Niños con padres de nivel educativo alto consumen menos productos que engordan
Un estudio realizado en ocho países de Europa determinó que los padres que tienen niveles educativos altos, logran que sus hijos sean menos consumidores de productos que favorecen la obesidad infantil, a diferencia de progenitores de índices educativos medios que aparecen como más indiferentes al problema y son más permisivos en lo que comen sus hijos.
Los niños de padres con bajo nivel educativo, por su parte son los que menos vegetales consumen, también tienen índices bajos de frutas frescas y son grandes consumidores de alimentos procesados en forma industrial y de bebidas azucaradas, éstos dos últimos responsables de la epidemia incipiente de obesidad infantil en países desarrollados.
Así lo reveló el informe “Identificación y prevención de los efectos sobre la salud inducidos por la dieta y el estilo de vida en niños”, que incluyó datos de 14.450 niños de entre dos y nueve años procedentes de: Italia, Estonia, Chipre, Bélgica, Suecia, Hungría, Alemania y España, documento que publica la revista especializada Public Health Nutrition.
Organización Mundial de la Salud advirtió del problema
La infancia, entendida entre los dos a los catorce años, es un periodo de crecimiento en el que aumentan las exigencias de energía y nutrientes, pero ellos deben ser controlados, ya que la Organización Mundial de la Salud alerta que la alimentación de los más pequeños sin supervisión, ha determinado que alrededor de 40 millones de niños menores de cinco años tuvieran sobrepeso ya en 2010.
Las recomendaciones para los niños mayores de dos años no son muy diferentes de las que se aplican a los adultos: cereales, frutas y verduras, productos lácteos, carnes magras, pescado, aves, huevos y frutos secos, deben tener prioridad ante lo industrializado.
“Los programas de prevención de la obesidad infantil a través de la promoción de una alimentación saludable deberían abordar de manera especial y específica aquellos grupos socioeconómicamente desfavorecidos, con el objetivo de minimizar las desigualdades de salud”, afirma el informe sobre la relación educación de padres-obesidad.
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