«Yakuzas»: préstamos a mafiosos producen récord de ganancias a bancos japoneses
Los bancos japoneses han acumulado beneficios semestrales inéditos en varios años, una buena noticia que esconde un lado oscuro: las transacciones con las mafias locales.
Entre abril y septiembre, los grandes grupos bancarios del país como Mitsubishi UFJ, Mizuho, Sumitomo Mitsui y otros de menor calibre (Sumitomo Mitsui Trust y Resona) anunciaron beneficios netos con un valor acumulado de 1,65 billones de yenes (unos 17.000 millones de dólares), un 60% más que hace un año.
Dichas ganancias no se veían desde 2006, antes de la crisis financiera internacional y la quiebra del banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers en septiembre de 2008.
Los bancos japoneses han salido beneficiados de la subida general de los valores nipones, gracias a la política de estímulo del primer ministro Shinzo Abe, que ha hecho caer el valor del yen y ha hecho más atractivas las acciones de las empresas exportadoras.
Pero al mismo tiempo, estos mismos bancos reconocen que acordaron préstamos de forma directa a miembros de grupos mafiosos, conocidos en el archipiélago como los «yakuzas».
Desde hace tiempo se sabía que por falta de control, las filiales de crédito al consumo habían cometido este tipo de préstamos.
«Fuerzas antisociales»
Pero hace dos días, en una audiencia ante la comisión de Finanzas del Parlamento, el presidente de la asociación nacional de bancos, Takeshi Kunibe, reconoció que hubo «transacciones directas entre bancos minoristas y personas aparentemente vinculadas a las fuerzas antisociales», un eufemismo utilizado para referirse al crimen organizado.
Kunibe es además el número uno del banco comercial Sumitomo Mitsui Banking, afectado por esta confesión.
También hicieron confesiones similares ante esa comisión parlamentaria el presidente de Mizuho, Yasuhiro Sato, y el de Mitsubishi Tokyo UFJ, Nobuyuki Hirano. Este último dijo que «no podía negar del todo» la existencia de dichas transacciones con los ‘yakuzas’.
Según el diario económico Asahi, otras tres entidades, Resona, Shinsei y Sumitomo Mitsui Trust Bank están en el mismo caso.
Los directivos de los bancos se defienden afirmando que los créditos fueron concedidos antes de darse cuenta de que los beneficiarios eran miembros de organizaciones mafiosas.
Hace varias semanas, la agencia reguladora de servicios financieros (FSA) emplazó a Mizuho a poner fin a los alrededor de 230 créditos concedidos por una de sus filiales, Orico, a miembros de sindicatos del crimen, que pidieron el dinero para comprar coches y electrodomésticos.
Ninguno de los bancos minoristas que reconocieron una posible implicación en estas transacciones ha detallado el número de créditos ni las cantidades concedidas, probablemente pequeñas en comparación con sus beneficios.
No obstante, «el problema es que le están prestando también a mafiosos», lamenta el periodista y ensayista Atsushi Mizoguchi. AFP
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