Los violadores serán castrados, decidió el Consejo de justicia aborigen en Bolivia
En el marco de la justicia comunitaria de los aborígenes –reconocida por la nueva Constitución de Bolivia, aprobada en 2009- el distrito 13 de El Alto, ciudad vecina a La Paz, aprobó la castración como pena para los violadores, y la amputación de una mano a los ladrones reincidentes por tercera vez.
Así lo informó el dirigente Carmelo Titirico, del primer consejo indígena reunido para aprobar las nuevas penas. Bolivia tiene dos sistemas judiciales simultáneos: los tribunales de Justicia ordinarios, y el sistema de justicia comunitario aplicado por los indígenas.
La localidad de El Alto, tiene raíces aymaras y en el lugar se mantienen vivas la lengua y las costumbres de los nativos, cuya influencia se extiende por miles de quilómetros hasta entrado el territorio peruano.
Castración “química” para violadores sexuales
Los pueblos aymaras de El Alto, constituyen una comunidad donde las leyes serán similares, y están priorizando limitar el creciente número de delitos que se ha desatado con la mayor inserción moderna en las comunidades.
“La comunidad indígena aymara financiará el costo de la operación médica de amputación y la castración”, de quienes sean culpables y en caso de no encontrar médicos que hagan la operación, lo harán con médicos indígenas del altiplano.
“La justicia indígena originaria no se maneja entre cuatro paredes como la ordinaria: no vamos a mandar a la cárcel; sabemos que habrá gente que rechace esto pero no vamos a dar marcha atrás”, adelantó Titirico quien está convencido que la sola mención de la pena será suficiente para detener a los agresores sexuales y a los ladrones en tercera tentativa.
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