Brasil: Dilma recupera posiciones ante Marina y ahora hay empate técnico con proyecciones más confusas para la segunda vuelta

Las dos candidatas a la presidencia de Brasil multiplicaban sus esfuerzos apoyadas en los aparatos de campaña del gobernante Partido de los Trabajadores, y el desafiante Partido Socialista Brasileño, para rebatir las encuestas. Ni el avasallante avance de la candidata de la oposición es reconocido por la presidenta, ni tampoco la recuperación en los últimos días de la mandataria, ha ameritado comentarios de Silva.

Las encuestas de Datafolha e Ibope, les están dando a Silva el 34% y el 33% según cada agencia, mientras que Rousseff, alcanza el 37% y el 34%  en la otra data.

En la segunda vuelta, las agencias apuntaban días atrás a un triunfo de hasta por 7 puntos de Silva sobre la presidenta, pero ahora el porcentaje ha caído hasta en 3 puntos, en tanto el oficialismo ha reforzado su artillería particularmente contra la política económica que proyecta sustentar la candidata ecologista.

Los deseos de cambio y la cristalinidad enfrentados a la religión y la incertidumbre

Para la desafiante Silva, la “nueva política” y la necesidad manifiesta de la gente de mayor cristalinidad en las cuentas públicas particularmente, han sido el mayor espaldarazao para hacer crecer a su partido de un modesto cuarto lugar, al actual favoritismo. Sin embargo, su condición de creyente evangelista y sus no del todo claros lineamientos en materia de desarrollo económico –denunciados constantemente por los oficialistas- hacen mella en la credibilidad general de que el país podrá salir adelante en sus manos.

El apoyo expreso esta semana del ex presidente Lula, a Dilma, así como sus consideraciones que a Marina le resultará imposible gobernar sin apoyo en el Parlamento para aprobar los cambios que se propone, han significado un verdadero “parate” en una campaña donde ya nadie está seguro de hacia donde irá el destino de los brasileños.