Previsiones de tipos de cambio para las economías latinoamericanas en 2024

A lo largo del pasado año, las monedas de América Latina vivieron un período de cambios heterogéneos. Por ejemplo, el peso argentino o el bolívar venezolano experimentaron una devaluación importante en un contexto condicionado por los procesos hiperinflacionarios, así como por una emisión de grandes volúmenes de dinero. No obstante, al mismo tiempo, pudimos ver cómo otras divisas como el peso mexicano y el peso colombiano se fortalecieron de un modo especialmente notable. Pero ¿qué ocurrirá en 2024? Según apuntan los analistas especializados, esta tendencia divergente y heterogénea continuará siendo una constante a lo largo del ejercicio.

Fuente: Peshkova de Depositphotos.
Fuente: Peshkova de Depositphotos.

Escrito por Fran Marín

¿Qué dicen los pronósticos sobre la situación de las monedas latinoamericanas en 2024?

Monedas latinoamericanas: Una aproximación global

Aunque uno de los rasgos inherentes en el ecosistema de las divisas y el universo forex  (cuyos riesgos al realizar trading de CFD con apalancamiento conocen los traders) es la diversidad de subcontextos, podemos identificar una pauta general y común a todas las monedas que forman parte de LATAM. Esta tiene que ver con una tendencia general a la depreciación frente al dólar estadounidense. En todos los casos, a lo largo de 2024 las tasas de interés descenderán antes y de un modo más ágil que en Estados Unidos. La principal consecuencia será la reducción del diferencial de las tasas de interés positivo que en la actualidad anota América Latina en contraposición a las de EE. UU.

Lo más probable es que a lo largo de este ejercicio, por ejemplo, la tasa de las políticas monetarias descienda en torno a los 200 puntos en México y alrededor de los 500 básicos en Colombia. Ambas reducciones superarán, en cualquier caso, las practicadas en la Reserva Federal de Estados Unidos que, probablemente, se sitúe en torno a los 100 puntos básicos de recortes.

La vulnerabilidad de las monedas de Venezuela y Argentina se acentuará

Los mismos analistas vaticinan que la caída del peso argentino y el bolívar venezolano mantendrá una pendiente pronunciada a lo largo de 2024. Todo apunta a que ambas perderán más del 50% de su valor a lo largo del próximo ejercicio. Algunos de los factores de influencia más importantes serán la menor confianza por parte de los inversionistas, la dolarización o los procesos inflacionarios. El equipo de expertos, anticipa el cierre de 2024 con el dólar estadounidense en 1.700 pesos argentinos, es decir, más del doble de la cifra con la que se concluyó en 2023 (800 pesos argentinos por 1 dólar estadounidense).

De igual modo, sus previsiones apuntan en un mismo sentido para Venezuela. En su caso, se vaticina un cierre de 2024 con el dólar estadounidense en 93 bolívares venezolanos. Se trataría de otra caída importante si tenemos en cuenta que 2023 cerró con el dólar estadounidense en 36 bolívares.

El peso chileno será la excepción que marque la regla: Los analistas esperan su crecimiento a lo largo del año.

Todo parece indicar que la economía chilena será la única de la región cuya moneda se fortalezca a lo largo de 2024. Uno de los factores más importantes será la finalización del proceso de reforma constitucional después del referéndum llevado a cabo en diciembre. Se trata de un cambio que promoverá el crecimiento de las inversiones debido a una mayor confianza, así como el apoyo de la demanda del peso. A su vez, la moneda también podrá fortalecerse gracias al interés creciente extranjero en el ámbito de las energías verdes y el sector minero.

¿Qué dicen las previsiones a largo plazo? Más allá de 2024

Si ponemos el horizonte de análisis más allá del año en curso, los analistas de Focus Economics coinciden en que la tendencia de depreciación de las monedas latinoamericanas frente al dólar estadounidense continuará acrecentándose. Algunos de los principales resortes serán la prevalencia de déficits en cuenta corriente, unos ratios de inflación más elevados que los esperables en Estados Unidos así como menores oportunidades de crecimiento y una situación política cada vez más dominada por la incertidumbre.

Un equipo de analistas de Itaú Unibanco insisten en la contracción del PIB argentino: “Nuestra previsión de inflación para 2024 hasta el 200%, desde el 150% anterior (con un probable pico en la primera mitad de 2024), reflejando el efecto de traspaso de la reciente devaluación de la moneda y la corrección de las tarifas de energía, transporte y combustible, entre otros. Estimamos una contracción del PIB del 2.5% en 2024, sin cambios respecto a nuestro escenario anterior.”

Desde EIU, ponen el foco en la perspectiva de Chile que, además de la finalización del proceso de reforma, influirá positivamente el aumento de fabricación de baterías: “Es probable que la moneda se fortalezca gradualmente en términos de tipo de cambio real a medio plazo, suponiendo que la incertidumbre política disminuya. Los precios firmes del cobre y el litio (impulsados por la alta demanda de metales básicos relacionados con las inversiones globales en la producción de baterías) también serán de apoyo.”

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