Policía mata niño negro de 12 años con pistola de juguete: segundo caso en noventa días

Se trata del segundo caso en menos de tres meses: a finales de agosto también en Ohio, la policía acribilló a un ciudadano negro que tenía una pistola de juguete que era vendida en el mismo local donde lo mataron.

Los policías le dispararon al menor en una zona de juegos, después de recibir denuncias telefónicas en las que se afirmaba que una persona armada con una pistola estaba apuntando a los que por allí pasaban. La grabación telefónica que la prensa pidió a la policía, revela no obstante que la llamada decía que el arma “posiblemente sea falsa”.

Los policías llegaron al lugar y ordenaron al joven que levantara las manos pero –según la versión oficial del comunicado de la jefatura- “bajó las manos a su cintura para tomar la pistola”. El comunicado agrega que los policías que hirieron de dos tiros al menor –la bala en el estómago habría sido la mortal- identificaron la pistola que el jovencito portaba como una réplica de las que arrojan canicas, “con el indicador de seguridad naranja levantado”, aseguraron.

El segundo caso en Ohio y el peor momento de la crisis racista

La prensa norteamericana recuerda que se trata del segundo caso en muy poco tiempo, exactamente del mismo tenor: en Beavercreek, Ohio, hace tres mesesen un Wall-Mart, un joven de 22 años fue muerto a tiros por la policía después de haber tomado en la sección “deportes”, una réplica de un arma automática. Una llamada al 911, hizo que la policía llegara al local y según la versión el hombre no respondió a la orden de levantar los brazos y dejar el arma por lo que fue abatido. El video de seguridad mostró que el hombre estaba hablando por su celular cuando le pegaron el primer tiro.

Mientras tanto en Misouri, la localidad de Ferguson se prepara ante el temor de una oleada de violencia, ya que esta semana debe conocerse el fallo para imputar a un policía blanco de 28 años por la muerte de otro afroamericano de 18 años desarmado. El aparente asesinato, generó tal oleada de violencia en Saint Louis, que las autoridades debieron pedir la intervención de la policía militarizada federal, para evitar un desmán total cuando ocurrieron los hechos. La discriminación de la comunidad negra por parte de la policía vuelve así al tapete, mientras se aguarda la decisión judicial.