Ciber-acoso

Hemos oído hablar del famoso y jodidamente perverso bullying en los colegios e institutos, de las nefastas consecuencias que este acoso escolar puede traer, como por ejemplo, que las víctimas frente a los problemas y ataques de sus propios compañeros tomen la decisión de suicidarse. Ahora, tras la llegada de internet y sus redes sociales, encontramos la misma práctica en la red, pero con un complemento añadido, el anonimato.

Le han puesto un nombre, ciber-acoso o ciber-bullying, nombre simple para definir algo tan deplorable.

Hay personas que defienden ciertas creencias, nombraré algunas frases celebres:

“El que no quiera ataques por Internet, que deje las redes sociales y bloquee a los que se meten con él.”

Ya, mejor encerrarse en una cajita y llorar amargamente, esperando que esas personas no te encuentren en otros lugares; existen tantos y de tantas clases: Facebook, Ask, Tuenti, Twitter, Youtube, Google+, MySpace, Blogger, Messenger, Foros, Grupos… podría llenar el artículo con nombres de redes sociales.

Los agresores saben que dichas redes existen, y no dudarán en buscar a sus víctimas en ellas para ocasionarles más daño. O lo que es lo mismo: dejar Internet no es la solución.

“No hagas caso de lo que cuatro gilipollas dicen de ti, el mejor desprecio es no hacer aprecio.”

Ajá, no todos han nacido con la virtud de tener una personalidad fuerte, no todo el mundo tiene la autoestima donde la debería tener, ni sabe desconectar cuando ve que su vida se va por el retrete a causa de unos cuantos que quieren destruirle. No solo con mensajes directos (anónimos o no, eso es lo de menos), si no con ataques encubiertos, difamaciones, habladurías a sus espaldas, etc, etc. Cosas que afectan en un mayor o menor grado. Perder amistades por culpa de cuatro mentiras difundidas por la red es algo que no todo el mundo puede soportar. No entraremos en amenazas más fuertes como mostrar fotos del acosado con poca ropa, o vete a saber qué otras barbaridades se les ocurren a los que persiguen y quieren que su vida sea una mierda.

“Eso le pasa únicamente a los jóvenes y adolescentes.”

Error. Es cierto que el porcentaje más alto de bullying en Internet es en adolescentes, pero no es el único grupo que sufre esta práctica. Y aunque a una persona adulta le pueda resbalar con más facilidad lo que digan o dejen de decir, las palabras ofensivas y las mentiras en su contra siempre hacen daño, hasta el punto de ocasionar depresiones, que la autoestima baje aún más, incluso, que quieran desaparecer de todo lo que les rodea, perdiendo con ello el contacto con otras personas que verdaderamente sean buenas.

“Las palabras son palabras y no deben afectar.”

Claro, que te llamen hijo de puta o lindezas similares, es de lo mejorcito que nos puede ocurrir. A veces, y por desgracia, las palabras hacen mucho más daño que un bofetón; el morado con el tiempo se curará (sin contar con que la mano tenía detrás un cuerpo y una cara), pero las ofensas y las mentiras que se digan, quizás tengan mucho más peso que una agresión física para esa persona.

“Si te ataca un anónimo no debes hacer caso, puesto que no lo conoces.”

Otro error común que utiliza la gente que quiere justificar que ocurra esto.

No señores, el anónimo nunca es anónimo del todo, tras cada uno de esos perfiles sin nombre propio, se esconde alguien que conoce a la víctima, se esconden personas que no tienen agallas ni quieren mostrar su cara, prefieren hacer daño con la máscara puesta. Pero óiganme bien, lo terminan consiguiendo de igual forma, puesto que al agredido le afecta y a los que lo ven desde fuera, se les quedan grabadas las palabras que se han dicho, quizás, sembrando la duda de si lo comentado es cierto o no.

Y ahora os pasaré unos enlaces, son dos historias diferentes de dos chicas que han sufrido este tipo de acoso, en ambos casos, jóvenes adolescentes deciden quitarse la vida a causa del ciber-acoso.

(//es.noticias.yahoo.com/blogs/gaceta-trotamundos/indignaci%C3%B3n-en-inglaterra-con-ask-fm-tras-el-113721949.html Hannah Smith, mujer británica de tan solo 14 años. Después de meses recibiendo mensajes de gente que le “recomendaba” terminar con su vida, se suicidó)

(//es.noticias.yahoo.com/blogs/gaceta-trotamundos/amanda-todd-emociona-al-mundo-con-la-historia-160021691.html Amanda Todd, canadiense de 15 años que decidió suicidarse tras múltiples ataques. «Incluso, hay un vídeo de la joven hablando sobre su calvario, grabado escasas semanas antes de tomar la decisión de matarse»)

Me da exactamente igual si eran mujeres débiles, si su autoestima dejaba que desear, si tenían el pelo largo, corto o con mechas, me da igual todo eso; el resultado de que unos indeseables las hayan elegido para pasárselo bien a su costa, ha sido el mismo: la muerte de dos jóvenes muchachas que por circunstancias de la vida no han podido soportar la presión social.

“La culpa es de los padres por no estar pendientes de sus hijos.”

Seguro que muchos de los que lean este texto serán padres. A todos nos gustaría detectar a tiempo el problema y así poner solución antes de que llegue una catástrofe, pero por desgracia, no siempre los menores piden ayuda a tiempo o los adultos se enteran de lo que pasa.

Lo peor de todo, ellas no podrán ver crecer a sus hijos, mientras que los que las empujaron a la muerte, sí. Solo esperemos que esos futuros hijos no tengan que soportar de otras personas lo que sus padres hicieron con las chiquillas.

Hay gente que critica y condena esta clase de abuso, sin darse cuenta de que ellos mismos lo hacen en su día a día con comentarios despectivos (y aparentemente inocentes) en contra de personas a su alrededor. Pensando: ¿Cómo puedo hacer más daño a esta persona que tanto odio, envidio, etc.?

Os daré un consejo, cuando veáis comentarios en los que se ataca a otra persona (ya sean dirigidos hacia un nombre en concreto o con insinuaciones), por favor, no entréis al trapo, evitad contestar, no deis vuestra opinión, ni siquiera para dar apoyo a ese que consideráis vuestro amigo. Porque al que vayan dirigidos esos ataques y malas palabras, después leerá vuestro nombre y apoyo, y entrareis en el juego del daño emocional que le quieren infligir. Como se suele decir, para saber la verdad hay que tener la información de ambas partes.

Hay una técnica muy socorrida que utilizan las personas que atacan sin dar nombres: “El que se pica, ajos come”, o lo que es lo mismo, “si te has sentido identificado, por algo será”. Muy bonito, tiras la piedra y escondes la mano, insultas y calumnias y luego esperas salir impune de represalias. No, un ataque es un ataque y da igual para quién vaya. No hagáis algo en Internet que en la vida real no os atreveríais. Y si no, para eso está ir directamente al interesado y no armar gresca, o meter a otras personas en la pelea.

Si tienes un problema con alguien que no te importa, desapareces de su vida (bloqueos, omisiones…) y se acaba el problema; en cambio, si es alguien a quien conoces y te duelen sus palabras, podrás tomar las medidas oportunas para aclarar la situación únicamente con el interesado. Sin necesidad de fomentar que la pelota sea mayor y crear enemistades dentro de tu círculo.

Me gustaría que todo el mundo se sintiese aludido por el texto, incluso yo, ya que todos en algún determinado momento (ya sea consciente o inconscientemente) hemos contribuido a este tipo de actuaciones.

Pensad por un momento en la persona que más queráis, esa por la que daríais la vida (vuestro hijo, hermano, padre), pensad ahora que algo de lo anteriormente explicado le pasara, supongo que no os gustaría ¿verdad? Por lo tanto, no hagáis a los demás lo que no os gustaría que os hiciesen a vosotros.

Escrito por: Irene Comendador

Escritora //irenecomendador.blogspot.com.es/

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