VERDAD Y JUSTICIA

Comisión Nacional de la Verdad de Brasil revela la existencia de bases brasileñas en Montevideo en el marco del Plan Cóndor

El informe final de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil indica que en el marco del Plan Cóndor quedó en evidencia la coincidencia de las dictaduras militares de orientación ideológica semejante en Sudamérica, en las décadas de 1970 y 1980, detalla la colaboración extranjera con los militares brasileños y la actuación de agentes y diplomáticos fuera del país, así como la existencia de bases brasileñas en varias capitales del exterior, entre ellas, Montevideo.

El informe final de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil

En el informe final de la Comisión Nacional de la Verdad brasileña, se habla de la coincidencia de las dictaduras militares de orientación ideológica semejante en Sudamérica en las décadas de 1970 y 1980.

En ese marco, se se reflejó en una “intensa cooperación regional para el combate a la subversión”, la cual se conoció como el Plan Cóndor, una operación de coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur.

Según informó El País de Madrid, en el documento se detalla la “colaboración extranjera con los militares brasileños y la actuación de agentes y diplomáticos fuera del país”.

Asimismo, se hace referencia a la existencia de bases brasileñas en varias capitales del exterior, entre ellas: Asunción, Montevideo, Santiago de Chile, París, Lisboa, Praga, Moscú, Varsovia y Berlín.

También se revela que el delegado Sérgio Fleury, uno de los jefes de la represión, “viajó a países vecinos con conocimiento del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil”. En tal sentido se indica que el policía brasileño estuvo en Francia, Uruguay, Argentina y Chile.

La ayuda de los Estados Unidos

También se indica que sin la ayuda de Estados Unidos, “ningún país de la región habría conseguido organizar el sistema de la Operación Cóndor”.

Se sabe que la CIA proporcionó la “tecnología” que se utilizó en la producción y utilización de una base de datos común a todos los países miembros.

Por otro lado, en el informe de El País de Madrid se cita un testimonio de Lilian Celiberti.

“Los que más me pegaban eran los brasileños. Digo brasileños porque hablaban en portugués. Me golpearon, me insultaron y comenzaron a revisar todo el piso. Allí no había más que papeles. Yannone (el mayor) se sentó en el suelo. Como le dolían los puños, se quitó un zapato y me golpeó”, relató Celiberti.

Celiberti vivía en Porto Alegre con el estudiante Universindo Rodríguez, ambos ciudadanos uruguayos, cuando fueron secuestrados con los hijos de ella en 1978.

Los dos eran militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), recogían información sobre torturas y se las pasaban a organismos de defensa de los derechos humanos en Europa.

“El secuestro de Celiberti y Rodríguez fue una de las acciones de represión practicadas entre Brasil y Uruguay en el ámbito de la Operación Cóndor”, se indica.

Se indica que los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores muestran evidencias de que la secretaría de Estado “llegó a estar involucrada directamente en al menos un episodio de detención arbitraria en Uruguay, de manera oficial, aunque de forma secreta”.

Hay documentación que comprueba que un ciudadano brasileño, Luiz Bastian Pinto, fue detenido en Uruguay y entregado a la policía brasileña en la frontera, “a través de una acción pactada entre el embajador de Brasil y el ministro de Interior uruguayo”.

El episodio prueba, para la Comisión Nacional de la Verdad brasileña, la implicación directa del Ministerio de Relaciones Exteriores. También se hace mención de ello en otros documentos, la Embajada y los consulados, el Centro de Informaciones del Exterior, la Policía Federal y el Departamento de Orden Política y Social brasileños.

En Uruguay hay registros de participación del Departamento Nacional de Informaciones e Inteligencia y de las jefaturas de policía de Montevideo y otras ciudades.

Se asegura que hay también, entre telegramas y oficios, “muchos documentos que se encaminaron informaciones sobre ciudadanos de otras nacionalidades, buscados en los países vecinos”.

“El Consulado General de Montevideo enviaba regularmente listas de ‘extranjeros subversivos e indeseables’. Entre los nombres se encontraba, por ejemplo, José Mujica, y su esposa, Lucía Topolansky”, según se indica.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje