FAUNA

Emiratos Árabes ponen de moda tener animales salvajes en casa pese a alertas

Los jóvenes ricos de los Emiratos Árabes están poniendo de moda tener alguna mascota –cuanto más fama de peligrosa tenga mejor- entre los restantes animales hogareños, lo que está provocando reacciones airadas de las entidades de protección internacionales y alertas de todo tipo de la policía local.

Una de las mas renombradas fotos del millonario árabe Humaid Albuqaish

Las redes sociales se han ocupado de expandir el fenómeno, después que el millonario Humaid Albuqaish, exhibiera en Instagram su pasión por los grandes felinos a los que tiene en su mansión como si ser tratara de animales domésticos. 270.000 seguidores en Instagram pautan una fama inesperada y que agrada al magnate árabe que no cesa de mostrar sus “más de diez” felinos “que no los tengo en casa, sino en mi finca” asegura.

Los jóvenes árabes reconocen la tenencia de animales salvajes como el “must” del momento, cuando los coches de máximo estandar y los palacios de las mil y una noches, han aburrido de algún modo a quienes aman el estilo de vida de los jeques petroleros.

Los leones y los guepardos son los más codiciados

El Fondo Internacional para el Bienestar Animal, acaba de denunciar que el negocio ilegal de los grandes felinos y otras especies protegidas, están teniendo ahora un nuevo foco de compradores. Hasta la fecha la lucha más encarnizada era con los traficantes que destinaban este tipo de animales por sus pieles y huesos, a los mercados asiáticos, pero ahora los árabes están pagando más que otros por cachorros vivos.

Según el Fondo hay al menos una decena de páginas en Internet, que revelan un pujante comercio ofertado de cachorros de guepardo– también llamados chitas- , pumas, jaguares, leopardos, panteras negras, leones y diversas variedades de tigres.

Loas cachorros de león y de chita, están entre los más solicitados.

Otros problemas están surgiendo en tanto en los mismos países: recientemente la policía tuvo que salir a cazar un león en el barrio de Bayan, en Kuwait. En Al Ain, en Emiratos, debieron atrapar un guepardo fugado, y otro tanto ocurrió en Al Yahar y en Abu Dhabi.

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