Jahel Quiroja, heroína de Colombia

En el mes de marzo los países de nuestra América recuerdan a mujeres que se han comprometido con causas justas a favor de mejorar la vida de la población. A través de la historia han sido muchas las heroínas y protagonistas de luchas sociales en este continente. Las décadas de 1980 y 1990 marcadas por la violencia en Colombia tuvieron en Jahel Quiroga Carrillo, fundadora de la organización no gubernamental Reiniciar a la exponente del coraje para defender a las víctimas del paramilitarismo y el terrorismo de Estado contra los dirigentes, militantes y simpatizantes del movimiento político Unión Patriótica (UP).

Jahel nació en el municipio de Chaparral, ubicado en el departamento de Tolima. Desde niña presenció sucesos de violencia política, cuando su padre fue atacado por adversarios, quedando mal herido en la plaza pública. En las escuelas públicas y en su hogar donde recibió una sólida formación aprendió a no dejarse intimidar y a trabajar siempre por la justicia. Tuvo la oportunidad de conocer a Celmira Cruz, activista que sobresalía por su elocuencia y oratoria. Una de las tías de Jahel, Matilde leía el semanario Voz Proletaria y las revistas China Ilustrada y China Reconstruye en idioma español que recibían por correo postal desde Pekín.

En 1985 tras los Acuerdos de Paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el gobierno del presidente Belisario Betancur Cuartas (1982-1986), Jahel Quiroga comenzó a militar en el movimiento político Unión Patriótica (UP). El Estado colombiano se había comprometido a respetar a todos y a cada uno de los dirigentes, militantes y simpatizantes del nuevo partido que surgía como una esperanza de paz y también de apertura política dentro del sistema.

Transcurría el mes de agosto de 1986. Aumentaban las amenazas de la extrema derecha contra la UP y en la ciudad de Barrancabermeja, departamento de Santander fue asesinado Leonardo Posada, representante a la Cámara por la UP. Jahel decidió luchar para que ese crimen no quedara impune. Dos años después se desempeñó como concejal (regidora municipal) en la urbe santandereana, tras ser elegida para el periodo 1988-1992.

 El día 29 de enero de 1992 mientras trabajaba en su oficina vio como caía abatida a balazos, Blanca, su compañera, amiga y secretaria particular. Prepara testimonios de las agresiones y víctimas con sus compañeros de la UP y deciden viajar a Washington, D.C., Estados Unidos, desde el año 1993, a la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para denunciar al Estado colombiano por ejecutar una campaña de intimidación y exterminio contra sus compatriotas, correligionarios, dirigentes, militantes y simpatizantes.

 Los reconocimientos a las mujeres colombianas se realizaban como todos los años en el mes de marzo de 1997. El día 12 recibió la noticia de que la CIDH admitió la demanda por el dramático asesinato, las masacres, desapariciones y amenazas contra integrantes de la UP. Dos décadas después, este tercer mes del año 2017 comienza enlutado para las luchadoras sociales de Colombia. Ruth Alicia López Guisao, líder campesina, defensora de los derechos humanos y sobreviviente de la UP fue asesinada el pasado jueves 2 de marzo en el barrio Olaya Herrera de Medellín. Era integrante de Asokinchas una asociación agroecológica interétnica e intercultural, reconocida por la población y algunas autoridades del departamento de Antioquia.

 Este suceso muestra que lamentablemente en Colombia persisten los grupos paramilitares de extrema derecha vinculados al narcotráfico que siempre se han opuesto a la paz con justicia social, desde el año 1985 cuando surgió la Unión Patriótica tras los Acuerdos de Paz entre las FARC y el gobierno de Belisario Betancur Cuartas hasta marzo de 2017 en medio de las expectativas por el desarme de la insurgencia fariana, tal como fue pactado, con el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón y que tiene acompañamiento internacional asesorado por la Organización de Naciones Unidas.

En memoria de Ruth Alicia López