TELEVISIÓN RÉCORD

Debuta “Adán y Eva”: España asombrada más por la ignorancia que por los desnudos

Aunque batió el récord de audiencia con casi 3 millones de televidentes, “Adán y Eva” el primer programa de citas de desnudos en TV de aire, dejó azorada a la audiencia y la crítica por las respuestas de los participantes que mostraron un desnudo mental de órdago.

Alcanzó el 14.8% de la audiencia y pasó a ser el programa de entretenimiento más visto en la televisión española

Las publicaciones españoles no cesan de repetir una y otra vez las partes más concluyentes de las conversaciones que los participantes mantuvieron, desnudos, en una isla mediterránea, mientras intentan encontrar el amor ante las cámaras.

El “reality” –copia de un programa holandés de audiencia top en la materia- ha debutado “con un argumento más sencillo que un puzzle de una pieza”: enviar un hombre y una mujer a un lugar paradisíaco para que intimen y eventualmente se enamoren. Una cita extensa, de días, pero siempre desnudos. Alcanzó el 14.8% de la audiencia y pasó a ser el programa de entretenimiento más visto en la televisión española, con “tendencia” en Twitter, gracias a 124.000 comentarios.

Una “desnudez cultural” que impactó más que los cuerpos sin ropas

Sin embargo el comentario general estuvo lejos del tema de los desnudos corporales, y enfatizó los comentarios de los cuatro primeros protagonistas de la saga.

En sus charlas refieren a La Alhambra diciendo “La Alambrada? Eso es de alambre?, dónde está, en Córdoba?”. Otro apunte sobre el nombre de programa hizo que señalaran que viene “del primer fascículo de la Biblia”. La que aparece como la más culta de las dos chicas, reflexionó que “de arte sé poco pero sí leo libros de Dan Brown donde cuenta cosas de Da Vinci, y eso”.

En geografía española, llegaron a preguntarse: “¿El Manzanares? ¿Eso qué es? Me suena a fruta”. Reconoció también una de las jóvenes que quiere para pareja “un tío con buena economía porque yo siempre he vivido muy bien. Es importante que tenga un buen coche, a poder ser Mercedes o BMW porque yo nunca he conducido una gama inferior. Que sea un caballero, que siempre conduzca él y que pague las cenas, nada de hacerlo a medias”. Su compañera de programa fue aún más compleja: “No me gustan los pelirrojos porque me hacen sentir a mí pelirroja”, sentenció.

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