La enseñanza en conflicto, ¿de quién es la culpa?

Muchas veces, sobre todo los más veteranos (no es mi caso), traen a relucir lo buena que era la educación pública antes de la década del ’70. Habían excelentes docentes, con reconocidas trayectorias, ser docente era como ser médico o abogado, los docentes tenían un gran prestigio y eran sumamente respetados. Todo lo opuesto a lo que pasa hoy en día.

¿En qué cambio? Bueno, empezando que un docente en dicha época trabajaba 20 hrs semanales y podía vivir dignamente a la vez de que era sumamente respetado. Un docente grado 7 (el de mayor grado) elegía 20 hrs, trabajaba 8 hrs (de las 20 hrs) y ganaba lo mismo que un diputado, si, lo mismo. Un docente de 6to grado elegía 20 y trabajaba 12 hrs y uno de 5to grado elegía 20 y trabajaba 16 hrs. Esto permitía que los docentes más jóvenes pudieran trabajar y el docente de mayor antigüedad no se desgastaba y tenía tiempo para escribir, asesorar a los más jóvenes, etc. Era el famoso Plan ’41. También hay que destacar que no había una desestructuración de la familia, en la casa vivian ambos padres y ponían límites a sus hijos.

Desde antes de la dictadura, cuando se universalizó la educación y se hizo obligatorio el Ciclo Básico fue que empezó lentamente a decaer nuestra Educación Pública. Quienes tomaron dicha decisión fueron los políticos, no los docentes.

El aumento de la matrícula trajo aparejado que no hubieran la cantidad de docentes necesarios. Eso conllevó a que ingresaran personas que terminaron el liceo a dar clases, sin ninguna clase de formación, ni siquiera universitaria. Pero tampoco se modificó el presupuesto. Por lo tanto empezaron a superpoblarse los grupos, ya no eran de 20 alumnos como antes.

Por lo tanto, los docentes de mayor grado empezaron a acaparar más horas para poder vivir dignamente a medida que su salario se iba reduciendo por las inflaciones sufridas. Los docentes empezaron a elegir más de 20 hrs, a trabajar en más cantidad de liceos o escuelas, hasta llegar al año 2006.

Para entender un poco la modalidad de trabajo de los docentes, que no es la misma que en otras profesiones. Un docente elige 20 hrs semanales de trabajo de aula, es decir, la cantidad de horas que trabajará directamente con sus alumnos. En el caso de un docente de Primaria, tendrá un grupo a cargo, mientras que un docente de Secundaria dependerá de la cantidad de horas de su asignatura tenga por curso. Lo común son tres horas, lo que le implicaría elegir 7 grupos.

Aparte de la cantidad de horas que elige, debe emplear prácticamente una misma cantidad de horas para las actividades que debe realizar fuera del aula, por ejemplo, la planificación diaria (planificará lo que dará en la siguiente clase), planificación por unidad temática (cada cierto tiempo, aparte de la diaria), elaboración de material didáctico a utilizar, planificación de tareas domiciliarias y su posterior corrección, planificación de pruebas evaluatorias y luego su corrección, análisis de la situación del grupo, estudiar (no se puede dar siempre lo mismo) entre otras actividades. Todas estas actividades no las puede realizar cuando está con el grupo sino que las debe realizar en su domicilio. Se estima por lo tanto que 20 hrs semanales equivalen a un trabajo de 8 hrs diarias.

¿Qué pasa hoy en día con el docente? Bueno, debido a que tiene que vivir dignamente, se ve obligado a elegir más horas de las que debería trabajar. El sueldo líquido de un docente con 20 hrs semanales es de 14000 pesos. Debido a que la docencia genera gastos en materiales que debe solventarlos el propio docente… y además, debe vivir, con dicho sueldo se le hace imposible. Por ende, debe elegir la mayor cantidad de horas posibles en el caso de un docente de Secundaria o UTU y, en el caso de las maestras, trabajar en doble turno.

¿Qué implica trabajar 40 hrs semanales para una maestra? Implica que deba trabajar con alumnos directamente desde las 8:00 hasta las 17 hrs con media hora con suerte para almorzar, digo con suerte si trabaja en la misma institución, de lo contrario, o almuerza en una parada (como lo hacía una de mis hermanas) mientras espera el ómnibus o directamente no almuerza. Implica además que deberá empezar a planificar, corregir, etc después de las 17 hrs (siempre y cuando viva cerca de la institución) pero como trabaja en dos lados, se duplica la tarea. Por ende, si calculamos que 20 hrs implica un trabjado de 8 hrs diarias, 40 implicaría 16 hrs diarias. Seguramente no le dará el día para cumplir con su trabajo y deba utilizar el fin de semana (que sería su descanso reglamentario como tiene todo trabajador) para no atrasarse en sus tareas como docente. Por lo tanto no descansa. Si a eso le sumamos la mala alimentación, el stress de tener tanta carga horaria y alumnos, etc… no es raro que se termine enfermando.

En relación al docente de Secundaria, lo común es elegir 48 hrs semanales aunque hay quienes eligen 60 hrs entre público y privado (y más aún). Si tomamos una asignatura promedio con 3 hrs semanales por grupo, implicaría elegir un promedio de 14 grupos (o más). Si cada grupo tiene un promedio de 30 alumnos (aunque el promedio es mayor) tendría unos 420 alumnos a su cargo por lo menos (hay quienes tienen aún más).

Para poder trabajar 48 hrs semanales en dos turnos se debe ir de lunes a sábado, domingo supuestamente descansa. Pero es dificil poder elegir las 48 hrs en una sola institución, con suerte se podrá elegir en dos liceos. Eso implica que no se pueda almorzar ya que, si se trabaja en la misma institución, se tenga 15 minutos o 20 como mucho entre turnos. Si se tiene que ir a otro liceo, no almorzás. No es raro ver docentes que picotean durante el día, no desayunan, no almuerzan, no meriendan y su plato fuerte sea solo la cena. Si le sumamos el stress, más el desgaste de la voz por tener tantos alumnos, la sobrecarga de tareas, no es raro que haya tantos docentes enfermos… peor aún, hay docentes que tienen problemas psiquiátricos luego de haberse sometido durante muchos años a esta modalidad esclavista de trabajo. Es frecuente ver docentes con problemas de presión alta o que padezcan de pánico (enfermedad muy frecuente en la docencia). El pánico es una enfermedad que es tratada por psiquiátras.

Un docente con 48 hrs semanales debe trabajar todo el día y además el domingo para tener las tareas al día.

Si le sumamos que la familia de hoy en día se encuentra desestructurada, muchos padres divorciados con peleas internas por la manutención de sus hijos, violencia doméstica, padres que no se hacen cargo de sus hijos, lo que trae aparejado un aumento en el consumo de drogas (tomando en cuenta una familia de la década del 50), fallas en el control, y si le sumamos una profesión docente maltratada y con un gran desprestigio, bueno, estamos como estamos.

¿Quién es el responsable de todo esto? Los que dirigen las politicas educativas en nuestro país son los políticos. Son ellos los que eligen a los Consejeros y a los miembros del Codicen, son ellos los que diseñan y aprueban el presupuesto para la Educación, sí, los mismos que se rasgan las vestiduras por esos niños y adolescentes que «quedan tirados» ante un paro docente. Son los mismos que se hacen oídos sordos ante los planteos de los docentes y los mismos que no reconocen que sus políticas fueron equivocadas, pero no tienen problemas de echarle la culpa a los docentes.

Los mismos que dicen que no pueden ser los docentes los que deben dirigir el Sistema Educativo cuando son ellos los que elijen qué docentes deben dirigirlo (medio contradictorio, dicen que no pueden ser docentes pero son docentes los que la dirigen).

Son los mismos políticos que dicen «¿en que se gasta el presupuesto? ¿les dimos más plata y qué hacen con ella?», cuando son ellos los que eligieron a los que deben dirigir el Sistema Educativo. Los docentes no sabemos en qué se gasta el dinero, si sabemos qué no se gasta en aumentarnos el sueldo, ni en mejorarnos nuestras condiciones de trabajo (ni siquiera en calefaccionar las aulas que tanto alumnos como docentes nos congelamos en invierno).

Los mismos que rasgan sus vestiduras por los niños y adolescentes, les preocupa poco que ellos se congelen en las aulas, les importa poco que los que los deben educar tengan que esclavizarse para poder vivir dignamente, les importa poco que los liceos o escuelas no estén en condiciones.

Guste o no, somos nosotros los docentes los que hemos estado al pie de cañon enfrentando las adversidades, protestando para que se mejore el presupuesto para tener una mejor educación. No es fácil para nosotros tener que hacer paro, pero entiendan que tampoco es fácil trabajar como trabajamos hoy en día. Es necesario y vital que protestemos para mejorar en el futuro nuestra Educación Pública. Somos conscientes que no está bien, por eso protestamos. Es nuestro derecho y obligación. No nos gusta que nuestros alumnos trabajen en las condiciones en que trabajan. No nos gusta tener que elegir tanta cantidad de horas para llevar un sueldo digno a nuestras familias.

Si eres un padre consciente, ¿no querrías que tu hijo tenga docentes que puedan dedicarle tiempo para que aprenda? ¿no querrías que tu hijo no pase frío en el aula? ¿no querrías que tu hijo tenga todos los materiales necesarios en la institución para que aprenda? ¿no querrías que la institución tenga un equipo interdisciplinario que ayude al docente y a tu hijo para mejorar sus aprendizajes?

Si estás de acuerdo, entonces exigíle a los politicos que vean la manera de aumentar el presupuesto, que el presupuesto se administre correctamente, para que tu hijo tenga las mejores condiciones para poder aprender.

Nosotros trataremos de mejorar la calidad de la enseñanza pero siempre y cuando nos brinden las condiciones salariales necesarias para reducir nuestra carga horaria y poder dedicarle más tiempo a los alumnos, se mejoren las condiciones edilicias y un largo etc. Eso no significa que no realicemos nuestro trabajo, significa que somos conscientes que NO podemos realizarlo mejor por tener que trabajar tanta cantidad de horas. Más no podemos, no es cuestión de que no queremos sino de que no podemos. Muchos están terriblemente desgastados por la cantidad de años trabajando así, sometidos a una especie de esclavitud, junto con los palos que se reciben por todos lados.

Mundialmente está reconocido que es necesario destinar por lo menos el 6% del PBI para la educación… nosotros destinamos recién en el 2006 el 4,5% y todavía no es suficiente para detener el deterioro de la Educación. Por eso protestamos, por eso peleamos… por nuestros alumnos.

Si quieren buscar responsables, entonces pregúntense ¿qué han hecho los políticos por la Educación de este país? ¿Han interpelado al Ministro de Economía para que vea la forma de mejorar el prespuesto? ¿Han buscado mejorar el presupuesto? ¿Han interpelado a miembros del Codicen para ver qué pasa? ¿Han consultado a los gremios qué está pasando? ¿Han consultado a las ATD para ver que está pasando? ¿Han solicitado investigaciones por parte de cada Consejo para conocer la situación real del Sistema Educativo?

Seguramente para todas estas preguntas la respuesta será un No. Entonces, ¿quiénes son los culpables? Queda en ustedes sacar conclusiones y reflexionar sobre si son o no los docentes los responsables de la situación que hoy vivimos en la Educación.

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