P.O.D.E.M.O.S.: ¿mucho pan, poca miga?

Pablo Iglesias y P.O.D.E.M.O.S.: ¿mucho pan, poca miga?
.Antonio Javier Gómez Jiménez
(doctor en Pedagogía) javilalaguna@hotmail.com
Tenerife. islas Canarias.

En España, tras la transición desde la dictadura franquista, en 1975-1978, hasta la actualidad, un partido de centro ideológico social y católico, un partido socialista socialdemócrata, y un partido liberal (pp), han gobernado el capitalismo y lucha de clases hasta la actualidad. La corrupción y las desigualdades, han hecho movilizarse a la ciudadanía. Y en 2014 surge un partido -PODEMOS- que se presenta a las elecciones europeas, recopila un millón y medio de votos, y genera una situación inesperada, colocándose en las encuestas incluso como alternativa que gana en votos, sea como segunda fuerza de oposición o de gobierno. He aquí mi análisis a este partido, que difundo el mismo día en que uno de sus fundadores, Juan Carlos Monedero, decide dimitir, ante la sensación de desvirtuación del partido cada vez más oficializado…

Empezaba así:
No es este un artículo que trate de difamar a este partido político, líderes, feligreses y feligresas a la manera en que el fascismo y los medios de comunicación confusa de masas con ganapanes a sueldo lanza su habitual y hegemónica suerte de prejuicios respecto a todo lo que supuestamente amenaza con alterar el orden de la injusticia establecido social y económicamente. Es en tal caso un breve y conciso análisis a este movimiento social y político, al capitalismo actual, en la dialéctica y crítica de un análisis de lucha de clases y de no conformismo con la democracia formal, o con la dictadura monárquica revestida de libertades de expresión que son eminentemente falsas a nivel general en el país español. Y es que cualquiera sabe a estas alturas que respecto al ejercicio de la libertad plena, ésta no existe o es difícilmente soportable, superable o sorteable la represión en tanto la libertad de expresión está censurada y limitada por presiones económicas y miedos a los que se somete al personal que hegemónicamente acepta el sentido común dominante y las ideas conservadoras, irracionales y acríticas del sistema.
Este año 2014 y con la calculada promoción de la cesárea de las elecciones europeas, para ir calentando motores de cara a las elecciones nacionales o municipales españolas, se asiste formalmente al nacimiento de un partido político cuyas siglas son PODEMOS. Que es, como el optimista, estimulante y motivador término indica, una invitación y una reafirmación colectiva para sumar el convencimiento necesario para emprender alguna acción desde el poder político y las instituciones parlamentarias, tanto locales como esencialmente el gobierno central de España. Aunque no lo tengan en sus siglas, sin embargo, el resto de partidos políticos, siempre les vociferan a sus militantes, simpatizantes y votantes posibles, llegada la época del circo electoral, bocadillos de mortadela y tapas de caviar mediante, que son en su partido quienes únicamente pueden. Es más, quienes únicamente deben salir con mayoría a diferencia del resto. ¿Acaso todos los aspirantes siempre no hablan del supuesto hartazgo del personal, y tratan de recoger el revuelto desencanto y colocar sus cebos y anzuelos con ofertas y productos programáticos al mejor postor?
Dicen sus portavoces, principalmente la cara más visible -un profesor universitario de ciencias políticas en Madrid, Universidad Complutense, Pablo Iglesias- que quieren transformar la sociedad, empezando por tomar el poder político, y para ello quitarle el asiento a quienes han tenido sus nalgas ahí aposentadas tradicionalmente: Partido Popular, Partido Socialista Obrero Español, Izquierda Unida, UpyD, nacionalistas autonómicos,… parafraseando al líder carismático y formalmente democrático asambleariamente de PODEMOS, son políticos y políticas que forman parte de la gran casta del capitalismo, que han unido intereses comerciales y negocios particularmente privados y millonarios, con intereses políticos que nada tienen que ver con los intereses de las masas populares y de la mayoría de contribuyentes desasistida, marginada, ninguneada, excluida de la toma de decisiones.
La fórmula política de PODEMOS se ha denominado una búsqueda de la horizontalidad, es decir, una apuesta por la participación activa de militantes que en PODEMOS, a través de reuniones en plazas, almacenes, garajes… y en los múltiples círculos de discusión repartidos por todo el Estado, aproximen la política para que participen las personas. En la república bolivariana de Venezuela existen los círculos bolivarianos, ahora bien, tales empezaron a formarse de hecho y difundirse, expandirse y empezaron a funcionar cuando ya Hugo Chávez, su peisidente, había sido elegido por el pueblo, incluso cuando empezó su segundo mandato, tras los años del primero. En España la fórmula no se sabe si va tener resultados porque han empezado de forma inversa. Y quizás en vez de alcanzar a las clases subalternas, los círculos de PODEMOS aglutinan a sectores sociales más acomodados cuya orientación de la política impida un movimiento de masas transformador.
Se supone que con dicha táctica y estrategia eminente de participación se devuelve la confianza a las masas en la política, la cual estaba empezando a resquebrajarse y motivo por el cual aparecieron movimientos sociales de masas como el 15M, etc., al que se ha vinculado PODEMOS. Razón la cual habría que estudiar, porque la indignación con el sistema ya venía de lejos desde el ámbito universitario, o al menos desde un reducido sector de dicha élite, con perspectiva marxista o crítica. En algún caso, se puede decir que del “no nos representan” que parte del pueblo gritó a la casta política, se pasó al “nosotros seremos los representantes ideales”, y el 15M se diluyó como un azucarillo en el oficialismo que criticaban: PODEMOS se convertiría así en una especie de escoba: si yo tuviera una escoba, cuantas cosas barrería… Lo que no sabemos es si la basura nos la van a hacer desaparecer, o se la comerá la alfombra de la vecina de abajo… En todo caso, parece que del cántico bastante menchevique del 15M “no hay tanto pan para tanto chorizo”, con PODEMOS hallamos que es demasiado para para tan poca miga… Porque más allá de su formalismo asambleario, y de una élite pensante de casta universitaria, la miga que contiene sus estructuras de participación, a falta de levadura que no se puede improvisar históricamente, es pan con no mucha miga revolucionaria, que digamos… más bien pequeño burguesa.
Claro, en un momento en que los medios de comunicación difunden tantos casos de corruptela en la política y representantes institucionales electos y electas, el discurso de borrar la mierda es de un resultado popular inapelable, sobre todo cuando se viene desde fuera de la política, no se tiene aparentes antecedentes de corrupción, porque además vienen desde posiciones económicas socialmente privilegiadas como despachos de docentes de universidades, y ello da una supuesta autoridad moral e intelectual para erigirse no sólo en escoba, sino en aspiradora de la suciedad.
Sin embargo, lo que requiere todo lo comentado, huyendo de apresuradas sentencias que en todo caso no son posibles, sea un análisis riguroso y objetivo, que responda a las siguientes preguntas: ¿Dada la desconfianza manifiesta que entre las masas ha venido generando el sistema político y la democracia “representativa” -¿representativa de quiénes?- principalmente entre la juventud o población madura más joven, de diversa formación, le viene bien al sistema que un nuevo partido político supuestamente distinto a lo existente cual PODEMOS revitalice la desconfianza perdida por las instituciones entre las masas contribuyentes? Es decir, ¿es PODEMOS un partido que viene a volver a engrasar el sistema capitalista y la democracia formal, que niega la lucha de clases, y legitima la ideología de la movilidad social ascendente, la meritocracia, la supuesta igualdad de oportunidades?
De entrada, la respuesta a las siguientes preguntas no parecen dejar dudas: PODEMOS aparece cuando debido a la desconfianza en las instituciones por parte de una gran parte de la sociedad, había traído al poder a una casta tradicional y conservadora por un tiempo una vez más, pero en la antesala resultaba que una inmensa parte de la juventud -que será próximamente de donde saldrán las masas adultas y trabajadoras, ¡y consumidoras!- está incubando un sentimiento de rechazo total por la casta política y sus instituciones. A veces se intuye que no por el hecho de que hagan lo que mal hagan, sino por no poder estar la situación de poder de quienes lo hacen, para hacerlo igual, o con más ganas… En este caso, PODEMOS sería una fórmula que en trastienda del escenario, el mismo sistema propicia para despertar el sentido común y la fe en el propio sistema, bajo la idea de que las instituciones no hay que modificarlas, sólo basta con cambiar las caras y las caras de las edades de quienes las ocupan, más algún otro término contrahegemónico, sin ser fundamento de nueva hegemonía democrática. Además, para negar la lucha de clases, el interclasismo también puede darles resultados…
Si esto fuera así, resultaría del todo ingenuo que precisamente personas que han estudiado ciencias sociales y políticas, se presten a semejante simulacro de transformación social. Salvo que satisfacer el ego viéndose ocupando un espacio en la historia política del país, les ciegue sus buenas intenciones, hasta que al ver los cables que les manejaron cual marionetas, les haga despertar. Da la sensación, entonces, que estos forman parte del OPUS-dei en la necesaria versión light. Y una vez ya allí, en el escenario, recapaciten, y opten por aquello de “ya que estamos aquí, pues bueno, antes que estén ellos, que son malos, nos quedamos nosotros, que somos mejores y menos pecadores, pese a nuestra tendencia al morbo politiquero.” Y luego vendrían otros ingenuos a reemplazarles, cuando los ombligos prominentes y el ego satisfecho y el futuro garantizado les impida hacer una visión exacta de lo que ocurrió, y nos vendan -puerta giratoria mediante- su historia por capítulos nuevos de Cuéntame cómo pasó, versión postjuancarlista. Y el revisionismo por tomos…
Curiosamente, el surgimiento de PODEMOS coincide con ese “tiempo nuevo” que el nuevo monarca instauró sin despeinársele la corona. En este caso, pero a la inversa, que un líder de PODEMOS, Juan Carlos Monedero, diga que Juan Carlos dejó el trono a raíz de la aparición de PODEMOS, merece una precisión: PODEMOS aparece precisamente porque Juan Carlos I necesitaba dejar ya el trono. Nunca un cambio de términos cambió tanto el sentido de la frase, entre sujeto y predicado.

Es más, incluso dentro del mismo partido político PODEMOS, hay quienes apuntan que no sólo hay que parecer diferentes a la casta, sino que hay que ser distintamente a la casta, porque no quieren parecerse a la casta. Se ve que no tienen muy claro que tengan suficientes principios morales para meterse en la boca del lobo y no acabar sólo comidos por la casta, sino siendo también el lobo. A ver si va a ser verdad que son el lobo, pero un lobo capitalista, otra vez con garras y colmillos con caries burguesas para la explotación, bien afiladas…
A la siguiente pregunta, de si PODEMOS es un partido político que viene ideológicamente a engrasar y reproducir la idea funcionalista de la justa división social del trabajo en base a la promesa de movilidad social una vez la competitiva meritocracia en igualdad de oportunidades escolares, la respuesta parece que así es, exactamente. Si atendemos a algunas de las manifestaciones de su líder y acompañantes, van en ese camino: ellas y ellos mismos, hasta sus partidos opositores, reconocen que son “muchachos” jóvenes con amplia formación universitaria y docentes y doctores en algunos casos. Vamos, unos nuevos tecnócratas pero a lo light… La idea de trasfondo, explícita e implícitamente, de clasismo y nuevo elitismo que ello conlleva representa una clara contradicción con el discurso anti-casta que respecto a los partidos de la élite tradicional Pablo Iglesias no se ha cansado de repetir ante, curiosamente, también las mismas preguntas del sistema. Lo cual contribuye a engrasar un sistema capitalista cuya única salvaguarda democrática parece ser sigue siendo el hecho de extender la creencia e ilusión de que de la formación a cualquier nivel depende individualmente la superación de la crisis, de la miseria, de la nueva crisis, y así progresivamente, hegemónicamente…
A parte de tener en la recientemente elegida asamblea de PODEMOS, tras la votación por internet de manera “asamblearia”, 73 personas de las cuales la mitad son hombres y la mitad mujeres -lo que no significa que paridad, la igualdad de género, o la crítica al patriarcado estén garantizadas como moviento social, cultural y político, dada la ideología de clase que está presente en todos los sexos-, tales 73 personas, más de la mitad, mucho más de la mitad, están vinculadas a profesiones cualificadas con formación universitaria y pertenecientes al ámbito académico, o al colectivo docente del sistema educativo capitalista a otros niveles. Anecdótica es la presencia de algún estudiante con o sin beca que lo sustente. Personas de estracción social descualificada, entre obreros “manuales”, no están presentes entre dichos y dichas representantes de las masas populares o trabajadoras que se supone son su preocupación como partido político democrático: las masas que no tienen participación plena en las instituciones y a quienes las politicas tradicionales diseñadas y aplicadas por la casta, no tienen en cuenta por carencia de sensibilidad o por distinción social ideológica en la lucha de clases. Es posible que a la larga o a corto plazo, también les griten a estos y a estas líderes “no nos representan”. En cualquier caso, no sabemos si en PODEMOS se ha estudiado que el acceso a las “nuevas” tecnologías en las que encauza su carácter participativo novedoso, no garantiza mucho más que lo que es, porque hay sectores sociales que por no tener no tienen conocimiento de un ordenador, no pueden pagar el recibo de electricidad, y ello no significa que sus propuestas no fueran válidas como representantes. Ahora bien, desde la visión de Gramsci de construcción de intelectuales comprometidos con la elevación intelectual y moral de las clases subalternas, habría que ver también cuánto de transfuguismo de clase hay entre tales representantes, de los que puede haber extracción social proletaria, pero también una huída de tales compromisos. La forja de intelectuales orgánicos no parece, en todo caso, que vaya encaminada a ser estrecha con los intereses contrahegemónicos de las clases sociales subalternas, a pesar de tener un discurso alejado del racismo, la xenofobia, el machismo y la desigualdad. Lo cual es una cuestión de posicionamientos en la lucha de clases.
Otra pregunta más, entonces, hemos de plantearnos: ¿qué sectores sociales y qué características sociológicas tienen o se pueden adivinar hay en la base de las personas que tanto votaron a PODEMOS como se les han venido a sumar en intención de voto? Esta es una pregunta esencial, quizás la más esencial, porque del conocimiento de quiénes les respaldan, aflorará el discurso realmente político de PODEMOS así como la acción política que desde las instituciones propiciarán. Si estamos hablando de una mayorías de clase media acomodada, formada, inquieta, algo rebelde, pero algo burguesa, sin duda estaremos hablando y reafirmando la idea de que PODEMOS, por mucho que sus líderes expongan un discurso aparentemente radicalizado, están ahí para actuar como una especie de Pepito Grillo: limpiar la conciencia de una clase social que sabiéndose acomodada y cercana a actitudes reaccionarias, todavía se resiste a reconocer que su existencia va en esos derroteros y no les interesa movilizarse, aunque de boca hacia afuera, queda muy bien y muy progresista, para no perder amistades hasta en el infierno rojo, seguir teniendo contactos con el enemigo del que abandonan la trinchera.
El valuarte de PODEMOS en realidad ha sido su difusión por televisión por un canal privado por nombre LaSexta, vinculada a canales del mismo grupo, como la Cuatro, y en muchas de las tertulias que ya sistemáticamente se difunden todas las semanas, han mostrado una facilidad para llegar al diálogo con intelectuales orgánicos del sistema capitalista, bastante acelerada.
Dicho lo dicho, tras este examen o análisis, es obligado posicionarse y tomar algunas conclusiones: salvo quienes por evidente despiste, dada la película montada, asisten y dan palmas a tales discursos, lo cierto es que sólo el tiempo hará falta para que el desencanto vuelva a su cauce y el sistema acabe por volver a hacer blasfemar a quienes pensaron que podían y luego vieron que unos cuantos se sirvieron de ellos para poder exclusivamente ellos, y hacerle el juego sucio al sistema, que sí es el que ha podido reproducirse merced a esta película de héroes y villanos, revoluciones de papel mojado, y etc.
Quizás sea anecdótico, pero para no dejar sin analizar algunos puntos de referencias en los que apoyarnos para sustentar un análisis más objetivo y cada vez más profundo y rigurosamente amplio, decir que en PODEMOS parece ser que hay exvotantes del Partido Popular. Exvotantes del Partido Popular que quizás antes fueron exvotantes de Izquierda Unida. Lo que significa que, en realidad, estamos ante un sector electoral de las masas populares, que tiene tendencias burguesas y tendencias obreras, pero más tirando a las primeras.
En dicha indefinición, parece que la mentalidad conservadora de parte de PODEMOS va a dejarles descolgados y desempoderados en esta partida a las primeras de cambio o de que se les tuerzan las cosas, o que el discurso pudieran radicalizarlo. Lo que significa, que PODEMOS está condenado a no poder ir nunca a la raíz dialéctica de los asuntos. Que lo que haya dicho Pablo Iglesias hasta ahora haya despertado interés o conmoción, más que la excepcionalidad de su retórica, puede ser debido al encefalograma plano al que la política de la democracia formal, sin dialéctica ni crítica difundida por parte de intelectuales por medios de largo alcance de masas, nos había acostumbrado desde los pactos constitucionales, donde la legalización del PCE fue lo más revolucionario que hubo, de la mano de un Santiago Carrillo cuya figura fue demolida por el franquismo como un demonio. Y, con ello, todo lo esencialmente de izquierda no moderada, salvo el PSOE reformista de los setenta y ochenta, claro está.
Lo comentado, quizás ya nos muestra que a corto o largo plazo, quizás PODEMOS tiene ya negada su supueta propia esencia de ser y existir: sin poder, no habrá podemos, porque no habrá respaldo para poder, porque no habrá querencia de poder, dado que siempre tendrán esa barrera ante ideas más progresistas. Al menos enntre las masas que hasta ahora se han identificado expresiva e instrumentalmente con esta propuesta política formal “alternativa”.
Sus propuestas, por mucho que las plasmen en un papel, ni sus votantes las aceptarán una vez lo piensen a la primera, a la segunda o a la tercera. Son una clase social, todo indica, conservadora, igualmente insolidaria, que es lo mismo a no ser del todo solidaria. Individualistas y fascistas tanto como aquellos que PODEMOS denomina casta. Hallar un puñado de concejales que imiten al carismático Pablo Iglesias y repitan y cacareen la cháchara y el estribillo de su discurso, es posible, pero hallar a cientos miles, es imposible. Las contradicciones entre lo que deban de decir y lo que van a decir cuando se expresen en entrevistas o manifestaciones públicas tales “eminencias” revolucionarias… de PODEMOS, van a dar pie a chistes y carcajadas, aunque lo malo es que ni van a ruborizarse. Porque de lo que se trata es de tomar asiento, cobrar y si te he dicho, ni me acuerdo… Con decir aparentemente lo contrario que la oposición, tendrán para un par de meses el menú político diseñado. Luego no será fácil justificar allí su presencia sin haber empuñado metralleta alguna, ni dialéctica auténtica…
Es lógico que PODEMOS cale entre un sector de las masas obreras con interés en la política, por la indignación acumulada, y porque la indiferencia no puede ser absolutamente eficiente si no hay formación de base para la dialéctica. Masas o sector de las masas, que quizás hayan oscilado en la órbita de partidos de izquierda, incluso de izquierda-izquierda, pero la transformación social que PODEMOS dice querer traer a la sociedad, no es una revuelta de las conciencias, ni va a despertar la conciencia de clase que desde hace años el capitalismo se encargó de limpiar al proletariado.
De hecho, en PODEMOS, el término o términos de análisis desfasados por desuso, pero válidos, como proletariado, dictadura del proletariado, lucha de clases, clase social, explotación, alienación, comunismo, socialismo, eliminación de la propiedad privada, socialización de los modos de producción… son conceptos absolutamente tabús. Y son sustituidos por términos más tibios: defensa de lo público, democracia participativa, nacionalización, renta mínima para todos, desigualdad soportable y narcotizada… Pero en grandes cuestiones como derribar el capitalismo, suprimir al monarquía, dar licencia a las comunidades para sus derechos de autodeterminación e independencia, o un referéndum para salir de la OTAN ya que existió un millonario rechazo absoluto entre las masas a participar del ataque de EE.UU. a Irak, son palabras mayores que quienes aspiran al poder como aspiran en PODEMOS, saben que hay que dejar en un último plano, y si hace falta, dejarlas que se pudran como propuestas en el infierno del olvido. Sólo tras su proclamación formal como líder de la asamblea directiva, fue que Pablo Iglesias dijo algo a propósito de su interés en “como patriota de España, no querer militares estadounidenses” en territorio de su nación. Poco más apuntó que hiciera referencia a la presencia aún de colonias -como las islas del Archipiélago canario, Ceuta o Melilla- donde sus militares españoles ejercen la dominación. Además de proponer muy poco respecto a un aspecto que pareciera movilizar a tal movimiento de masas: el pacifismo y el recorte cuanto más absoluto mejor del presupuesto dedicado a las armas y al ejército. En este caso, el nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, con su propuesta de recortar o suprimir 150.000 puestos del ministerio de defensa, parece haber dado con algo político más alternativo. Salvo que esté hablando de nuevas jubilaciones de militares, como las acontecidas tras el supuesto golpe de Estado de Tejero, en 1981, aquel famoso 23F, que dibujo la figua del monarca salvapatrias, y devoró al político estatista más de Estado democrático, que fue Adolfo Suárez, dentro de lo que existía tras tanta dilatada dictadura, para parto de democracia con criatura tan anoréxica o delgada…

Es decir, a PODEMOS también el poder les ciega. Hay que anlizar no sólo lo que es, sino porque es su existencia. Porque tales cuestiones que planteamos, realmente, de proponérselas, o habérselas propuesto alguna vez, hubieran hecho que no estuvieran donde están. Las finalidades de PODEMOS son otras. Y la principal, que es la transformación social, no es más que el uso y el abuso -que es peor y más triste- del descontento para vender duros a cuatro pesetas. Y encima se presentan como las víctimas: “dirán que somos el lobo”, etc. cuando en realidad ellos saben que ese tipo de críticas a ellos les quedan muy grandes. Quizás son las típicas críticas de difamación que siempre han escuchado que se les hacen desde visiones conservadoras a quienes alguna vez tuvieron al lado, y siempre han sido contestatarios y rebeldes. Queriendo ser como ellos, y por envidia, siempre desearon esas críticas, quizás porque pensaron que si las recibían, eso ya les convertía en los únicos radicales. Como producto diferenciado y comprable… Pero realmente no son radicales, pero les gusta que así les traten. Porque con ello saben que ocupan el puesto de los radicales que realmente quisieran ser, y al tapar a los radicales libres, los ningunean, les hacen desaparecer, y los anulan en la tumba. O eso creen, por lo visto… Que es lo que siempre desea quien admira algo, pero no encuentra el modo de imitarlo: la destrucción.
Quizás con PODEMOS, que parece una alternativa que irrumpe para transformar todo lo viejo, estamos asistiendo a la nueva obstaculización nuevamente de todo aliento verdaderamente nuevo, y a la perpetuación de todo lo viejo, que con un barniz de nuevo, ha venido para quedarse setenta años más u ochenta. Cuando Franco dijo que dejaba todo atado y bien atado, en ello también incluyó un pensamiento respecto a estas posibilidades: en el nudo también cabe incluir a PODEMOS, pero el nudo sigue siendo un nudo, que eso quede claro. La atadura sigue sin desencadenar. Quizás en vez de “abrir el candado de la constitución de 1978”, Pablo Iglesias debió utilizar otra metáfora: ponerle el candado, y redactar otra absolutamente democrática.
¿Sean cuáles sean las cantidades de votos que PODEMOS alcance y alcancen tales votos para lo que sea que alcance en cuestiones de poder y de gobierno, ello va a transformar la sociedad, limpiar el egoísmo, enaltecer la solidaridad, la empatía, los altos ideales y la elevación intelectual y moral de la civilización de esa región planetaria? Pues va a ser que no. Como mucho, tendrá el efecto de un profesinal de lo psicoterapéutico: canalizar la rabia tras tantos años de frustración, además, de una frustración materialista, que tiene que ver con quienes han perdido sus empleos, salarios y acceso a los bienes y servicios, paredes hipotecadas, vacaciones en la costa, o la frustración de quienes ansiaron más y más, y no alcanzaron a acumular y acaparar tanto, etc. Quienes tenemos otros ideales, y no hay bienes materiales que nos desalienten ni frustren, no necesitamos semejantes círculos para vomitar la ira, ni terapias de grupo.
En definitiva: al igual que nos meten por calzador la supertransición de una dictadura a una democracia… con un monarca al que sólo falta ver en vídeos sexuales íntimos con la Carmen Polo… ahora nos pretenderán vender la moto sin tubo de escape, pero que funciona a soplidos, de la transición entre el sistema del uni-bipartidismo, al del bipartidismo con la posibilidad de la alternativa de PODEMOS para los renegados del sistema, que terminarán siendo parte del sistema, y casándose -previo noviazgo constitucional- con la prima fea con tal de satisfacer su afán de meterla… Y hacer su historieta…
Respecto a otros asuntos más teóricos y prácticos, el portavoz PODEMOS ha dicho y sentenciado algunas frases para la historia que dicen mucho de lo que en realidad son: a la pregunta de qué le parece el sistema político en Cuba, respondió por peteneras con algo impropio de un profesor en ciencias políticas: “en Cuba haría falta que existiera una mayor libertad de partidos políticos”. Semejante contestación, está muy próximamente exacta al discurso yankee que viene justificando más de medio siglo de bloqueo a Cuba simplemente por ser un sistema socialista que aniquiló el capitalismo y el colonialismo. ¿Es eso lo que se espera de Pablo Iglesias, alguien supuestamente demócrata que además afirma que le gustaría acabar con el capitalismo, cuando precisamente lo que hace es alentarlo en su fase imperialista?
Otra oportunidad, su rifi rafe con la marquesa de Madrid Esperanza Aguirre, respecto a que Pablo Iglesias pronunciara su condena a la violencia de ETA, tardó en resolverse hasta que el líder de PODEMOS terminó diciendo que sí, que condenaba dicha violencia, cuando anteriormente lo cierto es que durante un seminario dedicado a estos asuntos y que se celebró en Euskadi, el mismo Pablo Iglesias pareció apostar por una visión histórica y política que contextualizara y llevara al diálogo a los opuestos, es decir, independentistas etarras y gobierno de España. ¿Otra muestra más de moderación y de deriva conservadora de Pablo Iglesias? Posiblemente, porque ya vemos que no es la única, y pueden que sean más las prosiguientes.
Queda por ser preguntado alguien de PODEMOS qué opina del camarada Stalin. Los cálculos electoralísticos saben que demarcan claramente la respuesta: dirán que fue un sanguinario o nos saldrá por lo cerros de Úbeda, o por la calle Melancolía… Lo malo de esto no es que sólo lo dicen por cálculos electoralísticos, sino que además es lo que piensan, por criterios ideológicos de clase y defecto de formación instrínseco. Porque al igual que el 15M me pareció un movimiento menchevique muy alejado del mayo del 68 francés, PODEMOS da todas las evidencias que ha sido elevado sobre pilares de barro precisamente por ese motivo: no son revolucionarios bolcheviques, son contrarrevolucionarios mencheviques, y el tiempo nos lo irá mostrando a más ojos… Y a más rojos y rojas… Recuerdo que los mencheviques eran el ala socialdemócrata de la política en tiempo de la revolución roja. Y los bolcheviques de Lenin lo tenían claro: con los mencheviques la revolución no sería posible hacerla, porque en el fondo eran y representaban a la burguesía, al poder, al capitalismo en ascenso.
PODEMOS no debe hacernos ignorar que si tanto puede criticar a la casta política tradicional, es porque PODEMOS es una casta intelectual de docentes de universidad que esa misma casta política ha propiciado con o sin querencia.
Lo extraño de todo esto, no es que PODEMOS genere extrañeza por su irrupción. Sino que incluso todavía después de todo lo ocurrido, todavía genere sorpresa: en 1936 hubo un gobierno republicano español legitimado por las urnas que fue derrocado por el tripartido de un golpista nacionalcatólico por apellido Franco y por nombre “Caudillo”, con el apoyo de dos megalómanos esquizoides, Mussolini y Hitler. El dictador gallego se prolongó cuarenta años, y cuando lo más normal es que a su fallecimiento le sucediera toda una revuelta incluso violenta de las masas reprimidas, a pesar del desgaste de la desmovilización que hubo, aparece un consenso en las alturas del régimen para maquillar la dictadura, travestirla en democracia, y así que dure cuarenta años más. Sólo de un guión como éste, es posible que surgiera el capítulo que ahora estamos viviendo: la aparición de un sujeto que es convertido en Mesías por unos, Pilatos por otros, y luego Judas quizás por ambos, con el beneplácito del establisment mediático, que no es más que la fachada del poder bruto turbocapitalista, con su aparato ideológico.
Al fin y al cabo, nos quieren convencer otra vez de que metiendo el papel en las urnas es posible que las cosas sean como nosotros y nosotras queremos: tanto para que quienes dicen querer cambiarlo todo, nos convenzan de que se puede hacer, como para que quienes dicen que quienes quieren cambiarlo todo, serán un desastre, y mejor que la virgencita se quede donde está. El tema es que habrán vendido otra vez las elecciones como solución a todos lo males, y a callar por cuatro años más. Que quede siempre claro… Aquí no debe parecer que hay lucha de clases y bendito capitalismo que nos tapona la utopía… Y a la raíz de los problemas, con PODEMOS, nos significa cortar de raíz lo que sólo da frutos envenenados socialmente.
A fin y acabo, una vez más, recuerden que el 15M al decir que no eran antisistema, que antisistema son quienes están en el sistema viviendo del sistema y no permiten que el sistema funcione, eran quienes precisamente también manifestaban entrelíneas que el sistema no les parece malo. A mí, sí que me lo parece. Por eso, mencheviques del 15M aparte, y mencheviques de PODEMOS a parte, que cada cual se fustigue la espalda como pueda, se limpie la conciencia adorando al pobre que le plazca en la plaza de turno que le crucifique, pero calvo por tomadura de pelo ya no nos quedaremos, porque simplemente con los años ya ni nos queda pelo que caiga… Eso sí, que se caiga el sistema, por favor, no se olviden. Ojalá, que se caiga, y se lleve a quienes simularon que querían derribarlo. Simplemente, por ser igual de reaccionarios en su cobardía.
A título personal: la falsa modestia de quien como Pablo Iglesias dice de manera arrogante que su principal defecto es pecar de arrogancia, cuando se aprecia que él sabe que está ocultando con dicha confesión que está volviendo a ser un arrogante, el más arrogante, porque en realidad no cree ser arrogante, y casi sin ruborizarse por ello, nos lleva a pensar que Pablo Iglesias está bien adoctrinado por la CIA, o que sabe bien la ruta a seguir para recibir su bautizo; tanto como bien planchada por la CIA estaba la chaqueta de pana de González y la ropa tendida y teñida de negro en la azotea de Carrero Blanco, cuando subió por ascensor a recogerla allá por los setenta… cuando la vagina de nuestra querida persona materna nos parió.
Que Pablo Iglesias, tras su paso por juventudes comunistas, haya derivado hacia posturas socialdemócratas al servicio de su ego y hacia el reformismo, ahora incluso habrá a quien le resultará indigerible. Pero dentro de unos años, y casi ya en el presente, cuando sea el padrino de confimación de Leonor de Borbón, tal gesto hasta puede hacer parecer que Pablito era todo un utópico que consiguió todo lo que se proponía… Vaya, entonces sí que podían… Pablo Iglesias, anda ya…

error_outline

Los comentarios publicados en esta sección son entera responsabilidad de su firmante, y no necesariamente representa la posición de LARED21

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje