LEGISLATIVAS

Triunfo electoral de Uribe en Colombia, un escollo para Santos y el proceso de paz con las FARC

El expresidente Álvaro Uribe, opuesto al proceso de paz con las FARC, emergió con fuerza en las elecciones legislativas del domingo, y asoma como el mayor obstáculo en la carrera hacia la reelección del presidente Juan Manuel Santos, su otrora aliado en el combate a la guerrilla.

El expresidente Álvaro Uribe. (Foto AFP)

«Es un voto que está reconfigurando el panorama político en relación a la agenda de paz. Esto reduce muchísimo el panorama de gobernabilidad para Santos, que debe construir una nueva alianza», dijo Jorge Alberto Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (CERAC).

A sus 61 años, Uribe llegó al Senado con una importante votación que le permitirá liderar la oposición de derecha a Santos, su sucesor y exministro de Defensa con quien rompió políticamente a raíz del proceso abierto con los rebeldes.

El partido de Uribe, el Centro Democrático, debutó en las elecciones con 19 senadores, lo que lo ubica en la segunda formación política más votada por detrás de la coalición de gobierno de centroderecha.

Santos gobierna con 85 senadores de un total de 102, y tras las elecciones esa cifra se reducirá a 47. En la cámara baja las fuerzas oficialistas alcanzaron 92 de 163 escaños, mientras Uribe se quedó con 12 diputados.

Oposición al proceso de paz

Dado que la dura oposición a las negociaciones de paz que lleva a cabo el gobierno colombiano desde 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es el principal eje programático del Centro Democrático, para Restrepo, estos resultados lanzan un alerta al gobierno sobre los diálogos con la guerrilla.

«Esto señala una necesidad de escuchar a la ciudadanía sobre la agenda de las negociaciones que el gobierno de Santos lleva a cabo con la guerrilla», destacó.

Las partes negocian en La Habana una agenda de seis puntos para acabar con el conflicto armado, que incluye el desarme y la participación política de los rebeldes.

Uribe, que acusa al gobierno de ofrecer impunidad a las FARC, dijo este lunes que trabajará para que su candidato Oscar Iván Zuluaga, rezagado en las encuestas, logre atajar la posible reelección del presidente en las elecciones del 25 de mayo.

El nuevo Congreso deberá tramitar las reformas que eventualmente pacten el gobierno y la guerrilla para terminar con el conflicto, y reglamentar la ley que permita la desmovilización de miles de combatientes, que requiere una mayoría absoluta o una ventaja calificada de dos tercios en el caso de los indultos.

Si bien Uribe no cuenta con el número suficiente de legisladores para un bloqueo, podrá ejercer una ruidosa oposición al proceso de paz con las FARC, grupo al que combatió sin cuartel durante su gobierno (2002-2010).

«Los enemigos de la negociación se configuran ahora como una fuerza parlamentaria, pero creo que no representa un gran triunfo, no llega a un tercio del Senado», destacó el académico de la Universidad Javeriana, Fernando Giraldo, autor del libro «Partidos políticos en Colombia evolución y prospectiva».

Partido bisagra

Estos resultados muestran un debilitamiento de la coalición de gobierno, Unidad Nacional, en un momento en el que el partido conservador, uno de sus principales socios, que bajó de 22 senadores a 19, se ha alejado de Santos y llevará su propio candidato a las presidenciales.

«La clave la van a tener los conservadores. Es un panorama incierto y hasta la segunda vuelta no se va a definir cuál será su actuación como partido bisagra», es decir si se suman finalmente a la coalición de gobierno o se acercan a Uribe, dijo a la AFP Sebastián Lippez, experto en opinión pública y sistemas electorales de la Universidad Javeriana.

Sin embargo, para Giraldo, Uribe no está en condiciones de atraer a los conservadores ya que gran parte de estos son afines a Santos.

El presidente encabeza la carrera presidencial con 26% de las preferencias, según la última encuesta de Cifras y Conceptos, con una holgada diferencia con sus contendientes más cercanos, el probable candidato de Alianza Verde, Enrique Peñalosa, con un 9%, y de Óscar Iván Zuluaga, del partido de Uribe, que suma un 8%.

«Ningún candidato amenaza a Santos», señaló Giraldo, quien piensa que todavía no está descartado que el mandatario se imponga en la primera vuelta, dada la fragmentación de sus opositores.

Sin embargo, con una abstención en las parlamentarias de casi el 57%, con las proyecciones de que el voto en blanco sumaría 30% en las presidenciales, Santos sí enfrenta un escollo. «La amenaza para Santos es el voto en blanco», agregó Giraldo. AFP

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