Carta abierta al presidente Mujica

Excelentísimo  Sr. Presidente:

Soy frenteamplista desde el 5 de febrero de 1971. Al año siguiente emigré a Argentina y en 1976, con el golpe de Videla me ví obligado a refugiarme en Brasil, donde viví 35 años como Profesor universitario. El año pasado, ya jubilado, volví al Uruguay.

El asunto, sobre el que quería promover un intercambio de ideas, es el relativo al “papel de la enseñanza en la familia y la pérdida de valores en la sociedad” (audición radial de M-24 del día 14 de junio de 2013).

En efecto, en el siglo XVIII, “los iluministas construyeron una filosofía política que tenta explicar que todos los males de la sociedad, eran consecuencia de la ignorancia, por lo que la masificación de la enseñanza y el conocimiento, sería la solución para resolver definitivamente los problemas humanos”

La lectura de los grandes sabios posteriores, tal vez nos puedan informar si realmente los iluministas estaban tan errados, o si lo que ocurrió fue una simplificación interesada, de la propuesta que ellos hicieron. O sea, a que tipo de enseñanza y conocimiento se referían aquellos? ¿Apenas a conocimientos científicos y tecnológicos? O sus intérpretes se “olvidaron”, por conveniencia, de que el ser humano no tiene apenas cuerpo y mente y que también es un ser afectivo y espiritual?

Para colocar este asunto en sus justos términos, debemos recordar las sabias recomendaciones de la UNESCOhechas en 1998 en la Conferenciade Mundial de Educación Superior en París ( o sea,hace 15 años!): “La Educación Superior debe emprender la transformación y la renovación más radicales que jamás hayan enfrentado, de forma que la sociedad contemporánea, que vive actualmente una crisis profunda de valores, pueda transcender las consideraciones meramente económicas y asuma dimensiones éticas y espirituales, más arraigadas que hasta el presente” ¿Alguien se ha preocupado con este asunto vital? Nos gustaría saberlo.

Al respecto, aunque en lo relativo a la justicia social, hay diferencias muy significativas entre las propuestas conservadoras y las progresistas, lamentablemente parece no acontecer lo mismo en relación con lo que llamamos Educación para la Vida. Parece no haber interés político ni académico en estos temas (*). Sin embargo: ¿hay algo más importante que la Vida? La Ciencia y la Tecnología son muy necesarias, pero ahora viene la pregunta clave: ¿para qué y para quien las vamos a utilizar? ¿Para editar libros constructivos, alimentos nutritivos, biotecnologías ecológicamente sustentables, etc.,etc., etc, o para fabricar bombas atómicas, submarinos nucleares, productos superfluos,.desechables o  absurdos, para ser rehenes de la obsolescencia planificada, que cada vez difunde más, su virus venenoso, etc,etc,etc?

Algunos piensan que esto es una utopía. Si, es La Gran Utopía: construir una sociedad mejor, más justa, mas humana, más digna y sobre todo: ¡más feliz!

Marx dijo hace 150 años que “la religión es el opio de los pueblos” y en gran parte, creemos que él tenía razón, pero la religión y la espiritualidad son cosas diferentes. Ya lo dijo el Dalai Lama:” Espiritualidad es aquello que produce un cambio interior, positivo, constructivo y significativo, en el ser humano”

Las religiones, en cambio, son interpretaciones humanas, dogmáticas y auto-limitadas por rituales, que pueden tener su valor, pero no representan la esencia de las cosas, y generalmente están convencidas de que son un espejo dela Verdad.Ellashan sido ambiguas en la historia humana. Por un lado, a través del temor, consiguieron sofrenar los bajos instintos humanos, pero otras veces abusaron del poder que les dio ese miedo. Un caso típico fue la prepotencia de la “Santa” Inquisición.

 La Espiritualidad viene de adentro y ella se vivifica con las enseñanzas de los Grandes Avatares (entre otros, Moisés, Buda, Zoroastro, Hermes y el mayor de ellos, Jesús El Cristo), quienes nos han ayudado a rescatar la grandiosidad que existe en nuestro Ser Interior, pero sin dogmas, sin imposiciones, sin infiernos ni paraísos extra terrenales.

El propio Einstein nos habla de la Religión Cósmica, la que simplemente podemos denominar de Sabiduría Espiritual, que viene de la más remota antigüedad y que según él, “ninguna religión enseña”. Y también, el mayor científico de todos los tiempos, nos dice algunas cosas impactantes sobre estas cosas, por ejemplo: “Yo afirmo con todo vigor que la Religión Cósmica es el más generoso objetivo de la pesquisa científica” o “El espíritu científico, fuertemente armado con su método, no existe sin la Religión Cósmica”….. Por lo menos, tenemos ahí un asunto interesante para meditar, que tal vez tenga relación con la pérdida de valores

Bien, bajemos un poco los decibeles, volvamos a nuestro país. El lunes pasado, el diario El País, publicó dos asuntos interesantes:

= Entrevista al Prof. Ricardo Abramovoy, Profesor Titular del Departamento de Economía de la Universidadde San Pablo, la más importante del Brasil. En ella se destaca un párrafo: “Juntar ética y economía, sociedad y naturaleza, no son una aspiración filosófica lejana (una “utopía”), sino que se transformaron en una condición, para que la  economía pueda ofrecer utilidades reales a las personas, pero siempre respetando los límites ecosistémicos” O sea, tenemos que mirar el mundo con un enfoque holístico, unitario y no interesados apenas en los fragmentos individuales.

= El MPP se plantea como necesaria “la confrontación con el actual modelo de consumo”… “que es exacerbado cuando, por ejemplo, se pelea por más salario” Y se agrega “las expectativas de consumo llevan a un alejamiento paulatino de una matriz social basada en principios y valores” Concordamos plenamente con esto, aunque creemos que ya pasamos de lo paulatino y llegamos a la velocidad desaforada.

Aquí está el fondo del problema: las familias son hoy rehenes del sistema económico, cada uno en la sala de su casa, desesperados por tener el último chiche de la moda, sin el cual se sienten como trogloditas… ¡Que estupidez!  Pero ¿cómo modificar esta situación? Precisamos de las Universidades, del Ministerio de Educación y de intelectuales comprometidos con La Gran Utopía, a través de la promoción de la Educación para la Vida.

En resumen, pensamos que para enfrentar esta problemática, que es la base de todo, es necesario un cambio de óptica crucial, desarrollando una nueva generación ideológica, el socialismo holístico, capaz de reconocer las cuatro dimensiones del ser humano (física, mental, afectiva y también la espiritual),.operando con ellas de forma integrada, uniendo en forma indisoluble el principio auto-afirmativo (los aspectos propios de los individuos) con el principio integrativo (los aspectos relacionados con la colectividad humana), a los que el Maestro Jesús El Cristo, denominó de Amor.

Por otra parte, tal vez sería interesante para el sindicalismo que surja otro Marx, capaz de hacer, desarrollar y responder esta pregunta: ¿Queremos más salario para entrar en la zaranda del consumismo, los chiches más novedosos, la banalidad y no quedar atrás del vecino o colega en cuanto a ostentación, o lo queremos para mejorar las necesidades reales de la familia,  priorizando lo relativo a alimentación, vivienda, salud, educación….? ¿O sea, debemos separar las necesidades reales de las artificiales, creadas por el sistema económico, al que con tanta razón criticamos?

También creemos que gobiernos progresistas, Universidades y sindicatos responsables, deberían asumir la Educación para la Vida, comenzando tal vez por temas del día a día y después pasando para los Grandes Temas. Entre los temas iniciales bien concretos, se debería educar, entre otras cosas, sobre el uso de tarjeta de crédito y  sobre préstamos, así como exigir a las empresas financieras que hagan publicidad honesta y completa. Por ejemplo, cual es el interés real que se paga por mes por parte del cliente.

Claro: antes de entrar en este camino, gobiernos, sindicatos, Universidades y los demás componentes del ecosistema social, deben definir si realmente están interesados en promover la Educación para la Vida, o si es suficientela Educación formal, centrada enla Ciencia yla Tecnología. (No olvidar que la bomba atómica, así como los transgénicos y otras plagas que sufrela Humanidad, han salido de la mente de los más brillantes científicos y tecnólogos, trabajando al servicio de gobiernos y multinacionales).

Como una  idea, dentro de las muchas, que la intelectualidad nacional podría proponer, si realmente está dispuesta a apostar en La Gran Utopía, se envía adjunto, un Proyecto titulado “ Educación para la Vida : La Innovación Humanística como herramienta fundamental para la transformación nacional”

Comencemos, entonces, a desmontar el lavaje cerebral que se hace sobre todos los ciudadanos de este país y de todo el mundo, día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto a los niños, a los jóvenes y a a los adultos.. Como dice el refrán: “la gota de agua, horada la piedra”

Resistamos a esto ahora y comencemos a construir La Gran Utopía.

Atentamente,

Prof. José A Bonilla

(*) En el 2005, durante el II Congreso Mundial de Transdisciplinaridad, presentamos un trabajo sobre “Transdisciplinaridad y Educación Superior”, que pretendía examinar la unificación integral del conocimiento, a través de una cadena neural en el ser humano, llamada unitiva, descubierta en la pasada década del 90. En ese artículo se hicieron encuestas de alumnos de Maestría y Doctorado de una de las Universidades más prestigiosas del Brasil (UFMG), tentando ver como era valorizada la Dimensión Espiritual. El resultado medio por alumno, en una escala de 0 a 8, fue de 1,06. Los comentarios huelgan.

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