Inteligencias: Somática, y mental. Conviven armoniosamente…a veces

Existen dos inteligencias independientes, que conviven en nuestro cuerpo, no siempre en forma armónica. Cuando esa armonía se interrumpe, ambas se desestabilizan, creando enfermedades psicosomáticas y debilitando nuestro mecanismo auto-curativo.

De la Inteligencia Mental, es de la que tenemos plena consciencia, a tal punto, que solemos catalogarla como única. Es la que habita en nuestro cerebro; la que da las órdenes para nuestra locomoción, digestión, procreación, diversión, estado onírico y de vigilia; de la mano con nuestros instintos animales, es la que permite que tengamos consciencia de nuestra existencia, y del final de ella; la que administra nuestras emociones y activa alarmas ( dolores ), cuando la inteligencia física – somática – le avisa de alguna agresión externa o de algún error metabólico, para que ella dé la orden de bloquear o debilitar el sentido de dolor, y la autorize a liberar anticuerpos y substancias químicas para reparar, o corregir las anomalías que se están produciendo – es la llamada Auto-curación.

Diariamente, tenemos múltiples pruebas de estas funciones, es solo prestar atención:

Cuando sentimos necesidad de evacuar u orinar, es la inteligencia física (IF) la que toma esa decisión. Pero si no lo hacemos porque no es el lugar o el momento apropiados, es la inteligencia mental (IM) la que se niega (razón). En consecuencia, comenzamos a sentirnos primero desconfortables, luego doloridos y por último torturados. Es cuando se rompe la armonía entre las dos inteligencias.

Cuando después de una calurosa jornada, sentimos sed, es la IF la que nos pide agua, pero si no lo hacemos porque el agua está caliente o turbia, es la IM la que te dice que no lo hagas.

Enamorarse o sentirse seducido, es obra de la IM, besar y hacer el amor, es obra de la IF (aumento de la temperatura del cuerpo, erección o su equivalente femenino); ambas cosas, son producto de la armonía entre las inteligencias. Cuando ésta no se manifiesta, las consecuencias son siempre negativas: Dolores, depresión, angustia, fiebres, y dolencias físicas o mentales.

La IM es producto de un cóqtel de sustancias químico-orgánicas secretadas por glándulas cerebrales, en las que el papel del ADN tiene una participación muy importante. Obviamente que la IM requiere especificaciones mucho más complejas que la síntesis aquí expuesta, pero vale como indicación de donde proviene.

La IF, es la suma de todas las inteligencias de los trillones de células que componen nuestro organismo…sí, cada célula tiene su propia inteligencia. Ejemplo:

Cuando te hieres con un instrumento cortante, y se te abre una herida (sin gravedad), la IF emite una señal (dolor) para que la IM ordene liberar anticuerpos para combabtir a los agentes externos (bacterias) y así evitar una infección. Automáticamente, y sin que costuremos o peguemos la herida, se pone en actividad la IF, creando coagulantes y nuevas células que repararán el tejido rasgado.

Ambas inteligencias se pueden estimular ( como es el caso de los libros de las imágenes), pero no dominar. Ellas nos dominan siempre, y está muy bien que así lo hagan, gracias a ello, nuestro organismo y mente no son un caos. Quiénes alegan dominar la mente, se engaña a sí mismo y a todos los que le creen. Lo que en verdad hace, es poner en práctica el resultado de mucho tiempo de entrenamiento estimulativo.

Lo que debemos hacer, es evitar, en la medida de lo posible, que se interrumpa la armonía entre las dos inteligencias, para mentenernos sanos de mente y cuerpo. ¿Cómo hacerlo? He aquí algunos ejemplos:

Cuando la fisiología te llame a tender su necesidad, busca la forma de complacerla, sin que sentimientos adversos como la vergüenza y el pudor te afecten; cuando sientas sed, bebe el agua que encuentres, sin que el asco o el temor te obliguen a dejar morir unas cuantas células de tu precioso organismo; cuando te lastimes, o alguna anomalía te aqueje, no permitas que el temor al sufrimiento o a un agravamiento, te haga buscar soluciones externas, despreciando el gran poder que la naturaleza nos dio a todos los seres vivos: La auto-curación. Pues todo lo que no se usa, acaba atrofiándose. Somos los únicos animales del planeta, que podemos tener consciencia de ese poder, y los únicos que decidimos no usarlo.

La clave, no es difícil de entenderla, ni de ponerla en práctica:

Debemos asegurarnos de estar conscientes del poder curativo de la mente-cuerpo; aceptar que la cura es mucho más demorada que el tratamiento clínico-farmacéutico, pero no solo se estará curando, sino también fortaleciendo en gran mediada el sistema inmunológico y auto-curativo – las personas que visitan a su médico por cualquier molestia, son las más vulnerables a las dolencias físicas y/o mentales, pues no dejan que prevalezca la armonía entre las dos inteligencias -.

La IF, es tan perfecta, que científicos volcados a entender cómo funciona el sistema inmunológico, observaron atónitos como las bacterias y virus que logran entrar en nuestro organismo, se camouflan o mimetizan con los neurotransmisores para burlar varios sistemas de defensa de las células, cuyo núcleo es el objetivo de los invasores, para allí estar protegidos y reproducirse a voluntad, e invadir el organismo y destruirlo. La célula invadida muere, y los invasores se trasladan a otras, usando el mismo método consecutivamente.

La IM, no es tan perfecta. Y la causa (opinión propia) parece ser el haber neutralizado gran parte de los instintos innatos a nuestra especie. En las pocas personas, donde estas dos modalidades mentales (razocínio, instintos) conviven pacíficamente, se detectan virtudes y dones que sorprenden, y causan espanto positivo.

Es por no ser tan perfecta, que nos dejamos dominar por el temor a las enfermedades, a la muerte y a la soledad; que caemos en depresión emocional; que nos cuesta mucho desapegarnos de cosas materiales, o de personas a las que amamos; que le tememos a los cambios y a lo desconocido; que sentimos deseos de venganza y pérdida de los valores elementales, que nos mantienen psicológicamente equilibrados.

De momento que leemos este artículo, que lo razonamos y lo aceptamos como dentro de las leyes de la lógica, ya estamos dando un gran paso para motivar y reafirmar la armonía entre las inteligencias que poseemos, que nos conducen hacia una vida más saludable de mente y cuerpo.

Este post es de mi autoría. No serían suficientes una decena de páginas, para citar a las innumerables fuentes (libros, revistas especializadas y documentales visuales) que consulté durante algunos años, de las que extraje datos que filtré con el filtro de la lógica y el senso común. No soy científico, apenas un pensador que busca incansablemente entender el fenómeno de la INTELIGENCIA y la virtud de la razón.

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