Ministra francesa

Directora del FMI, declarada «testigo asistido», escapa a la inculpación

Ministra francesa Lagarde

«Mi estatuto de testigo asistido no es una sorpresa para mí porque siempre actué en interés del Estado y en conformidad con la ley», declaró a la prensa Lagarde al término de dos días de comparecencia, anunciando ella misma el resultado de dos días de comparecencia.

«Mis explicaciones han permitido aportar una respuesta a las dudas que habían sido señaladas respecto a las decisiones que yo tomé en la época», agregó Lagarde, quien anunció que volvía a Washington «para dar cuenta» al consejo de administración del Fondo Monetario Internacional.

El caso

Lagarde, ministra francesa de Economía entre 2007 y 2011, compareció el jueves y el viernes ante la comisión de instrucción de la Corte de Justicia de la República (única instancia habilitada en Francia para juzgar a los miembros del gobierno por hechos ocurridos durante el ejercicio de sus funciones ministeriales) para explicar su papel en la decisión de poner en manos de un tribunal arbitral privado y no en las de la justicia la solución de un diferendo por la venta de la firma deportiva Adidas entre el banco Crédit Lyonnais y el empresario Bernard Tapie, que terminó cobrando 400 millones de euros de compensación.

El estatuto de «testigo asistido» en Francia es una situación intermedia entre la de testigo y la de inculpado. Es menos acusatoria que la inculpación, pero supone empero que la persona en cuestión es concernida por procedimientos judiciales.

En el derecho francés, un testigo no es objeto de ninguna sospecha, un testigo asistido es concernido por una causa, una demanda o un testimonio, mientras que sobre el inculpado pesan «indicios graves o concordantes».

El estatuto de testigo asistido otorga derechos: el de ser asistido por un abogado que tiene acceso al legajo, el de pedir ciertos actos al juez de instrucción, como una confrontación. Es pese a todo un testigo y no puede ser objeto de medidas coercitivas, como la detención provisional o el control judicial.

Si durante la instrucción, los indicios que lo conciernen pasan a ser «graves o concordantes», el testigo asistido puede ser inculpado.

Los expresidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy pasaron sucesivamente en el pasado de uno al otro estatuto en causas que los concernían.

El abogado de Christine Lagarde, Yves Repiquet, declaró el viernes al canal francés a BFM TV que la exministra hubiera actuado de la misma manera hoy si hubiese tenido los mismos «elementos de que disponía en la época». En cambio, no lo hubiera «hecho forzosamente» a la luz de los elementos de que dispone hoy.

Christine Lagarde «sigue estando por supuesto a disposición de la justicia», pero «por el momento es una fase que queda atrás, por lo que sólo podemos congratularnos», agregó el abogado.

Una inculpación en esta investigación por «complicidad de falsificación y malversación de fondos públicos» hubiera debilitado su posición en el FMI, aunque legalmente Lagarde no está obligada a dimitir de su cargo porque comparecía como exministra francesa y no como directora de la institución internacional, que el jueves le reiteró su confianza.

«Conociendo al FMI y el funcionamiento de las instancias de este tipo (…), si fuera inculpada, sin duda, se le pediría que abandonara sus funciones», había declarado el jueves la portavoz del gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem.

Un tribunal arbitral privado condenó en julio de 2008 al Consorcio de Realización (CDR), ente público que administraba el pasivo del Crédit Lyonnais tras su casi quiebra en los años 90, a pagar a Tapie 285 millones de euros de indemnización, suma que con los intereses llegó a 400 millones (520 millones de dólares).

La CJR, que consideró «impugnable» el recurso a ese arbitraje, estimó que Lagarde se implicó «personalmente» en un caso lleno de «anomalías e irregularidades».

La actual directora del FMI ha sostenido siempre que el arbitraje permitió poner fin a un contencioso largo y costoso y que era «la mejor solución en la época».

Pese a ello, el fiscal general del tribunal de casación recurrió a la CJR para implicar a Lagarde.

El fiscal le reprocha haber recurrido a un arbitraje privado cuando se trataba de fondos públicos, haber estado al tanto de la parcialidad de ciertos jueces del arbitraje, haber hecho modificar el protocolo inicial para integrar en él una noción de perjuicio moral (lo que permitió que Tapie cobrara una indemnización suplementaria de 45 millones) y no haber apelado ese arbitraje, cuando varios especialistas así se lo recomendaron.

Christine Lagarde fue nombrada directora del Fondo Monetario Internacional en julio de 2011, en reemplazo de Dominique Strauss-Kahn, quien se vio obligado a dimitir a raíz de las acusaciones de agresión sexual de que fue objeto en mayo de 2011 por una empleada de un hotel de Nueva York. AFP

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