La Inofensiva IV Flota del Imperio

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió esta semana al subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos de EEUU, Thomas Shannon, enviado a la Argentina por el nunca bien ponderado George W. Bush.

Shannon dio precisiones acerca del accionar de la Cuarta Flota naval a la que calificó como «una flota inofensiva» a pesar de estar equipada con portaaviones nucleares con sistema de defensa aérea, además de cobertura de F-14, tres sistemas lanzadores de misiles de ocho lanzadores cada uno, Raytheon GMLS Mk 29 capaces de disparar el misil Seasparrow superficie-aire con alcance de 14.5 kms y sistema de guía Terminal por radar semi-activo, sistema Raytheon RAM de misiles de corto alcance, cuatro sistemas Raytheon/General Dynamics de 20 mm tipo Phalanx de 6 barriles, rata de fuego de 3000 proyectiles por minuto y un alcance de 1.5 km, sistemas de señuelos infrarrojos dotados de cuatro Locked Martin Hycor Srboc Mk 36, defensa contra torpedos AN/SLQ-25 Nixie, sistema Raytheon AN/SLQ-32 de guerra electrónica que detecta las emisiones de radar hostil, radares de búsqueda aérea ITT SPS-48E 3-D operando en la banda E/F; Raytheon SPS49 en la banda C/D y Raytheon Mk 23 TAS, D-band y radar de búsqueda de superficie Northrop Grumman Norden SPS-67V operando G-Band. El subsecretario estadounidense se reunió ayer con Cristina con quien puso en marcha el «proceso de consulta de política bilateral de alto nivel». El encuentro se llevó a cabo en el despacho presidencial de la Casa de Gobierno, con la asistencia del vicecanciller Victorio Taccetti; el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman; el embajador de Estados Unidos en el país Earl Anthony Wayne; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro de Economía, Carlos Fernández; y el subsecretario del Tesoro para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian O’Neil, mientras afuera, en la Plaza, un grupo de manifestantes pagados por Monsanto, que representan al campo, agitaba una bandera estadounidense en lugar de la tradicional quema.

Shannon señaló que «le comenté a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la situación de la cuarta flota y le señalé que se trata de una flota inofensiva».

La Cuarta Flota, según el funcionario del presidente que invadió Irak y Afganistán, «no tiene capacidad ofensiva, no posee portaaviones ni barcos de guerra». La embarcación más grande «es un barco hospital», dijo para tranquilizar a Cristina el funcionario, que trabajó entre 1984 y 1989 como agente en Guatemala, país que fue masacrado en 1956 por una invasión coordinada por el imperio, en defensa de los intereses bananeros de la United Fruit. Durante los años que el amable mister Shannon permaneció en Guatemala, decenas de miles de guatemaltecos fueron asesinados por los escuadrones de la muerte financiados por la CIA, en tanto fluían hacia Nicaragua mil millones de dólares de la NED, IAF y Usaid para lograr la elección de Violeta Chamorro, de la misma forma en que el obispo Fernando Lugo ganó las elecciones de Paraguay el 20 de abril.

La IV Flota ya se encuentra patrullando el mar Caribe desde el primero de julio. Ya tiene una base área en Curazao, a corta distancia de su objetivo, el líder bolivariano Hugo Chávez.

Como se ha recordado, esa IV Flota la formaron en 1943, cuando estas aguas estaban infestadas de submarinos alemanes, que torpedeaban y hundían cargueros y otros barcos, algunos cerca de las costas venezolanas y brasileñas, donde, casualmente hoy, se acaban de descubrir importantes yacimientos de petróleo, que son como un imán para los misiles del imperio.

Cuesta entender que durante todos los años de la Guerra Fría (1946-1989), ni siquiera con las denuncias de que Cuba era satélite de la Unión Soviética, el Pentágono creyó que era necesario instalar una flota por estos mares. Ahora, después de 58 años, se les ha ocurrido a los burócratas del Pentágono reactivarla con el objetivo de garantizar el Nuevo Orden Mundial según su concepto de «Seguridad regional», la del Comando Sur.

Estados Unidos contaba ya con las flotas II, III, V, VI y VII desplegadas en el Atlántico Occidental, el Pacífico Oriental, el Medio Oriente, el Mediterráneo y Atlántico Oriental, y el Pacífico Occidental. Faltaba sólo la IV Flota para tener al mundo en sus manos y cumplir el sueño del ratón Cerebro.

A estas alturas del campeonato, difícilmente piensen ocupar Granada, Puerto Rico, o invadir a Haití como lo hicieron entre 1915 y 1933, o Guatemala o la República Dominicana, ocupada de 1916 a 1924, y otra vez invadida en 1964. Tampoco pensarán en Panamá, que invadieron en 1918 y en 1989, ni en Nicaragua invadida en 1927 y en varias ocasiones más.

De todas maneras hoy, la Flota creada durante la Segunda Guerra Mundial para defender el hemisferio de la Alemania Nazi, está reactivada bajo el comando del almirante James Kernan, quien la tiene atracada en Mayport, Florida. Desde esa base tiene a tiro de misil a Raúl Castro y a Hugo Chávez, quienes nunca aceptaron los cursillos en Estados Unidos que el imperio acostumbra ofrecer a los generales de los países latinoamericanos, para lavarles el cerebro y enseñarles que Estados Unidos es invencible y que su voluntad sólo podría compararse a la voluntad de Dios, si éste existiera.

Así que si a alguien se le ocurre hacer un crucero por el Caribe, o Cabo Verde, es bueno que no olvide ir armado.

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