Tabaré: construyendo bases para un programa de poder

Tabaré Vázquez vino de la ciencia a la ciencia política ya crecido. Considero un mérito que se mantenga asumiendo la responsabilidad de avanzar hacia dirigir nuevamente un tercer Gobierno nacional del Frente Amplio. Es un mérito también de la mayoría del pueblo uruguayo que le dedica preferencias, no de ahora, bastante más allá de l@s frenteamplistas. Si bien la decisión de aceptar la postulación es personal, ha estado antecedida de un estado de ánimo y conciencia social extendida. Resulta – en nuestra opinión – una voluntad sostenida en cientos de miles.

Allá por octubre del ’98 un afiche del POR, Partido Obrero Revolucionario, colocado en Montevideo, decía «A Tabaré lo caracteriza su olfato social…… en eso se siente interpretado por la gente, y ésta a su vez en él…… un compañero que siente que puede acceder al Gobierno mas no al poder, que hará un programa de Gobierno para construir las bases de un programa de poder… ¿cuántos pueblos quisieran haber podido lograr construir un Tabaré Vázquez…?».-

Han pasado 15 años de aquellas afirmaciones que extrajimos de un documento redactado por Joel Horacio (León Cristalli), director de la revista internacional «Conclusiones».- Tabaré Vázquez mantiene no solo olfato sino consenso social. Pocos dudan de que – si no transcurre en estos plazos una catástrofe cósmica, o algo así – el Uruguay y América lo tendrán nuevamente como Presidente de la República.-

También – creemos – resulta profunda la pregunta sobre «¿cuántos pueblos quisieran haber podido construir un T. Vázquez?» Basta ver el panorama regional para constatar que Chávez, Evo, Lula, Rafael Correa, los Kirchner, Bachelet, D. Ortega, llegaron al Gobierno y la mayoría ha ser re electos durante estos 15 años últimos. La historia respondió en forma positiva: los pueblos americanos -aunque no todos, por ahora – han construido direcciones y dirigentes confiables que «en eso se siente(n) interpretado (s) por la gente, y ésta a su vez en él (ellos)…». La pregunta tuvo su respuesta.-

Sin embargo, nadie recoge unanimidades. Tampoco Tabaré Vázquez, aún dentro de la izquierda organizada en el Frente Amplio. Dejemos el asunto de la interrupción del embarazo, no por la importancia que tiene, sino por ser un asunto de conciencia. El centro de debates y cuestionamientos tienen que ver con la relación de Vázquez con el sistema capitalista mundial sus organismos (FMI, etc.), la (no) firma de un Tratado de Libre Comercio, la visita de G. Bush al Uruguay, los más recientes análisis donde se constatan cambios en la actitud de EEUU junto a la propuesta de no seguir cobrándose cuentas y construir una nueva agenda.-

Podemos concluir – entonces – que la crisis con un sector o sectores del Frente Amplio se centra y concentra en estos asuntos, sin dejar de atender otras críticas como su independencia de criterios para asumir decisiones polémicas, difíciles. En definitiva, lo que la sociedad espera de un dirigente, creemos.-

El TLC con EEUU nunca se firmó con visita de Bush incluida. Una decisión estratégica si la hubo, ¿se adoptó acaso contra la opinión de Tabaré Vázquez? Mas bien, fue el Presidente el que laudo la discusión. Le oímos decir a Reynaldo Gargano parado en las puertas del Palacio Peñarol durante el V º Congreso del Frente Amplio (diciembre del 2008) «En asuntos estratégicos, Tabaré siempre adoptó decisiones correctas». Recordemos que el Uruguay formó parte del bloque de naciones que enterró el ALCA, si bien se puede afirmar que a la vanguardia estuvieron otros Presidentes como Néstor Kirchner y Hugo Chávez.-

Seguramente nosotros hubiéramos convidado a visitar al Uruguay a otra Presidente que no fuera GW.Busch.- Estamos convencidos, a las pruebas me remito, que EEUU ha ido cambiando sí su estrategia en política exterior, pero sin variar ápice de su accionar contrarrevolucionario mundial. Existe una diferencia que debería derivar a transformarse en antagónica, de principios, entre el programa y la política del Frente Amplio y la que aplicamos antes, y aplicaremos mañana, desde el Gobierno nacional.-

La preocupación de muchos y muchas frenteamplistas está colocada en estos asuntos claves que van desde el vínculo con el imperialismo, la integración regional independiente de aquel (Mercosur versus Alianza del Pacífico), llegando a la política económica con todas sus implicancias y consecuencias sociales.- De fondo, vamos hacia la conquista del tercer Gobierno en medio de la discusión, la polémica, dentro del Frente Amplio. Los partidos del añejo sistema nunca más podrán conducir socialmente al país. De ahí que el Frente Amplio concentra al mismo tiempo que las expectativas, el más extenso arco de intereses sociales, culturales, de clase, también.-

Será la lucha social de clases – como lo viene mostrando las movilizaciones en el Brasil y la actitud autocrítica de Lula y Dilma Roussef – la que irá definiendo los procesos, nuestro curso político. Los dirigentes mas encumbrados no son , al menos no solo ellos, los que marcan el derrotero. El Frente Amplio, el movimiento social de masas de Uruguay es un crisol de construcción de la unificación obrera y de una izquierda dispersa antes. La concentración de apoyo a Tabaré Vázquez forma parte de la misma concepción original del Frente Amplio cuando colocó a Seregni al frente.

Claro que la existencia de la Unión Soviética y 14 estados obreros, incluido Cuba, dio confianza a los fundadores para plantearse un programa transformador, revolucionario, antiimperialista, antioligárquico, de transición hacia una nueva sociedad. Aquel programa se volverá a colocar en el centro de decisiones en los próximos tiempos cuando – todo lo indica – arrecie la crisis universal, absoluta, letal, del sistema capitalista: nacionalizaciones, estatizaciones, control obrero y social, federación de países y Estados revolucionarios, etc. – Quién mas se acerca a esta perspectiva no es hoy el Frente Amplio sino los sindicatos y PIT CNT.-

No se ha demostrado que Tabaré Vázquez haya pasado al otro lado de la lucha de clases. La lucha por el 3er. Gobierno del Frente Amplio y segundo ejercicio de la Presidencia por Tabaré, va ha estar condicionada absoluta, totalmente, por una correlación social histórica, de fuerza absolutamente favorables a los pueblos de la región y el mundo. Los análisis pragmáticos, parciales, esquemáticos, no sirven para interpretar el curso social. Además, todos ellos, parten – en general y concreto – desconfiando de los pueblos, de los trabajadores, únicos hacedores de la historia.- Si la sociedad no interviniera, otra sería la historia.

Todos deberíamos – creemos – concentrarnos en «… acceder al Gobierno mas no al poder, (y hacer) un programa de Gobierno para construir las bases de un programa de poder…» como propuso aquel afiche de 1998.-

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