Dulce premonición

El bien, la justicia y la decencia en forma de sueño bendito a media noche me despertaron, empapado de un sudor que exhalaba ricos y exuberantes aromas afines todos, a rosas, jazmines y amapolas que por mi cuerpo se deslizaban; punto final pusieron a la única pesadilla que califique como «amada», entre miles que en mi vida tuve, catalogadas como «indeseadas»
En un territorio de paz entre sueños pude ver, como mi ser debatía, y en medio de una inmensa ola de amor pedía, que las bases militares al país que las engendró, las regresaran.
Pude ver en ese amoroso sueño, como los creadores arrepentidos lloraban y, ahí donde una ves a miles mataron, todos por los medios miramos, como el arrepentimiento hecho flor a los pies de los agredidos se inclinaban.
Nada al azar quedó; y en un circulo de sincera entrega, en aras de una paz deseada después de ver tanta sangre derramada, muchas firmas se estamparon y el ensordecedor grito de !!vivan las Américas unidas!! de ese maravilloso sueño me despertaron.