La derecha triunfa en las elecciones de Bulgaria pero debe pactar un gobierno

El líder del partido Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria, (GERB), logró doblegar a los competidores cuando se tenían escrutados el 14% de los padrones electorales, sin que nada haga pensar que podría haber una proyección diferente en los puntos del país que restan computar por parte de la Comisión Electoral.

Borisov, había sido primer ministro del país, cuando debió renunciar en febrero del año pasado por manifestaciones que convulsionaron a la nación que lo acusaban al Ejecutivo de no lograr «sacar del pozo» al país más pobre de toda la Unión Europea.

El segundo partido para estas elecciones -el Partido Socialista de Bulgaria- alcanza un 15,7% de los votos, lo que significa su más dura derrota: una caída de 11 puntos en relación a las pasadas elecciones, seguidos de cerca por el Movimiento por los Derechos y la Libertad, del centro derecha, con el 12,2% de los sufragios.

«Me voy a jugar la cabeza, voy a gobernar yo personalmente. Y voy a sacar al país de la crisis junto con los demás partidos», dijo el candidato Borisov, que se adelantó a sus primeras declaraciones cuando todavía restan los cómputos finales, pero nadie espera cambios en la tendencia.

«Batman» para los seguidores, un guardaespaldas en el gobierno

Borisov de 55 años, es conocido como «Batman» por sus seguidores, que han hecho cabeza del gobierno a un ex guardaespaldas de fuerte carisma, al que ni siquiera la renuncia pudo derrocar de las preferencias de los búlgaros.

Nacido en Bankya en 1959, ha enarbolado la bandera de la transparencia para el país considerado el más corrupto a nivel administrativo de Europa, que sufre además una crónica crisis económica. Bombero, policía y karateca, Borisov logró llegar al poder gracias al ex primer ministro Simeón Sajonia-Coburgo, el último rey del país que se reconvirtió en gobernante democrático, y que lo nombrara Ministro del Interior.

Así «el cinturón negro civil, pasó a coronel, a general y a teniente general», según los opositores que lo critican por su populismo capaz de conquistar audiencias pero en absoluto de resolver los problemas del país. Sin embargo su fuerte «lucha contra la mafia» lo convirtió en su momento en el primer alcalde de Sofía, que llegó a tener el 68% de los votos de la ciudad, el paso previo a su primera magistratura.