Parrado afirma que existen organizaciones que se niegan a atender a los violadores

Renacer: centro de asistencia y apoyo al varón en crisis, que trabaja en soledad

El especialista recordó que Renacer, el centro de asistencia y apoyo al varón en crisis, empezó a funcionar el 1 de marzo de 1994 tratando sólo a hombres violentos en sus orígenes, y luego agregó la problemática sobre la masculinidad y género. «Fundamentalmente se trabajó con jóvenes estudiantes, para tratar de inculcar el tema en la cabeza de las futuras generaciones». Además señaló que a partir de 1997 incorporaron el trabajo con abusadores sexuales. Al respecto dijo que «somos la única institución en toda Sudamérica que trabaja en este tema, ya que muchos profesionales (abogados y psicólogos) le dan la espalda al tema por su complejidad».

«Según una muestra realizada por nuestra institución, de 1997 hasta la fecha, casi el cien por ciento de los abusadores fueron abusados en su niñez por terceros», afirmó el entrevistado. La sede central está ubicada en San José 1317, apartamento 101, atienden los viernes de 20.00 a 24.00 horas y los teléfonos son: 902 06 61 y 099 618375. El especialista afirmó que desde que se creó la ley de violencia doméstica (año 2002), el número de consultas ha aumentado considerablemente, pero a su vez dijo que el nivel de deserción es muy alto.

 

Metodología de trabajo

Parrado señaló que se trabaja en grupos de manera psicoeducativa, a cargo de psicólogos y psicólogas, que se dividen en grupos de menores de 18 años y grupos de mayores. Señaló que a su vez se dividen en grupos de hombres violentos o abusadores domésticos, y en grupos de abusadores sexuales. Remarcó que hay mayor porcentaje de consultantes violentos que de abusadores sexuales, y que en ambos grupos existen cuatro niveles de trabajo. El primero es el de los recién llegados, donde se enseñan técnicas para evadir los conflictos con sus parejas. «La mayoría de los hombres se definen al principio como víctimas de violencia doméstica, ya que a algunos realmente les cuesta reconocer que ellos son los que emplean la violencia hacia su pareja».

El segundo nivel está integrado por las personas que evolucionaron en la primera fase y que dejaron de ejercer violencia física, y dijo que en este nivel se trabaja más en profundidad en la parte teórica (definición y tipos de violencia doméstica). El tercer nivel señaló que se va a trabajar, en marzo de 2007, en conjunto con mujeres que formen parte de un instituto de mujeres, víctimas de violencia. Al respecto manifestó que «la idea es trabajar en conjunto con hombres violentos y mujeres víctimas de violencia que ya hicieron un proceso, y así poder trabajar con equidad. Es en esta etapa donde se ven los mejores resultados de todo el proceso».

Dijo que el cuarto y último nivel es el más complejo de todos ya que se trabaja en conjunto con la pareja del consultante. El entrevistado aclaró que los consultantes, que ya superaron los 1.500, son personas de todos los estratos sociales. Al respecto agregó que «el servicio es muy democrático, recibimos a periodistas de renombre, políticos, policías, militares, así como también gente común y corriente». Dijo que el mayor porcentaje de los consultantes son derivados de los Juzgados por infringir en violencia doméstica, pero señaló que existe una gran cantidad que se acerca en forma voluntaria y otros por orden de terceros. «Muchas veces las mujeres les dicen a su marido o vas a consultar o me separo, y a veces son derivados por instituciones de mujeres». Señaló que para que se modifique la realidad, hay que cambiar el tema de la masculinidad. Al respecto dijo que «hoy en día siguen existiendo muchos hombres que hacen chistes machistas, y otros tantos que se ríen. Yo creo que esto quiere decir que el 100% de los varones ejerce violencia al género, algunos más y otros menos. Hay un estudio del sociólogo Javier Donángelo que dice que el 93% de los homicidios de los últimos años fueron cometidos por hombres. Quiere decir que los varones somos violentos con nosotros mismos, y violentos con las mujeres. Para que exista equidad entre ambos géneros van pasar muchísimos años. En todas las sociedades del mundo existe violencia del género, en algunas más que en otras, pero creo, pese a todo, que nuestro país es un poco mejor que el resto de los países de la región. El primer paso es que los hombres reconozcamos que vivimos en una sociedad machista, donde todo está pensado a partir del hombre, y reconocerlo es fundamental para que empiece a darse el cambio».

 

Los violadores

En cuanto a los casos más impactantes, el director de Renacer recordó el caso del único violador callejero que atendieron. Al respecto señaló que «trabajamos con este individuo tanto en la cárcel como en nuestro instituto. Me acuerdo que en una de las charlas nos confesó algo muy impactante: «Yo violo a personas para que me envíen a la cárcel, porque estando preso es la única forma que no viole más». Parrado agregó que pasaron por el instituto cerca de 100 violadores, de los cuales ninguno volvió a reincidir, y que la mayoría son violadores domésticos, «el famoso tío bueno». Sobre el tema recordó el caso «de un hombre que había violado a su hija y fruto de esa violación nació un bebé. El nos preguntaba cómo tenía que tratarlo: ¿como un nieto o como un hijo? Son situaciones y realidades que a la gente les cuesta entender». El entrevistado aclaró que la diferencia entre abusador sexual y violador es que el primero de los nombrados no practica la penetración. «Los abusadores sexuales son los sujetos que les tocan las partes íntimas a las mujeres, y algunos de ellos son personas que practican el exhibicionismo público».

El psicólogo dijo que a los violadores en primer lugar se les hace reconocer el daño que le hicieron a las otras personas, se trabaja mucho en cómo fue su historia de vida y por qué llegaron a eso. Al respecto agregó que «se les hace entender cómo van a ser vistos y tratados por la sociedad, lo cual es muy jodido. Hay mucha gente defensora de los derechos humanos (abogados y psicólogos) que no los quiere atender, pero sí atienden a homicidas. Son gente enferma, pero hay gente que quiere castrarlos, matarlos y tirarlos a las pirañas, y creo que esa no es la solución. El sistema en este país los ha dejado de lado.

Además, la teoría dice que quien abusa sexualmente de alguien, no abusa sólo de una persona, siempre es más de una persona. Es por eso es que hay que trabajar a tiempo con cada uno de estos individuos, para que el daño no se multiplique», finalizó diciendo el entrevistado. *

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