ONU en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza: “No dejar a nadie atrás”

Para la ONU, el tema de este año es elemento central de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, y de la Agenda para el desarrollo después de 2015.

La necesidad de erradicar la pobreza extrema y la indigencia en todos los países es una prioridad absoluta, y para ello apunta en 2014 a que se “subraye el reto exigente de identificar y asegurar la participación de las personas que viven en condiciones de pobreza extrema y exclusión social en la agenda para el desarrollo después de 2015, que sustituirá a los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

Los actos centrales tienen lugar en la jornada en el edificio sede en Nueva York, donde entre otras actividades se inaugura una obra colectiva realizada por personas que viven en la pobreza. Mientras tanto se cumplen actividades vinculadas a la fecha en las oficinas referentes de ONU en el mundo, bajo la consigna que inspiró a los autores de la iniciativa que “allí donde hay hombres condenados a vivir en la miseria los Derechos Humanos son violados. Unirlos para hacerlos respetar es un deber sagrado”.

El cumplimiento de los Objetivos del Milenio 2015

El primero de los Objetivos del Milenio para el año próximo “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”, encuentra al mundo en escenario donde se ha logrado reducir a la mitad las tasas de pobreza extrema, antes de lo acordado.

Actualmente se llegó a que la proporción de personas con ingresos inferiores a 1,25 dólares diarios, disminuyera un 50% desde 1990, fecha en que se pactó la meta. Sin embargo aunque para 2010, 700 millones de personas había dejando de vivir en condiciones de extrema pobreza en comparación con el inicio de la última década del siglo anterior, todavía hay unos 1.200 millones de personas en esa situación.

En su último mensaje sobre el tema, el Secretario General de ONU, Ban Ki-moon ha recordado que “a demasiadas personas, especialmente mujeres y niñas, se les sigue negando el acceso a una atención de la salud y un saneamiento adecuados, una enseñanza de calidad y una vivienda digna. Demasiados jóvenes carecen de trabajo y de aptitudes que atiendan las demandas del mercado. El aumento de la desigualdad en muchos países, tanto ricos como pobres, fomenta la exclusión de las esferas económica, social y política, y sabemos que los efectos del cambio climático y la pérdida de la diversidad biológica afectan especialmente a los más pobres”.

El jerarca concluyó como imperioso: “Si queremos lograr el futuro que queremos para todos, debemos escuchar y atender los llamamientos de los marginados”.