Se profundiza la ofensiva fascista

Un nuevo ataque a los derechos democráticos de reunión y manifestación se viene desarrollando. Pretenden (ellos, NO SOLAMENTE EL FISCAL ZUBÍA) procesar y enviar a prisión a siete rehenes tomados del movimiento solidario con la Jueza Mariana Mota. No por casualidad son referentes emblemáticos de la lucha popular, del activismo clasista, de los consecuentes en la lucha por los DDHH y por el juicio y castigo a los genocidas.
Tratan de amedrentar eligiendo a algunos pocos a pesar de que hubieron centenares de defensores de los DDHH que pusieron en pie el movimiento «Yo Estuve» (en la SCJ) firmando con nombre y apellido para indicar que esta política de tomar rehenes que conoció sus manifestaciones mas agudas en la Europa ocupada por el nazismo como modo de supuestamente combatir a la resistencia, es repudiada valientemente por los manifestantes defensores de los DDHH.

Lo que estamos viendo hoy es una represalia CONTRA TODOS LOS QUE SE SOLIDARIZARON CON LA JUEZA MOTA, asi como la expulsión de la Jueza Mota fué también una represalia por su aplicación de los preceptos aceptados internacionalmente contra los responsables de crímenes de lesa humanidad. Se pretende poner un «punto final» a los reclamos de verdad y justicia afixiando los procesos. Echando a Mota y dejando trancados más de 50 casos que estaban en camino para que se emitiera sentencia, se traba el normal ejercicio de la Justicia y se pisotean los derechos elementales y CONSTITUCIONALES DE LOS CIUDADANOS, Tratando de enviar a la cárcel a los rehenes de la solidaridad con la Jueza Mota se profundiza el curso fascista de esta ofensiva para amarrar a la impunidad.

Impunidad refrendada por la SCJ cuando dictaminó que el secuestro de bebés era un delito de carácter «común» y cuando abrió el camino para la repetición de los secuestros, desapariciones, torturas,violaciones, robos, saqueos, detenciones, prisión ilegal y el conjunto de delitos de lesa humanidad que han quedado bajo la rúbrica de «delitos comunes» de acuerdo a la resolución de la SCJ en contraposición con el derecho internacional en la materia y en confrontación con los acuerdos y convenciones que Uruguay ha firmado, colocando al País en una situación de paria jurídico a nivel internacional.

Los medios de la derecha agitan alborozados la nueva ofensiva implementada en este caso por un Fiscal que bien podría haber dado un paso al costado por decencia mínima (que no la tiene) o la SCJ debería haberlo apartado por lo mismo (y no hizo por similares razones ya que la SCJ no tiene la más mínima decencia y es un tumor maligno enclavado en un poder del estado y que dará que hablar de acuerdo a la nueva estrategia del fascismo aplicadas en Honduras y Paraguay). Fiscal que está altamente comprometido por lazos familiares en los brutales crímenes que están en el fondo de estos sucesos dado su directo parentesco con golpistas, torturadores, asesinos, desaparecedores y ladrones. Los medios de la derecha han hablado de «asonada», «toma», «ocupación» y adjetivos similares para ensuciar lo que fué una muestra de solidaridad con la valiente Jueza Mariana Mota, en una ceremonia en la qué no estaba prohibida la presencia de público, llevada a cabo en un edificio público cuyas puertas estaban abiertas. Nadie rompió ni puertas, ni candados, ni cerraduras, ni salto verjas o rompió ventanas, la gente entro caminando y se quedó en un patio para llevar a cabo la acción casi «terrorista» según los fascistas de aplaudir a la Jueza Mota cuando llegó y hacerle saber de la solidaridad popular para con ella y su lucha por la democracia. Nada más.

Ante esto el Ministerio del Interior del gobierno Mujica comandado por el Ministro Bonomi perteneciente al agrupamiento MPP «por la liberación nacional y el socialismo» mandó grupos de choque a maltratar gente y cercenar derechos constitucionales hecho que el Fiscal Zubía comprometido con el pasado golpista ni se ha ocupado de siquiera analizar ya que es evidente que se ha violentado el derecho de reunión y de libre expresión de la ciudadanía. Si aplaudir a una Jueza es «asonada» y manifestarle el apoyo ciudadano es «toma», «incidentes», «disturbios» etc, la libre expresión ha pasado a ser una frase hueca.

La «elección» de los rehenes ha sido altamente política. Lleva como propósito golpear a lo que ellos creen son los organizadores de «disturbios». Que los mandos fascistas policiales tangan esa concepción no causa asombro vistas todas las últimas actuaciones represivas similares a las del pachequismo que anido, precisamente en esas fuerzas, al escuadrón de la muerte. Que la SCJ y sus fiscales y Jueces adictos compartan esa visión tampoco asombra dado que han declarado abiertamente de que han estado bien los crímenes de lesa humanidad ya que solo eran «delitos comunes», pero que el Ministro del Interior y el presidente Mujica y por extensión TODO EL GOBIERNO, CADA UNO DE LOS MINISTROS Y EL CONJUNTO DE LOS PARTIDOS COMPONENTES DEL FRENTE AMPLIO, estén jugados por esa variante no deja de tener un significado muy especial.

La izquierda (así se llamaba antes) que malparió el llamado «progresismo» que nadie ha logrado definir en términos ideológicos y políticos más allá de lo que es : el rejuntado de aparatos y dirigentes cupulares para llevar adelante una política oportunista en función de aplicar los planes del FMI y del imperio a cambio de cargos, puestos, prebendas y sueldos por individuo similares a lo que perciben 17 maestros.

Nadie puede olvidarse que todo este proceso con la SCJ recibió un espaldarazo público cuando el Presidente Mujica hizo un llamado a la SCJ a que echaran a la Jueza Mota. Dicho y hecho y a renglón seguido la SCJ decreta que los crímenes de lesa humanidad son «dellitos comunes» lo que no ha sido ningún juego semántico, Los «delitos comunes» prescriben no así los crímenes de lesa humanidad, Por lo tanto la SCJ ha decretado la impunidad, dado carta blanca a la repetición de esos crímenes en un futuro y de hecho ha dado una amnistía total e irrevocable para el conjunto de criminales que andan sueltos y conspirando, Mujica no ha dicho una palabra, A pesar de haber sido el promotor. El Presidente tan hablador que hasta da clases sobre el clima y las tormentas, ciclones y lluvias, no ha tenido tiempo para dar un paso a frente y definir su posición al respecto. Es evidente que no lo hará porque ya anunció tempranamente, cuando comenzó su mandato, que antes de terminarlo iba a soltar a los «viejitos» es decir a los pocos criminales que están en cárcel de lujo desde la que conspiran y hacen llamados a la vuelta al pasado.

Los actuales rehenes van en la misma variante de fascistización del aparato del estado bajo el gobierno Mujica. Los ataques a los manifestantes, las detenciones ilegales muy similares a los secuestros de los escuadrones de la muerte, el reconocimiento de que han infiltrado las marchas con agentes policiales de civil, el fichaje masivo mediante fotos y filmaciones, el ataque con balas de goma a quemarropa contra periodistas, el secuestro de jóvenes, en Santa Catalina por ejemplo, por el «delito» de ser jóvenes por parte de elementos que actuaron al mejor estilo de la Triple A argentina, las golpizas, amenazas de torturas y violaciones, la satanización de militantes sociales y los intentos de procesarlos, todo esto va en la misma línea de fascistización creciente del aparato del estado dirigido por Mujica e implementado por Bonomi.

Sin embargo esto no es todo. Nadie en el Frente Amplio, ni siquiera la que ciertos sectores consideran la candidata del «ala izquierda», es decir la Senadora Constanza Morerira, nadie HA PEDIDO CUENTAS SOBRE EL FICHAJE DE LOS LLAMADOS ANTISOCIALES implementado por el Gobierno y el Ministro Bonomi, Nadie ha pedido cuentas sobre el fichaje de ciudadanos, por tener supuestas opiniones que en si mismas dan para un debate sobre lo que se entiende por antisocial. Para la izquierda, antes de que fuera sepultada para dar paso al «progresismo» los antisociales eran los banqueros, los oligarcas, los especuladores, los traficantes y lavadores de dinero, los que no pagaban un peso al estado y hacian crecer sus cuentas en los «paraísos fiscales», las patronales hambreadoras, las Asociación Rural consecuente agrupamiento antidemocrático, las mafias militares y policiales que siempre conspiran para matar a los ciudadanos demócratas que se oponen a sus robos, los propietarios de los medios de comunicación que no han cesado nunca de incitar a la represión y al odio clasista. A esos antisociales no se los ficha, ni fotografía, esos antisociales que están contra la mayoría de la sociedad, esos son los que dan las órdenes.

Estas represiones actuales tienen antecendentes en los llamados «megaoperativos» contra los barrios populares sobre los que el Frente Amplio, los legisladores todos, no han pedido cuentas ni fundamento. Ni tampoco sobre la presencia de la banda asesina de la DEA que ha ocasionado millares de muertos en México y Honduras y ahora tienen una base en Uruguay. Ni sobre el empleo de balas de goma y blindados para atacar maestros y padres de alumnos. Ni sobre la presencia armada de los SEALs en Uruguay, Y menos que menos sobre el contenido de los acuerdos estratégicos militares con el Comando Sur que está planeando golpes y una guerra en toda América Latina para el saqueo de los recursos naturales. El Frente Amplio es responsable y cómplice del curso represivo fascistizante del actual gobierno Mujica. Qué la gente los vaya a votar no legitima para nada la política fascistizante que se está empleando, la gente también voto a Pacheco y a Bordaberry en su momento y vaya que tuvieron que pagar un altísimo precio que todavía persiste.

Y como telón de fondo de toda esta política represiva que sigue hasta en la minucia los planes yanquis, tenemos la permanente agitación del presidente Mujica destilando odio contra los sindicatos, ya no se puede hablar de críticas sino que es odio liso y llano, odio antisindical y desprecio al trabajador colocándose como el genio del rejuntado insultando, denigrando, basureando, amenazando, militarizando (bajo el seudónimo de «esencialidad»), tratando de romper huelgas y sindicatos. Y por sobre todo: dividiendo al movimiento popular y procurando enfrentar a sectores del mismo entre sí en un macabro juego que pagará el movimiento popular por el supuesto mesianismo de «uno de los nuestros» que no es tal sino que ha demostrado ser uno de los vuestros.

Lo que queda ante esta profundización de la facistización es el cerrar filas en la defensa de los rehenes en este caso concreto, asÍ como en el de cada uno de los que han sido atacados en los últimos tiempos, sin olvidar que los «radicales» a los que alude Mujica no son más que un pretexto para reventar al movimiento sindical y popular y hacer pedazos lo que pudiera quedar de izquierda auténtica, clasismo y ciudadanos demócratas defensores de los DDHH. Demás está decir que toda acción de protesta y unitaria será un paso significativo para ir confluyendo en la conformación de un amplio movimiento en defensa de las libertades públicas, los derechos demócraticos, el derecho de huelga, de manifestación, de libre expresión del pensamiento. Un movimiento amplio en el cual confluyan todos aquellos sectores que ya han ido comprobando que sí no se hace nada ahora con «progresismo» o sin él, la aplanadora fascista volverá a triturar lo que se ha logrado con mucha lucha.

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