"Cuatro años más"

Lo impensable avanza: el primer presidente negro de EEUU sobrevive a la crisis y va por segundo mandato

Barack Obama candidato

«Acepto su investidura para el cargo de presidente», afirmó Obama ante una audiencia enfervorizada de miles de delegados y después de subir al podio presentado por su esposa, Michelle, a quien besó en la boca, arrancando ovaciones de las al menos 15.000 personas presentes en el Timer Warner Arena de Charlotte (Carolina del Norte, sureste), donde cerró la Convención Nacional Demócrata.

Antes de Obama, el vicepresidente Joe Biden también aceptó la investidura del partido para la reelección, en un discurso donde defendió el programa para la clase trabajadora estadounidense y atacó sin contemplación al rival republicano.

La elección del 6 de noviembre será «la más decisiva» para toda una generación, dijo Obama, interrumpido varias veces por el público que pedía «cuatro años más», ondeando banderas estadounidenses y alzando carteles que decían «Gracias».

«En cada tema la elección a la que se enfrentan no será solamente entre dos candidatos o dos partidos» aseguró Obama. «Será una elección entre dos caminos diferentes para Estados Unidos», añadió.

«No voy a pretender que el camino que estoy proponiendo sea rápido o fácil», afirmó.

«En los próximos años se tomarán grandes decisiones en Washington, sobre el empleo y la economía, los impuestos y los déficits, la energía y la educación, la guerra y la paz, decisiones que tendrán consecuencias enormes sobre nuestras vidas y las de nuestros hijos» en décadas, añadió Obama, quien recordó que sus compatriotas lo eligieron en 2008, entre otras cosas, para decirles «la verdad».

«Nuestros amigos en la Convención Republicana (celebrada la semana pasada) estaban encantados de hablar de todas las cosas equivocadas en Estados Unidos. Pero no tenían mucho que decir a la hora de aclarar cómo las mejorarían», dijo.

Antes de que Obama terminara su discurso con una lluvia de confeti y acompañado por toda su familia, incluidas sus dos hijas y su suegra, Romney envió un comunicado sosteniendo que el presidente «ofrece más promesas, pero no ha cumplido las que hizo hace cuatro años», por lo que es hora de «cambiar de dirección».

Pero Obama recordó a sus seguidores que prometió «que acabaría la guerra en Irak y cumplí». «Prometí centrarme en los terroristas del 11-S. Cumplí. Hemos detenido el empuje talibán en Afganistán, y esa guerra acabará en 2014. Una nueva torre se alza en Nueva York, Al Qaida será derrotada y Bin Laden ha muerto», lanzó ante una multitud que se puso de pie para aclamarlo.

El presidente estadounidense acusó a Romney de no estar preparado para la diplomacia internacional tras «insultar» a Gran Bretaña, «nuestro mejor aliado», durante una visita que el republicano realizó a Londres con motivo de los Juegos Olímpicos.

Al igual que Obama, Biden se enfocó en desmontar los argumentos más proclives a los negocios y al aumento de impuestos a la clase media que propone Romney, investido por su partido el jueves pasado en Tampa (Florida, sureste).

En su discurso, Biden criticó a Romney porque «cree que en una economía global, no importa dónde invierten su dinero las compañías estadounidenses, o dónde crean empleos».

«Me pareció fascinante cuando la semana pasada (durante la convención republicana) el gobernador Romney dijo que, si fuera presidente, emprendería una gira por el empleo. Con todo el apoyo que le ha dado a la deslocalización de trabajos, más vale que sea un viaje al extranjero», lanzó.

Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue la irrupción sobre la tarima de la congresista Gabrielle Giffords, quien era una estrella demócrata en ascenso cuando en enero de 2011 en Tucson (Arizona, suroeste) resultó gravemente herida en la cabeza durante un tiroteo en un mitin.

Con dificultad para caminar y hablar, Giffords subió al escenario con la ayuda de la presidenta del Comité Nacional Demócrata Debbie Wasserman Schultz y ambas juraron la bandera, con una ovación del público que se puso en pie.

Un gran número de estrellas políticas y del entretenimiento subió al podio para pedir el voto por Obama, entre ellas las actrices Eva Longoria y Scarlett Johanson y la hija del expresidente estadounidense John F. Kennedy, Caroline Kennedy.

Además, el cantante de origen puertorriqueño Mark Anthony interpretó el himno nacional, la reina del R&B Mary J. Blige puso a bailar al público y la banda de rock Foo Fighters ofreció el tema «My hero» para una noche de proselitismo demócrata.

El viernes, Obama, acompañado de su carismática esposa, volverá a ponerse en la primera línea de la campaña cuando partan con Biden a New Hampshire (noreste) y Iowa (centro), dos estados clave donde Romney tiene previsto viajar el mismo día.

Ambas campañas tendrán los ojos puestos en las próximas horas en el impacto de la convención demócrata en la intención de voto del electorado, sobre todo cuando el viernes en la mañana se tiene que dar a conocer el último reporte de las cifras de desempleo en Estados Unidos.

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