Taxímetros declaran la guerra a las moto-taxis que comenzaron a circular

Las ocho “mototaxi” que circulan por Madrid, no dan abasto desde que empezaron a trabajar, y ya calculan que podrán multiplicar por veinte la flota en un año, así como han solicitado ampliación de servicios para las ciudades de Barcelona y Sevilla, donde la compañía aspira operar.

“Los clientes por fin hallaron la forma de llegar a su destino a tiempo, esquivando los atascos de forma más económica”, aseguran desde la empresa, que cobra por un recorrido exactamente la mitad de la tarifa que los competidores en cuatro ruedas.

Los problemas de la liberalización

Madrid tiene unos 18.000 taxímetros en funcionamiento, una cifra nada despreciable y que genera altísima competencia, producto de la liberalización del sector cada vez es más común ganarse la vida con el transporte de pasajeros, en un país donde el desempleo alcanza niveles históricos.

Las motos están haciendo su agosto, y desde los competidores de cuatro ruedas, cada día se siente mayor presión: ahora han pedido oficialmente al Ayuntamiento que prohíba el servicio, alegando razones que van de la peligrosidad a la contaminación, pero ninguna ha sido lo suficientemente válida como para suspender la idea.

Las mototaxi, piden ahora paradas especiales, fuera de las áreas donde se estacionan los taxis convencionales, para evitar más roces.

Las motos, del modelo John Wayne Galaxy, presentan además cascos con forros de papel desechables para los pasajeros y respaldos plásticos también desechables para quienes no desean contaminar sus ropas.

Poseen techo especial para inclemencias meteorológicas, sistema GPS, y canasta trasera con capacidad suficiente para las valijas con las medidas autorizada por las empresas aéreas en Europa.