Hacelo simple

Es el principio sobre el cual se construyó el programa que ha ayudado a tantos enfermos. Todas las adicciones vienen siendo tratadas hoy con un plan que se generó entre alcohólicos en la década de 1930. Nada lo ha superado. Le han puesto diversos nombres y hasta comercializado. Pero la esencia de lo verdadero es indestructible.
Nuestra mente es un mecanismo de resolver problemas. Cuando no los hay, los crea, aunque no lo sepamos ni lo notemos.
Cuando recién comencé mi proceso de recuperación, un día sorprendí a mis compañeros de AA informándoles que estaba deseosa de seguir consumiendo a pesar de las varias terapias, sugerencias y orientaciones que había recibido. Mi mente quería guerra y la tuvo. Los veteranos me pegaron buen rezongo.
Pasaron los años. Después de mucho aprendizaje, a mi mente se le ocurrió instalar en mi terreno un bar. Un boliche con venta de bebidas. Creía que estaba lo suficientemente firme. Lo que imaginan… eso pasó.
La mente se nutre de CREENCIAS. La experiencia e intuiciones quedan mudas. La mente cree que es la dueña de las soluciones. Cataloga, etiqueta, formaliza, en virtud de un orden que puede ni ser necesario cuando no hay qué ordenar. Así nos empuja al error. Así el sentido común pasa a ser el menos común de los sentidos.
Cuentan que luego de terminado el sabio programa de los 12 pasos, con el arduo trabajo de Bill y Bob, a través de la experiencia propia y ajena, atendiendo intuiciones que resisten cualquier complicación analítica que se le quiera oponer, Bob enunció la máxima. En sus últimos momentos de vida, como corolario al que debían supeditarse todas las elucubraciones que vendrían, conociendo el mecanismo engañoso de nuestras mentes, le dijo al oído a Bill: “HACELO SIMPLE”.

Este es uno de los testimonios que recibimos.

Prof. Graciela Slekis Riffel
La Academia de Paso de los Toros
Terapias adiccionales

 

 

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