El volcán está teniendo una actividad cada vez más intensa, a tal punto que en sus últimas erupciones ha lanzado cenizas que cubrieron el cielo hasta hacer que las aerolíneas debieran suspender todos sus vuelos al aeropuerto principal de Tonga, durante varias semanas.

Con ese trasfondo, las erupciones han lanzado miles de toneladas de lava al mar, que al solidificarse ya formaron una isla de casi dos kilómetros de largo por uno y medio de ancho, que emerge hasta 100 metros por encima de la superficie oceánica.

El Reino de Tonga, ubicado dentro de Polinesia, tiene menos de 800 kilómetros cuadrados de extensión y lo conforman más de 170 islas, conocidas originalmente como “Islas de los Amigos”, de las cuales menos de 40 están habitadas. Viven allí unos 100.000 tonganos, que hablan en inglés y responden al rey Tupou VI, en régimen de monarquía constitucional. La cultura tongana es una de las más ancestrales y reconocidas por el mundo occidental y el país goza de niveles de educación, infraestructura y salud, sumamente desarrollados.

Los vulcanólogos temen que la isla dure poco

La televisión de Tonga ha mostrado algunos de los momentos de la eyección volcánica que conformaron la nueva isla, y cuyas características espectaculares, se están convirtiendo en un nuevo atractivo turístico.

Los vulcanólogos advierten no obstante que la isla podría tener vida efímera, ya que las características altamente porosas de la lava cuando se solidifica en el agua de manera abrupta, no le permite tener una solidez capaz de resistir el embate constante del océano.