Nueva York: Departamento de Salud y rabinos enfrentados por circuncisiones
La Corte Distrital federal de Manhattan deberá resolver sobre la diferencia generada entre el Departamento de Salud, de Nueva York, y el rabinato local, por una forma de circuncisión judía, de la rama ortodoxa, que implica “riesgos de salud”, según los médicos estatales.
El Departamento de Salud exige desde setiembre último que los padres den su consentimiento en forma escrita para que los mohels (rabinos encargados del corte ritual) lleven adelante el procedimiento, en tanto entienden que es “de riesgo” para la salud de los infantes.
Grupos judíos y del rabinato se han enfrentado a lo que consideran un atentado a lo protegido por la Primera Enmienda, un ritual religioso. “El gobierno no puede obligar a la transmisión de mensajes que el orador no quiere expresar.
El gobierno sobrepasa sus límites”, afirma el rabino Levi Heber quien asegura que “están en juego la libertad de religión y de expresión”. Agregó que la particular circuncisión ortodoxa, carece de estadística alguna y lo que dicen los médicos son simples suposiciones.
La visión desde lo clínico
El médico Thomas Farley, comisionado de Salud de Nueva York, dijo que su obligación más grande es “proteger a los niños, por lo tanto es importante que los padres conozcan los riesgos asociados a esta práctica”.
La circuncisión ajustada al ritual “metzitzah b´peh” implica después de cortar el prepucio del pene, que el rabino coloque brevemente su boca sobre la herida, absorbiendo una pequeña cantidad de sangre y tirándola.
Luego se aplica una crema antibacteriana y se venda. Los médicos afirman que el procedimiento es de riesgo porque el contacto con la boca del rabino puede transmitir enfermedades como el herpes.
A principio de 2012, funcionarios sanitarios denunciaron que 11 bebes sometidos al procedimiento sufrieron infecciones por herpes, y que dos fallecieron.
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