Advertencia

ALBA: Ingreso a embajada de Quito en Londres tendría «graves consecuencias»

El eventual ingreso de la policía británica a la embajada de Ecuador en Londres para detener al asilado Julian Assange tendría «graves consecuencias en el mundo», advirtieron en una declaración los cancilleres del ALBA, reunidos este sábado en Guayaquil.

«Advertimos al gobierno del Reino Unido acerca de las graves consecuencias que se desencadenarían en todo el mundo en caso de agresión directa a la integridad territorial de la República de Ecuador en Londres», señaló el comunicado leído por el canciller venezolano Nicolás Maduro al término del encuentro.

La reunión de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) se produce dos días después que Ecuador concediera asilo diplomático Assange, fundador de WikiLeaks, quien se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres el 19 de junio pasado para evitar su extradición a Suecia.

En la reunión, los cancilleres respaldaron a Ecuador, luego de que el gobierno denunció que el Reino Unido le amenazó con ingresar a su embajada en Londres para detener a Assange.

«Estas amenazas constituyen un acto hostil, una violación incuestionable al derecho internacional (…) que ofende y lastima a toda nuestra América», dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez en la apertura de la reunión.

En tono similar, el ministro venezolano Nicolás Maduro aseguró que «esto no es un conflicto bilateral entre dos países, está en el centro el respeto al derecho internacional, el respeto al derecho humanitario y el respeto a las embajadas y los cuerpos diplomáticos».

Assange, de 41 años, es requerido por la justicia sueca por cargos de agresión sexual que él niega haber cometido. El fundador de Wikileaks teme que Suecia pueda ser solo un paso antes de una posterior extradición a Estados Unidos, donde se le indaga por espionaje debido a la publicación de cientos de miles de cables secretos del Departamento de Estado.

El gobierno de Estados Unidos declaró el viernes que «no forma parte de la Convención de 1954 de la OEA (Organización de Estados Americanos) sobre el Asilo Diplomático y no reconoce el concepto de asilo diplomático como una cuestión de derecho internacional».

En un reflejo de que las tensiones no han cedido, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, señaló a los cancilleres que «lo que ha sucedido es extremadamente grave no solo para Ecuador sino (…) para el planeta entero».

«No agotaremos esfuerzos ni instancias para lograr el rechazo y la condena unánime a esta inaudita amenaza y posibilidad, porque les insisto, el Reino Unido no se ha retractado de esta amenaza y podría ingresar a nuestra embajada, hoy, mañana», aseveró el mandatario.

El canciller británico había dicho el viernes sin embargo que «no hay amenaza alguna aquí de tomar por asalto una embajada».

El presidente ecuatoriano recordó el sábado que antes de conceder el asilo a Assange, su país agotó «todas las instancias para una solución diplomática» del caso.

«Se pidió siempre la garantía de la no extradición a un tercer país», dijo en alusión a Estados Unidos. «Jamás Inglaterra ni Suecia quisieron garantizar eso», manifestó.

Por su parte, el gobierno de Australia confirmó que su legación diplomática en Washington está preparada para una eventual extradición de Assange a Estados Unidos aunque habló de «planes de contingencia» y admitió que aún «no hay pruebas de que esa extradición se vaya a producir».

Pese a que fue advertido de que sería detenido apenas ponga un pie fuera de la embajada de Ecuador en Londres, Assange dijo que el domingo haría una declaración pública a las 13H00 GMT «delante de la embajada», donde este sábado grupos de seguidores del australiano esperaban con expectativa.

Kristinn Hrafnsson, número dos de Wikileaks, dijo este sábado en un diálogo telefónico con la AFP en Londres que «por razones de seguridad» no podía «dar detalles» sobre cómo se llevará a cabo esa declaración.

Los cancilleres del ALBA solo tuvieron el tratamiento del conflicto entre Ecuador y Gran Bretaña como único tema en agenda, según informó la cancillería ecuatoriana.

El ALBA es una alianza subregional de países conformada a instancias del presidente venezolano Hugo Chávez y está integrada además por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda.

Quito convocó además a los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el domingo en Guayaquil para estudiar la situación.

En vísperas de esa reunión, Brasil y Argentina adelantaron que defenderán la inviolabilidad de la embajada ecuatoriana en Londres.

«Nosotros nos solidarizamos con Ecuador, cuando se trata de defender la inviolabilidad de las instalaciones de representaciones diplomáticas en el exterior», afirmó el canciller brasileño, Antonio Patriota, al diario O Globo.

En tanto, la cancillería argentina emitió un comunicado en el que solicitó al Reino Unido «que retire su amenaza y acepte su obligación de respetar la Convención de Viena tal como se comprometió en 1961″.

Mientras tanto en Londres, un portavoz del ministerio británico de Relaciones Exteriores declaró que Gran Bretaña está decidida «a trabajar con los ecuatorianos para resolver este caso amistosamente».

A pedido de Ecuador, la OEA convocó a una reunión de los cancilleres de sus 34 Estados miembro para discutir el caso de Assange el 24 de agosto en Washington.

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