En la lista del PP para los comicios municipales

Ana Botella quiere ser la "Hillary Clinton española"

Botella será la encargada de los asuntos sociales, su área preferida, en el Ayuntamiento de la capital si en los comicios del próximo 25 de mayo gana la lista del Partido Popular (PP) que encabeza Alberto Ruiz-Gallardón.

«Vengo a la política para dedicarme a los ciudadanos, especialmente a quienes necesitan más oportunidades para superar las desigualdades», anunció Botella en un acto sobre política social que su partido realizó en un hotel de la capital.

Botella, de 49 años, estableció un simil taurino para confirmar su decisión –«bajo al ruedo de la política»– y subrayó su intención de «estar tan cerca como sea posible de los ciudadanos, de sus problemas reales y de sus necesidades», y de «hacer de Madrid la mejor ciudad del mundo».

La nueva candidata citó a su esposo como referente político: «Mi ilusión por la política se la debo en gran parte a la persona con la que comparto mi vida desde hace veintiocho años», afirmó.

Si el PP gana las elecciones municipales Botella será la concejala de Asuntos Sociales, o incluso, según publicó ayer el diario El País, el partido podría crear para la esposa de Aznar una Tenencia de Alcaldía de Atención a la Familia.

Ante un centenar de periodistas y arropada por dirigentes del PP, Botella confirmó lo que era un secreto a voces y que el pasado 7 de noviembre tuvo el primer avance oficial cuando lo anunció Gallardón, quien deja la presidencia de la Comunidad de Madrid (el gobierno regional) para aspirar a la alcaldía. Gallardón comunicó la propuesta que había realizado a Botella para que concurriera en su lista al Ayuntamiento, aunque fuentes periodísticas sostienen la hipótesis de que fue Botella quien mostró su interés por ser concejala de Asuntos Sociales, y Aznar le transmitió la sugerencia a Gallardón.

Aznar debe su entrada en la política a su esposa, militante de Alianza Popular (AP, hoy Partido Popular) desde 1979: fue ella quien llevó al hoy primer ministro –entonces votante del partido centrista UCD– a la sede de AP para afiliarse.

Abogada, funcionaria en excedencia (supernumeraria) y mujer conservadora, Botella ha tenido siempre mucha influencia sobre su esposo, a quien acompaña en todos sus viajes como presidente, además de participar en numerosos actos del partido y ser presidenta de la ONG Mensajeros por la Paz.

Como esposa del primer ministro rompió la tradición de sus antecesoras –las esposas del socialista Felipe González y del centrista Adolfo Suárez– y ocupó el puesto de primera dama al estilo estadounidense. De hecho, en las entrevistas nunca ha negado su ambición de convertirse en una «Hillary Clinton a la española».

Botella barajó también la posibilidad de saltar a la política nacional como senadora, pero finalmente se decidió por la tarea municipal debido a su deseo de estar cerca de los ciudadanos. Las encuestas prevén una victoria del PP en las elecciones municipales en Madrid pero mantienen la incógnita con respecto a la posibilidad de una mayoría absoluta.

El salto a la política de Botella se produce un año antes de la retirada de Aznar, quien no se presentará a la reelección por tercera vez en las elecciones generales de marzo de 2004.

A falta de un sondeo interno del PP sobre el efecto de la presencia de Botella en la lista encabezada por Gallardón, en la calle se debate si la esposa de Aznar cambiará o no el perfil progresista que se atribuye a Gallardón.

En este sentido, las candidatas socialista y de Izquierda Unida a la alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez e Inés Sabanes, respectivamente, dijeron que «con su entrada se pone de manifiesto el perfil netamente conservador de la candidatura de Gallardón».

En cualquier caso, el anuncio de Botella, que acapara estos días la atención informativa, le sirve al gobierno como revulsivo en su momento más bajo de popularidad debido a la catástrofe ecológica producida por el hundimiento del petrolero Prestige.

Sitúa además a Gallardón en la carrera por la sucesión de Aznar, codo con codo con los ministros Rodrigo Rato, Mariano Rajoy, y el ex ministro Jaime Mayor Oreja. *

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