Francia

Gobierno pagará por quilómetro recorrido a quienes vayan a trabajar en bicicleta

Las autoridades francesas confirmaron la aprobación de la iniciativa gubernamental por la que se pagará a los ciudadanos que concurran a su trabajo en bicicleta, a razón de 21 céntimos de euro por quilómetro.

La retribución alcanza a “todos los desplazamientos laborales” con un promedio de entre 5 y 8 quilómetros de viaje, según prevén los técnicos. El gobierno francés explicó que la retribución tendrá no obstante ganancia para las arcas públicas: permitirá ahorrar unos 5.600 millones de euros en gastos sanitarios, por lo beneficios que tendrán las personas que pedalean. También ayudará a reducir las emisiones de gases responsables del calentamiento global.

Las autoridades reconocieron no obstante que habrá que mejorar parte de la infraestructura vial, así como se proponen crear de inmediato un registro nacional de bicicletas para luchar más efectivamente contra los robos de estos vehículos.

El mayor de los aportes en una década

Los observadores consideran que la medida significa el mayor aporte al uso de la bicicleta por parte de los ciudadanos en los últimos diez años. Francia tiene desde pistas para ciclistas, bicicletas de alquiler en muchos puntos de las mayores ciudades, y distintas iniciativas locales para beneficiar a los usuarios… pero hasta ahora nadie se había atrevido a pagar por pedalear. Algunas administraciones como La Rochelle y Rennes, tienen bicicletas municipales gratuitas, a disposición de quien las solicite 24 horas al día cualquier día de la semana.

Estrasburgo tiene la mayor pista ciclística de Francia: 400 quilómetros exclusivos que en buena parte son utilizadas por las “bicicletas parlanchinas”, empleadas por los turistas y que tienen un sistema de parlantes en varios idiomas que explican las bellezas de la ciudad.

París comenzó el pasado verano el alquiler de bicicletas, con 20.000 unidades, esperando sumarse como otras capitales europeas a una tradición de andar en dos ruedas con tracción humana, tal cual ocurre en Viena, Roma y en todas la región nórdica.

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