"Vivimos como animales"

Suman 30 mineros huelguistas sudafricanos asesinados por la policía frente a las cámaras de TV

Al menos 18 muertos, reportan agencias

El enfrentamiento, cuyas impactantes imágenes fueron difundidas por las televisoras locales, fue breve pero intenso. Las imágenes muestran a la policía abrir fuego contra un grupo de manifestantes, que caen abatidos en medio de una nube de polvo.

«Sí, ha habido muertos», afirmó por mensaje de texto a la AFP Zweli Mnisi, consultado sobre el balance del enfrentamiento, sin dar cifras. Un fotógrafo de la AFP vio al menos cinco cuerpos ensangrentados de mineros huelguistas justo después del tiroteo.

El presidente de Lonmin, Roger Phillimore, achacó implícitamente a las fuerzas del orden la responsabilidad de los sangrientos enfrentamientos.

«La policía sudafricana estaba encargada del orden y la seguridad en el terreno desde el inicio de la violencia entre sindicatos rivales este fin de semana», señaló Phillimore en un comunicado publicado la noche del jueves.

«Por supuesto deploramos profundamente esas muertes, en lo que constituye claramente un asunto de orden público más que un conflicto social», agregó.

El ministerio, dijo por su parte Mnisi, «considera que, dada la volatilidad de la situación, la policía actuó lo mejor posible».

«Lo sucedido hoy (…) no debería haber sucedido en una democracia, porque el derecho a manifestar es un derecho legal y constitucional reconocido para cada ciudadano», admitió el vocero. «Sin embargo –agregó– teníamos una situación con gente armada hasta los dientes, que se se estaban matando entre ellos».

«Vivimos como animales»

El jueves por la mañana, varios cientos de mineros armados con porras, barras de hierro y machetes se agruparon fuera de la mina de la empresa Lonmin. Los huelguistas reclaman importantes aumentos de salario.

Durante la jornada, la dirección de la mina los intimó a reanudar el trabajo el viernes, amenazando con despedir a los que se negaran a hacerlo.

Ante la negativa de los mineros a dispersarse, la policía les arrojó gases lacrimógenos y les disparó balas de goma. No queda claro en qué circunstancias la policía pasó a usar balas reales.

Tras el tiroteo, las imágenes difundidas por la televisión muestran a la policía con chaleco antibalas que se acerca apuntando hacia los cuerpos de los hombres que yacen en el suelo, varios de los cuales probablemente ya estaban muertos.

Los incidentes del jueves se produjeron tras los diez muertos registrados desde el domingo.

La violencia se había desencadenado el 10 de agosto, cuando cientos de manifestantes lanzaron una huelga. Algunos de ellos, alentados por el sindicato ACMU, reclamaban salarios de 12.500 rands por mes (unos 1.500 dólares), es decir el triple de su salario actual, que es de unos 4.000 rands (500 dólares).

Los enfrentamientos estallaron entonces entre partidarios del poderoso sindicato minero NUM y los de la rama gremial disidente ACMU.

«Nos explotan, ni el gobierno ni los sindicatos han acudido a ayudarnos», había declarado el miércoles pasado uno de ellos, Thuso Masakeng. «Las mineras hacen plata gracias a nuestro trabajo y no nos pagan casi nada. No podemos tener una vida decente. Vivimos como animales con salarios miserables».

Los mineros viven en condiciones miserables en viviendas precarias adyacentes a la mina, sin agua corriente.

Lonmin afirma que la huelga ya le costó seis días de producción en Marikana, es decir unas 300.000 toneladas de mineral. La empresa estima ahora improbable alcanzar su meta de producción anual de 750.000 onzas de platino.

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