Argentina amenaza con “las más severas medidas” a la embajada de EE.UU.

La declaración del canciller Héctor Timerman, es concretamente contra el Encargado de Negocios de la embajada de EE.UU., Kevin Sullivan, quien había dicho en una entrevista que Argentina se encontraba en “default”.

Por boca del canciller Timerman, se le advirtió al diplomático del “profundo malestar y enérgico rechazo del gobierno argentino por las impropias afirmaciones” que realizó a los periodistas del diario Clarín. “De repetirse este tipo de intromisiones en los asuntos internos de la República Argentina, se adoptarán las más severas medidas”, añadió el canciller que citó al representante diplomático al Palacio San Martín, donde mantuvieron un encuentro privado.

Sullivan está de momento ocupando la vacante del embajador

Kevin Sullivan se encuentra a cargo de la embajada norteamericana en Buenos Aires, acéfala desde que Vilma Martínez abandonara ese cargo en junio último. Desde entonces la sede diplomática está acéfala, más allá de insistentes rumores para la designación de Noah Amet, un asesor del presidente Obama, pero es “resistido por los legisladores”, según publica el diario Página 12.

Sullivan había dicho a Clarín que consideraba “importante que Argentina saliera del default lo antes posible para poder retornar a la senda del crecimiento económico sustentable”. El gobierno de Cristina –que no considera exista el “default”- convocó al interino y le indicó que “la Argentina ha honrado todos sus compromisos en tiempo y forma en las condiciones en que lo ha acordado en el 2005 y el 2010 y lo seguirá haciendo”, según un comunicado oficial de Presidencia de la Nación.

El canciller dijo posteriormente que Timerman parece “ignorar la ley 26.984 del Pago Soberano Local de la Deuda Exterior de la República Argentina aprobada por el Parlamento argentino en la cual se contempla el pago al ciento por ciento de los acreedores”, y que su postura además de intervenir en asuntos internos argentinos “coincide con la postura de los fondos buitre en contraposición con los intereses del 92% de los acreedores que han aceptado la reestructuración de la deuda externa”.