Frente Amplio: postulaciones únicas a responsabilidades ejecutivas de Gobierno

El progresismo y los revolucionarios chilenos – por supuesto, no todos – se alegran con la postulación segura de Michele Bachelet a la Presidencia de Chile, en elecciones que son este año. En Argentina se conversa sobre un cambio en la Constitución que permita postular a Cristina Fernández, mientras el PT debate si va con Lula o Dilma, en Ecuador es re elegido Rafael Correa, Bolivia va a una nueva postulación de Evo Morales, Daniel Ortega cursa su tercera Presidencia en Nicaragua, por fin, Raúl Castro, a 60 años del Moncada (1953-2013) es el Presidente de Cuba.- Venezuela había renovado mandato a Hugo Chávez por seis años a partir de febrero pasado.

La izquierda, en sus variantes, se puede afirmar, que es reeleccionista. Una condición no particular a la política antiimperialista, revolucionaria, que se extiende a otras actividades humanas: científicas, artísticas, literarias, aunque no en algunos deportes, por razones justificadas.-

En política progresista y/o revolucionaria la innovación, la edad, el género, aún el origen social, se han demostrado que no han sido determinantes en cuanto al sostén social ni a las cualidades para representar fuerzas sociales que sostienen procesos de transformación. La izquierda americana no ha perdido ninguna re elección, excepto la de Daniel Ortega en aquel amargo febrero de 1990 cuando mi compañero León Cristalli (Joel Horacio) redactó el documento «La soledad de las urnas», cuando previo y durante las elecciones la contrarrevolución sostenida por EE UU invadía y asesinaba a miles de jóvenes nicaragüenses.-

La cosa se pone peliaguda cuando para ir a una re elección es necesario reformar la Constitución del Estado, como sucedió en Uruguay con la propuesta de re postular a Tabaré Vázquez. En Argentina existe un accionar de la derecha coaligada con burócratas sindicales y ultraizquierda para impedir una nueva postulación de Cristina, obstruyendo también el ejercicio de su Gobierno, y si pueden, destituirla.-

Así las cosas, resulta necesario, legítimo, políticamente justo que el Frente Amplio no sólo debata programa y candidaturas sino política de aplicación de su programa y sus objetivos.- Es necesario derrumbar en el Frente Amplio el mito de que basta un solo programa sin considerar qué estrategia política conducirá la aplicación del programa.-

Ejemplos:

1.- El programa del Frente aprobado en su último Congreso, el V º, Zelmar Michelini, resolvió que en 2010 el Frente Amplio debía convocar una Convención Nacional Constituyente. También que Uruguay debía integrarse la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP (su nombre inicial fue Alianza Bolivariana para América o ALBA), difundir la cadena Telesur, crear una flota pesquera estatal, analizar la instalación de un Frigorífico nacional multimodal, elevar salarios y jubilaciones mínimas, transformar al país desde la democracia representativa a la participativa, entre o0tros asuntos, convocando a trabajadores y usuarios a integrar Directorios de los Entes del Estado.-

La conducción del Frente Amplio procura poner ahora a funcionar nuevos instrumentos de elaboración programática sin realizar un análisis de lo realizado, de lo no realizado desde el Gobierno Nacional y de lo que se propone concretar en los 21 meses que restan al Gobierno que encabeza el cro. José Mujica. No vamos ha ser nosotros los que desconozcamos el valor del programa en la lucha por ganar Gobierno y poder. Ahora, la historia indica que el programa puede ser también ignorado, escondido, encapsulado, si no va acompañado de una dirección política, una conducción homogénea, un partido, dispuesto a aplicarlo. Cuando no pueda o no crea conveniente convocar una Constituyente debió, debe aún, convocar a un Congreso extraordinaria para que resuelva. De otra forma, adopta decisiones ilegítimas.-

2.- Otro mito a derribar – vinculado a lo anterior – es el que postula que el Frente Amplio contó y contará en el futuro con programas de Gobierno departamental único. Entonces, dicen, que florezcan diversas candidaturas, hasta tres por Departamento, que es lo que admite la actual legislación.-

El Frente Amplio, antes que nada, debe analizar cómo le ha ido con la multiplicidad de candidaturas departamentales. Nos permitimos recordar Salto y Paysandú – aunque no solo estos departamentos – donde ejercimos el Gobierno 2005-2010: se facilitó la victoria de la derecha, optando por restarle sostén a la reelección de los Intendentes frenteamplistas, se repitió la monotonía de un solo programa, mientras se profundizaba la lucha entre fracciones y candidatos, proponiendo diversas y hasta antagónicas políticas de aplicación del programa, ignorando y paralizando absolutamente al movimiento, Comités, Coordinadoras, Departamentales, que no podían embanderarse con unos contra otros.- Los resultados, los conocemos.-

La re elección de un equipo, una conducción, de un dirigente, no debe ser un asunto automático, un mecanismo conservador, menos aún una decisión no democrática, de aparatos, entre sombras. Es muy justo que se debata la postulación del compañero Tabaré Vázquez, así como la postulación a la re elección, por ejemplo, de Ana Olivera y Patricia Ayala. Problemas tenemos, justamente, en Canelones y Maldonado donde no podemos legalmente reelegir ni a Marcos Carámbula ni a Oscar de los Santos.-

Nombres de compañeros y compañeras que han expuesto frente a la sociedad sus capacidades, su fortaleza, también dudas, no fortalezas. Son múltiples los asuntos a debatir, a corregir, a profundizar, a extender la aplicación del programa y la política que resuelva el Frente Amplio. Ahora, no son solo las estructuras político-organizativas las que deberían pronunciarse – aunque sea nuestro Congreso, nuestros organismos, los del Frente Amplio, que resuelvan en definitiva.

Llevemos adelante actos públicos donde debatamos el programa – no sólo en las comisiones temáticas -, las candidaturas y la política para aplicar el programa. De fondo, cuando debatimos candidaturas estamos resolviendo quién, quienes, son los compañeros y compañeras más aptos en la aplicación del programa y la política del Frente Amplio.

Dicho con todo respeto: los compañer@s que postulan un solo programa y multiplicidad de candidaturas – de fondo – están cuestionando el programa único, cuando no al mismo instrumento, al Frente Amplio, apostando a su dispersión, a la disputa de estructuras y aparatos electorales, al carrerismo mediático, concentrando la lucha que debería ser contra el sistema capitalista y sus partidos, en disputa de unos contra otros. Una forma práctica de liquidación del Frente Amplio movimiento, fundacional. En consecuencia, en vez de avanzar, consolidando el partido de todos, apostando a recrear la etapa previa a 1971, de todos contra todos.-

Nos somos samaritanos de buenas intenciones. Advertimos una vez más la transformación progresiva y sostenida del Frente Amplio en una estructura electoral, sin un funcionamiento independiente del Gobierno nacional, al que debería exigirle atenerse al programa comprometido. Un Frente Amplio con capacidad de crítica y autocrítica, que coincide en objetivos generales y concretos con el Gobierno que supo convocar a elegir. Que tenga criterio para proponer, diferenciarse cuando lo considere necesario. Un Frente Amplio que gane autoridad para defender a su Gobierno siempre, porque fue capaz de discutirle de igual a igual.

Cuando comienzan a postularse los lobos de la guerra mediática de candidatos, postulaciones, el Frente Amplio estructural. Social, de masas, debe sacar cabeza, no dejando que lo embreten. Es necesario saltar la tranquera de los grupos de poder para que el Frente Amplio originario viva.-

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