Corea del Sur y EE.UU comienzan maniobras conjuntas pese a amenazas del Norte
Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron las maniobras militares conjuntas como todos los años, informó el ministerio de Defensa de Seúl, a pesar de las amenazas de duras represalias por parte de Corea del Norte. Por su parte el Papa Francisco llamó a coreanos a reconocer como un solo pueblo.
El comienzo de los ejercicios de las maniobras “Ulchi Freedom Guardian”, que durarán hasta el 29 de agosto, coincide con la misa para la reconciliación entre ambas Coreas en Seúl que fue ofrecida por el Papa Francisco al final de su visita de cinco días al Sur.
Son movilizados miles de soldados surcoreanos y estadounidenses para unos ejercicios cuyo objetivo es prevenir una eventual invasión desde el Norte.
Según el ministerio de Defensa de Seúl, este año por primera vez se simulará una respuesta a un eventual ataque nuclear, mediante una estrategia de disuasión.
Corea del Norte ha pedido reiteradamente que las maniobras sean canceladas, y amenazó con “ataques preventivos” si continúan.
Funcionarios surcoreanos dijeron que sus Fuerzas Armadas estarán en un estado de máxima alerta durante los ejercicios conjuntos. “Si el Norte comete un acto de provocación, se tomarían fuertes represalias”, dijo a los periodistas un militar surcoreano de alto rango.
Un solo pueblo
Por su parte, el Papa Francisco llamó solemnemente este lunes a los coreanos del Norte y del Sur a reconocer que forman “una sola familia, un solo pueblo”, y a superar más de 60 años de divisiones a través del mutuo “perdón”.
El Santo Padre celebró una misa en la catedral Myeong-dong de Seúl para la reconciliación entre ambas partes de la península coreana, dividida tras la guerra de 1950-1953.
El Sumo Pontífice denunció “una experiencia de división de más de cincuenta años”, y llamó a reconocer “que todos los coreanos son miembros de una sola familia y de un solo pueblo”. AFP.
Te recomendamos
La cadena nacional de Javier Milei: entre el tono mesiánico y la autoalabanza
El mandatario ultraderechista habla en tono triunfal, mesiánico y, casi siempre, autocomplaciente: asegura que sus cambios son “históricos” y cuela en el discurso pasajes místicos y diatribas contra sus detractores.
Compartí tu opinión con toda la comunidad