Escuelas pioneras del mundo no usan pizarrones, ni pupitres, ni salones de clase

La experiencia sueca es considerada la más innovadora del mundo y abarca a unos 10.000 escolares que son atendidos en 27 jardines de infantes y escuelas. La gestión está a cargo de Vittra, una empresa privada, pero la financiación es de fondos públicos: no pueden cobrar matrícula ni cuota alguna, no hay exámenes de ingreso y los niños acceden por riguroso orden de llegada, afirman las autoridades.

Para la nueva enseñanza primaria sueca, la base es la tecnología, con aprendizaje basado en la propia experiencia, en contacto con la vida cotidiana, con aprendizaje bilingüe desde el vamos y la eliminación total de salones de clase como los conocemos hasta ahora.

“El aprendizaje es un proceso que suele tener lugar cuando se trabaja, se conversa y se debate con los docentes o con otros compañeros. El propósito es crear un espacio en el que nuestros alumnos estén siempre acompañados por uno o varios profesores”, detallan desde las escuelas. Las divisiones de espacios son de vidrio, dando sensación de apertura y las clases se dictan igual en la recepción que en la plaza central escolar.

Dos horas cada clase, sin deberes y control total en Internet

Cada clase dura 120 minutos corridos, lo que incluye la presentación del tema por el maestro, el estudio del mismo y los deberes… que se hacen en el mismo momento. Pero todo depende de cada materia y de la edad del alumno. A través de Internet los padres pueden ver el trabajo de cada día de sus hijos, e incluso lo que hacen en ese mismo momento, o el apoyo que entiendan pueden necesitar.

Las clases (primero, segundo, etc.) han sido sustituidas por tres grandes grupos: preescolares, escolares y adolescentes, divididos en “equipos” que ocupan una parte del edificio, y conviven y se ayudan mutuamente. Por supuesto que los pizarrones no existen más.