Carta al presidente Mujica

A Pepe Mujica

María Carmen Rojas Allegretti

A fines de 1800, luego de la Guerra de la Triple Alianza de Argentina, Brasil y Uruguay contra nuestro país, en la que el Paraguay fue desmembrado, arrasado, saqueado, con los niños muertos en Acosta Ñu; en esa época, llegó mi ancestro uruguayo Nicolás del Puerto Cerone, junto a su hermano y primos hermanos, fueron recibidos con brazos abiertos por nuestros compatriotas, aquí se casaron y formaron sus familias. De ellos descendemos más de 5.000 paraguayos.

Nicolás del Puerto Cerone inculcó a sus hijos afecto hacia el Uruguay y el amor al Paraguay, tal que cuando se produjo la Guerra en la que Bolivia pretendió apoderarse de nuestro Chaco, sus hijos fueron a la guerra. Uno de ellos, el Capitán Alfonso del Puerto Encina, falleció en Villamontes heroicamente.

Una plaza, un club de fútbol y el aeropuerto llenan su nombre en San Ignacio; las hijas de Nicolás acompañaron hasta el campo de batalla a sus maridos, heredaron la garra charrúa y el estoicismo paraguayo, y eran paraguayos. Siguieron inculcando a los nietos y bisnietos de Nicolás del Puerto Cerone afecto al Uruguay y el amor al Paraguay, y lucharon contra las dictaduras de Morínigo y de Stroessner.

Nos causó profunda tristeza su actuación, siendo su país más pequeño que el nuestro e igualmente postergado por el Mercosur. Nos ganamos el derecho de decidir nuestros actos, ahora somos libres, estamos preparados, no necesitamos de Ud., Sr Mujica.