Zahzah, un estudiante de Química de 19 años, que entró armado con una pistola falsa con silenciador, y amenazó al portero del canal de TV pública NOS, logrando entrar al canal, donde pedía ser conducido antes las cámaras. El portero, atinó no obstante a llevarlo a un estudio con cámaras pero vacío, donde lo dejó solo. El atacante estuvo durante varios minutos negociando ante los monitores de TV su salida al aire, sobre el discurso que pensaba leer. Mientras tanto varios policías organizaron una operación de urgencia y entraron al estudio reduciendo al joven que se entregó sin ofrecer resistencia.

Las escenas fueron grabadas en directo y luego emitidas por el mismo canal de televisión, que recuperaba su transmisión normal, después de la convulsión interna que se produjo durante los 15 minutos que duró el hecho. Las operaciones de evacuación del canal estaban ya en marcha ante el temor que el atacante tuviera en su poder explosivos, cuya colocación  había sido anunciada por el ocupante para ese mismo momento en varios puntos de Holanda.

Las frases del invasor y las consecuencias del ataque

“Me apoya un grupo de 98 piratas informáticos listos para lanzar un ciberataque (..) se han colocado ocho grandes bombas con material radioactivo, listas para activarse en distintos puntos de Holanda (…) Hemos sido contratados por los Servicios de Inteligencia y hemos visto cosas que ponen en duda el curso tomado por esta sociedad”, fueron algunas de las frases del atacante durante su permanencia ante las cámaras. La policía se abocó apenas arrestado el hombre a la búsqueda de las supuestas bombas pero no hallaron ninguna.

Hijo de padre egipcio y madre holandesa, el joven ha sido descripto por sus compañeros de la Universidad Técnica, en Delft, como “callado e inteligente”. La fiscalía en tanto guarda reserva sobre los motivos que alegó el atacante para hacer su entrada al canal.

Mientras tanto las redes sociales y los medios estallan contra las fuerzas de seguridad holandesas, que se supone están en alerta máxima protegiendo a la prensa, desde el atentado al semanario Charlie Hebdo en Paris.