Jubilación de amas de casa en proyecto

La jubilación del ama de casa es reivindicada por ese colectivo y algunas de las organizaciones que ha sabido darse, aunque no está exenta de polémica en tanto se confronta con el reparto equitativo de las responsabilidades familiares entre mujeres y hombres, de modo que ambos sexos tengan las mismas oportunidades en materia de acceso a educación y empleo.

Un proyecto de ley presentado por la senadora nacionalista y candidata a la Intendencia Municipal de Montevideo Ana Lía Piñeyrúa, se inclina por la viabilidad de dicha jubilación. Otro de la también nacionalista diputada Verónica Alonso apunta a mejorar las condiciones de empleabilidad de las mujeres mayores de 40 años, mediante exoneraciones tributarias a las empresas que las contraten.

?No queremos más exclusiones. Hay un grupo de la sociedad ignorado, su debilidad consiste en el inmenso potencial de su labor que no se animan a reconocer?.

La denuncia fue formulada por la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios del Uruguay el pasado 8 de marzo, que en el comunicado difundido plantea: ?¿El ama de casa existe? Si la respuesta es positiva, ¿por qué se nos niegan todos los derechos? ¿Por qué no se nos incluye en las políticas sociales con nombre y apellido? ¿Por qué no tenemos derecho a una jubilación??.

 

VALORIZACION DE LAS TAREAS DEL HOGAR

El mismo día se hizo pública una respuesta a esa preocupación. La senadora Ana Lía Piñeyrúa presentó un proyecto de ley que en su artículo 1 establece: ?Las tareas del hogar que cumple la mujer en el ámbito de su vida familiar, constituirán servicios computables a los efectos de las prestaciones de invalidez, vejez y supervivencia que administra el Banco de Previsión Social?. A continuación se definen como tareas del hogar ?las destinadas al desarrollo de la vida familiar y de los integrantes de la familia, en condiciones adecuadas de alimentación, salud e higiene y especialmente las que refieren al cuidado de los hijos a cargo, desde el momento de su nacimiento hasta la mayoría de edad o alejamiento del hogar?. Se entiende que este último es ?el ámbito físico donde se desarrolla la vida familiar de una pareja legalmente establecida, unida en los términos previstos por la Ley 18.246 (de unión concubinaria) o la familia monoparental cuyo titular sea una mujer?. Las tareas del hogar también serán computables para la jubilación común y por edad avanzada siempre que se declaren dichos servicios en forma anual, con los requisitos que se establezcan reglamentariamente.

?Este proyecto de ley reconoce el papel de la mujer como pilar del núcleo familiar y las postergaciones o condicionamientos de sus proyectos personales como consecuencia del desempeño de dicho rol, reconociendo los servicios que presta como tal, a los efectos de posibilitar o mejorar las prestaciones de retiro previstas en el régimen de seguridad social que administra el BPS?, expresa Ana Lía Piñeyrùa en la exposición de motivos de su iniciativa.

 

SERVICIOS ACREDITABLES

Sólo podrán acreditar servicios asociados a las tareas del hogar quienes hayan permanecido un mínimo de 6 meses ininterrumpidos sin actividad remunerada de especie alguna, y no se encuentren registradas como cónyuge colaborador de un trabajador no dependiente afiliado al BPS.

Los años de servicio se computarán, en general, a razón de un mes por cada 3 de actividad efectiva en tareas del hogar. En caso de que la mujer tenga al menos un hijo a cargo de entre 6 y 12 años que curse regularmente la escuela primaria y la finalice, o un hijo con discapacidad, el cómputo será de un mes por cada 2; tanto si el hijo es menor de 6 años como si la discapacidad es severa, será de un mes por cada mes.

Una limitante para acreditar años en la forma antedicha, es que el ingreso del núcleo familiar supere las 10 bases de prestaciones y contribuciones (a la fecha, alrededor de $ 20.600).

El proyecto de Piñeyrúa prevé que las prestaciones referidas se financien con recursos de Rentas Generales.

 

PARA MAYORES DE 40

Otro proyecto de ley, destinado a mejorar la empleabilidad de las mujeres, fue presentado también el 8 de marzo por la diputada nacionalista Verónica Alonso. El mismo propone facultar al Poder Ejecutivo ?a exonerar el pago de los aportes patronales de la trabajadora incluyéndose el que se vierte al Fondo Nacional de Salud, a las empresas de naturaleza privada que contraten trabajadores mayores de 40 años y de sexo femenino?.

Los requisitos para obtener el beneficio, por un plazo máximo de dos años, incluyen que en los dos meses inmediatos anteriores a la contratación de nuevas trabajadoras la empresa no haya despedido funcionarios que realizaran similares o iguales funciones, que las trabajadoras que se incorporen hayan permanecido desocupadas desde por lo menos dos años antes de la fecha de la contratación y que se las capacite a los efectos de su recalificación y reinserción en el mercado laboral.

En la exposición de motivos se recuerda que hoy la esperanza de vida al nacer para las mujeres es de 80 años. Sin embargo, cuando cumplen 40, todavía no tienen edad para jubilarse pero se encuentran en un momento plenamente activo de sus vidas, no encuentran trabajo, lo que también les impide acumular años de servicios para la pasividad.

?A pesar de la creencia que son los hombres quienes mantienen los hogares, en nuestro país de cada 100 hogares, 24 son mantenidos exclusivamente por hombres, 28 cuentan con hasta un 40% de ingreso femenino; 23 son mantenidos exclusivamente por mujeres, 15 son hogares de co-provisión económica y 10 cuentan con mayor aporte femenino (60% y más del total de ingresos?, informa Alonso basada en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

AUTONOMIA ECONOMICA VS. VIOLENCIA DOMESTICA

?Para generar una sociedad más inclusiva, es necesario que las políticas para las mujeres no sean solamente políticas sociales para de esta manera evitar otros males. Por ejemplo el problema de la violencia contra la mujer no se resuelve si no se resuelve la autonomía económica de la mujer?, afirma Alonso.

La Liga de Amas de Casa apunta en el mismo sentido, cuando afirma que ?Se habla de violencia doméstica, se pone el énfasis sobre las situaciones de sometimiento físico y psicológico que sufren tantas mujeres?, pero ?debemos reflexionar si muchas de esas situaciones no acontecen porque no se ha sabido valorizar la presencia de la mujer en el ámbito doméstico, pues a través del tiempo esa labor que cumple silenciosamente no ha tenido ningún tipo de reconocimiento?.

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