¿Qué significa el desarrollo endógeno?
Desde el punto de vista histórico, el capitalismo liberal propio del siglo XIX condenó a los países de América a ser exportadores de materias primas y productos primarios e importadores de los insumos y bienes de capital para su inexistente desarrollo interno, bajo una relación comercial desigual.
En el siglo XX y en particular después de la II Guerra Mundial, surgirán como alternativa a este capitalismo el socialismo, el fascismo, el capitalismo keynesiano, y en América Latina el intento del desarrollo hacia adentro, esto es, construir las bases de una modernización nacional, con desarrollo de infraestructuras, integración del mercado nacional, desarrollo industrial, de la educación, salud, creación de clases medias, urbanización, reforma agraria.
Lo común a estos nuevos proyectos fue el rol central del Estado planificador, gigante y burocrático.
Fue la época además, de la creación de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el GATT, hoy OMC, todas instituciones públicas internacionales, intergubernamentales, orientadas a recrear el sistema internacional capitalista.
A partir de mediados de la década de los 70 y como consecuencia de regulaciones tecnológicas y de la crisis del petróleo, se generó una gigantesca expansión del sistema financiero privado internacional, comenzando de esta manera un cuestionamiento a los sistemas estatistas que se habían ido estableciendo e irrumpe nuevamente la «mano invisible del mercado», pero ahora bajo su rostro neoliberal.
Aprovechándose de la crisis de la deuda externa de los años 80, los organismos financieros internacionales –privados y públicos– y los gobiernos de los países desarrollados imponen a los gobiernos sumisos de los países menos desarrollados las condiciones del Consenso de Washington y, con ello, una privatización desbocada, la desregulación, la liberación y la apertura indiscriminada.
Estas políticas neoliberales desmontan el sistema estatista de protección social creado, pero producen, no obstante, escaso crecimiento, una enorme inestabilidad, desempleo, deterioro en los salarios reales, precarización del trabajo, reducción de la protección social, destrucción de muchos de los sistemas de protección de los trabajadores.
Ante ambos fracasos –la fase mecadocéntrica y estadocéntrica– el economista Osvaldo Sunkel ha levantado la propuesta de construir la fase sociocéntrica, donde la sociedad imponga al Estado el conjunto de políticas que se requieren para satisfacer sus necesidades y sus aspiraciones, y el Estado gobierne al mercado para que esas necesidades efectivamente se satisfagan.
Desarrollo endógeno en Venezuela
Es un modelo socioeconómico en el que las comunidades desarrollan sus propias propuestas. Es decir, el liderazgo nace en la comunidad y las decisiones parten desde adentro de la comunidad misma.Se busca la satisfacción de las necesidades básicas, la protección del ambiente y la localización de la comunidad en un espacio determinado. Aquí los procesos locales y globales se complementen y su meta es el desarrollo en el nivel local, de la comunidad, pero que trasciende hacia arriba, hacia la economía del país, hacia el mundo.
Con el desarrollo endógeno se intenta ampliar y profundizar la democracia económica, enfatizar la cultura del trabajo y la producción; eliminar progresivamente nuestra dependencia del ingreso petrolero.
Se busca diversificar la economía no petrolera y estimular la producción local, con la participación autogestionaria de todos los venezolanos, propiciando diversas formas de propiedad y de relaciones de producción y consumo.
Se trata de un nuevo modelo de desarrollo orientado al crecimiento productivo con inclusión social. En principio se fundamenta en el papel rector del Estado para la creación de un nuevo tejido productivo cuyos sujetos sean actores con sentido de riesgo, innovadores, donde participen sectores vinculados a la economía popular, pequeños, medianos y grandes empresarios. El desarrollo se fundamenta en la diversificación de la producción de bienes y servicios, vinculada a las diversas cadenas productivas.
Ahora, visto como un sistema económico, exige a cada ciudadano asumir la transformación cultural y esto pasa por un cambio de conciencia individual que lleve a dejar de pensar en el Estado como el único garante de su bienestar. Al contrario, el ciudadano debe ser coparticipe y responsable de la calidad de vida y esto pasa por asumir compromisos, porque la transformación del sistema necesita de una visión y una acción integral.
Se basa en el cambio del sistema productivo del país para lograr nuevos mecanismos de distribución de los beneficios económicos y cada región debe ser capaz de transformar sus recursos naturales en bienes y servicios que multipliquen el empleo y el bienestar social, garantizando la calidad de vida y la preservación del medio ambiente.
En ese sentido, en Venezuela se impulsan los Núcleos de Desarrollo Endógeno como herramientas para el empoderamiento de las comunidades para el logro de tal transformación, para lo cual se parte de las vocaciones productivas locales, los valores y culturas propias de las comunidades y sus tradiciones de lucha y organización para el trabajo, tomando como premisa esencial la orientación y absoluta participación de los pobladores organizados.
Estos espacios territoriales con características específicas y con potencial propio de desarrollo poseen una singularidad que varía según sus particularidades, sus recursos naturales, la actividad económica e historial de lucha. Se toma en cuenta su ubicación estratégica territorial, los rasgos sociales, económicos y culturales.
Comprende tanto el área donde se dan los procesos productivos, como la zona más amplia en que se visualiza el impacto directo de su activación productiva, así como las comunidades del entorno.
Hasta ahora existe un total de 130 núcleos de desarrollo endógenos (agrícola 80% y el resto industrial y turismo) distribuidos en 22 estados del país. *
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